automático Jesucristo

JESUCRISTO El nombre Jesús, en griego I-é-sóus, corresponde al hebreo Jesúa o Jehosúa, su forma completa, que significa “Jehová es Salvación”. Era bastante común en aquella época, por lo que con frecuencia se precisaba especificar su origen diciendo “Jesús el Nazareno”. El título Cristo viene del griego Kjri-stós, cuyo equivalente en hebreo es Ma-schí-aj, Mesías, que significa “Ungido”. Para las distintas confesiones cristianas es el Hijo de Dios y, por extensión, la encarnación de Dios mismo. El judaísmo niega sin embargo su divinidad, que es incompatible con su concepción de Dios; y para el Islam, donde se conoce como Isa, es considerado como uno de los profetas más importantes. Jesucristo es pues el nombre y título del Hijo de Dios desde que fue ungido en la Tierra. Wikipedia.

Creo que era tal el encanto de su personalidad que su simple presencia podía traer paz a las almas angustiadas.

Aquellos que le tocaban la túnica o las manos olvidaban su dolor.

Quienes habían sido sordos a todas las voces, salvo a las del placer,…

…oían por primera vez la del amor y la encontraban tan musical como el laúd de Apolo.

Las maléficas pasiones huían ante su proximidad,…

…y los hombres como muertos en sus tediosas vidas sin imaginación…

…resucitaban de sus tumbas cuando Él los llamaba.

Cuando les enseñaba desde la altura de una montaña…

…las multitudes se olvidaban de su hambre, de su sed y de las penas de este mundo.

Y cuando sus amigos lo escuchaban mientras comían,…

…la ruda carne les parecía delicada y el agua tenía el gusto del vino,…

…porque toda la casa se llenaba con el perfume y la dulzura del nardo y del Amor.

Aquellos que le tocaban la túnica o las manos olvidaban su dolor. JESUCRISTO. Creo que era tal el encanto de su personalidad que su simple presencia podía traer paz a las almas angustiadas. Aquellos que le tocaban la túnica o las manos olvidaban su dolor. Quienes habían sido sordos a todas las voces, salvo a las del placer, oían por primera vez la del amor y la encontraban tan musical como el laúd de Apolo. Las maléficas pasiones huían ante su proximidad, y los hombres como muertos en su tediosas vidas sin imaginación resucitaban de sus tumbas cuando Él los llamaba. Cuando les enseñaba desde la altura de una montaña las multitudes se olvidaban de su hambre, de su sed y de las penas de este mundo. Y cuando sus amigos lo escuchaban mientras comían, la ruda carne les parecía delicada y el agua tenía el gusto del vino, porque toda la casa se llenaba con el perfume y la dulzura del nardo y del Amor.

JESUCRISTO. Texto: Pedro Martínez Borrego. Imágenes: Internet. Tema musical: Jesucristo Superstar - Sarah Brightman.

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