Texto: Pepe Paniagua Antolín
aunque en mi carne blanda se clave el dolor, aunque tenga por humana ganancia la ignorancia y el deshonor.
iré contigo al campo de batalla, y al lago, al barrio apartado y al asfalto de la plaza.
y si quieres que pierda mi rinconcito Tú ya sabes por qué lo abro, por qué no lo necesito y lo cedo como lugar de paso.
como las gotas siguen la rúbrica del río, en cada momento, como bailan las hojas el ritmo del viento, como se bebe el mar el rocío.
serás mi lágrima y mi sonrisa, mi beso, mi descanso cierto, mi remar mar adentro, mi fatiga.
Señor mío, te seguiré dondequiera que sea mi camino.