Del Directorio al Congreso de Tucumán (1814-1819)

Entre 1814 y 1819, la derrota de Napoleón Bonaparte y la unión de las fuerzas del absolutismo monárquico en la Santa Alianza, influyeron en las acciones del gobierno de las Provincias Unidas del Río de La Plata. Fernando VII recuperó el trono y su mensaje a los revolucionarios fue claro: “América era una colonia española” y las juntas que la gobernaban en su nombre habían perdido justificación. Tras el envió de tropas españolas, se crea un poder ejecutivo unipersonal. El director supremo de las Provincias Unidas debía encargarse de reorganizar la defensa de la Revolución frente a los peligros internos y externos .

Ante esa situación, los dirigentes revolucionarios propusieron diferentes soluciones. Alvear afirmó la necesidad de pedir ayuda y protección a una potencia europea (Inglaterra) para evitar la restauración del dominio colonial español. San Martín propuso aniquilar el centro de operaciones de las fuerzas realistas en Lima (Perú). Mientras San Martín realizaba su expedición, Alvear inició tratativas con Inglaterra. La mayoría de los jefes provinciales consideraron a Alvear un traidor, y Artigas, con la adhesión de Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes, encabezó la rebelión contra el Directorio.

El ejército regular convocado por el Director Supremo para reprimir a Artigas, se sublevó y no cumplió la orden. Alvear renunció y la Asamblea se disolvió. En 1815 era evidente que un gobierno central organizado exclusivamente según las ideas e intereses de los grupos políticos y económicos porteños, no era sostenido por los jefes provinciales. Las provincias reclamaban cambios en la organización del gobierno y medidas económicas que contemplaran sus intereses. Aunque habían cambiado los integrantes de los grupos de poder, los privilegios de Buenos Aires sobre el conjunto de las provincias eran los mismos que los que tenía como capital del Virreinato.

INDEPENDENCIA SIN CONSTITUCIÓN Se convocó a un nuevo congreso constituyente en Tucumán, que declara la independencia el 9 de julio. Sus objetivos eran: elegir un nuevo director supremo, redactar una Constitución y resolver sobre la independencia de España. Todas las provincias estaban de acuerdo en declarar la independencia, aunque: Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y la Banda Oriental no enviaron a sus representantes. Las diferencias surgieron cuando se discutió sobre la posible Constitución y la forma de gobierno que se debía adoptar. INDEPENDENCIA SIN CONSTITUCIÓN

La gravedad de la situación internacional llevó a plantear la opción entre un sistema monárquico y un sistema republicano. Casi todos los diputados del interior rechazaron las ideas monárquicas, ya que para la mayoría de la población la monarquía estaba asociada con la opresión y la injusticia que habían soportado durante el dominio español.

LA DISOLUCIÓN DEL GOBIERNO CENTRAL

Los problemas y debates políticos continuaron en el seno del Congreso Los problemas y debates políticos continuaron en el seno del Congreso. En 1817 comenzó a sesionar en Buenos Aires y allí la influencia de los diputados porteños fue cada vez mayor. Finalmente en 1819 se sancionó una Constitución centralista y conservadora, que favorecía los interés de Buenos Aires. Esto provocó la reacción de los jefes provinciales de Santa Fe- Estanislao López- y de Entre Ríos -Francisco Ramírez-, quienes derrotaron al ejército del gobierno central en la batalla de Cepeda.

A partir de este momento, Buenos Aires se constituyó como provincia independiente, eligió un gobernador y renunció a la conducción de todo el país. En 1820 se cerró un primer ciclo de la Revolución. Durante diez años, la realidad demostró a todos los grupos sociales que la organización de un gobierno central no era suficiente para constituir el nuevo país. Era necesario también transformar el orden económico y político de la sociedad que, en muchos aspectos, todavía era de la época virreinal. Las fuerzas provinciales que triunfaron en 1820 sostenían la necesidad de organizar un nuevo gobierno central, pero sobre al base de nuevos principios.