DESIERTO CON FIGURAS Ernesto Laguna
Estoy ahora rozando tu eternidad de pétalos Hablo de una guerra de recuerdos
Entre puertas y andamios; posados levemente Sobre las yemas de unos dedos florecientes Como jóvenes plantas a punto de emerger.
Me resultan indiferentes las horas: Soy el último indígena De unas tierras que no existen.
Vago por las notas musicales Igual que las gotas de lluvia Se apoderan del eco en la cueva del absurdo.
Y soy un transporte de mi propia vida… Mi cuerpo acoge indiferente las curvas imprevisibles Pero también se traslada hacia otro dolor Más comprensivo que la incapacidad de ser amado.
Hay un desierto cuyas dimensiones Se encuentran en continua expansión: el conocimiento. [...]
La danza circular alrededor de un fuego vital La búsqueda de una maldad objetiva Y saber llegar al asesinato de la belleza Son las únicas fuerzas que podrían Hacerme abandonar la hamaca.
¿Por qué la conjunción de los ceros O la desaparición de esta fiebre?
El juego comienza en cualquier momento Sólo que ahora todo es diferente Porque no tengo alma para apostar con vosotros.
[...] Si tú que me escuchas Alguna vez participaste de una velada sin tiempo El asedio a un castillo de carne
O has sabido partir el humo con justicia equitativa, Estarás perdido en una noche como ésta:
Afuera sólo hay frío, Ni comunión de sufrimiento Ni guerra en los balcones.
Todo está lleno de gente Pero se trata de una ciudad fantasma.
Los zombis reposan Para volver mañana A nutrir el engranaje Con sus energías.
Comunican a sus objetos un halo De bendita consumación ritual
Y participan entre su clan: de metas Vacías como sus cuencas Para siempre ya condenadas A la caverna de falsos colores.
[...] Surgirás de entre la niebla de sangre Marchito e indómito tras tu amnesia Y el paisaje no será tu aliado:
Vagarás eternamente, sin pasado… Buscando un pasaporte A esa dimensión de inocencia.
Tú, en otro tiempo maestro de ceremonias Caducas incluso en tu memoria
Arrebatado de un dolor desconocido Pululando entre sombras Amenazadoras como el cadalso.
[...] Es de noche, no lo olvides.
Ese amarillo sol artificial Multiplica tus ausencias
Mientras sigues corriendo, Huyes de tu sombra Mientras sigues corriendo, Huyes de tu sombra. Ni así obtendrás calor o descanso.
Pasan las horas mas no amanece; La rotación trastocada Como si todo se aviniese A encajar en el sinsentido.
No se repiten los días pues no existen Y si lo hicieran… serían diferentes
En ese dolor creciente de saber Para siempre perdida La vida entre caricias.
Original de 1997 – Fue presentado como diaporama en 1999 – Versión informática de 2016 Opiniones y sugerencias: malasmemorias@gmail.com indicando en el asunto DCF y el número de la diapositiva