Siempre hay luz
María Belén Rodríguez Questa 2°1 2017 Liceo 32
Suena el despertador. Es nuevo día, tengo la esperanza de que al fin me dejen en paz. Si quisiera podría delatarlos, pero ¿eso no haría que sea peor?, no soy una alcahueta. Desayuno conteniendo las lágrimas, y salgo con una sonrisa falsa. Llego, están cuchicheando de nuevo. Me dirijo rápidamente al salón, intentando parecer indiferente. Agarro mi libro, comienzo a leer. Camino entre el bosque de palabras, por un momento, nadie existe.
Me quitó el libro y rompió una página -¿Otra vez leyendo, estúpida?-ya sé quién lo dijo. Se llama Nicolás. Todos lo ven como un santo. Es “el mejor”, y aunque aquí no usamos el calificativo “populares”, sin duda él lo es, y mucho. Me quitó el libro y rompió una página Me gustaría decir lo que hace. Antes lo hacía mediante las redes sociales, pero ahora no tiene miedo a hacerlo en persona. Nunca tendré la valentía para decirlo ¿por qué nadie lo hace por mi?
Hablaron con sus padres, ahora ya no me molesta. Salgo llorando, con el libro roto sujetado fuertemente. Me encierro en el baño hasta la hora del recreo. Finalmente salí, una profesora se acerca a mi. Dice que entre a la biblioteca. Allí esta Nicolás. Alguien le había roto el silencio. Todos esos insultos hacia mi persona fueron descubiertos. Hablaron con sus padres, ahora ya no me molesta. Siempre hay luz. Aunque a veces no sabemos de dónde viene. Pero, ¿el origen importa realmente?
Si ves que alguien (te agrade o no), esta sufriendo Bullying. DILO. Lo más probable es que esa persona piense que si alguien se entera todo será peor. Al romper el silencio, podrías estar salvando una vida. Se la luz, no la oscuridad.