El Divorcio

El divorcio es una realidad que hay que enfrentar. En casi todas las civilizaciones existió la posibilidad de disolver el vínculo matrimonial incluso en las más antiguas. Es parte de la libertad individual y una decisión personal.

¿Es bueno romper un matrimonio? Todos prefieren que el matrimonio y la familia no se rompan. Lo deseable es que el matrimonio permanezca hasta que la muerte los separe. Las diferentes opiniones surgen en los casos difíciles, pues hay circunstancias donde la convivencia es tan dura que oculta de la vista los bienes que el matrimonio protege.

¿Qué hace que dos personas que se aman cuando comienzan su relación, se lleguen a odiar después de algunos años?

¿Se trata de egoísmo, incapacidad para mantener un vínculo, inmadurez, inestabilidad, falta de responsabilidad, asignaturas pendientes, celos, infidelidad, indiferencia, problemas económicos, o aburrimiento?

Después de siete años de matrimonio la mayoría de las parejas quieren divorciarse por motivos comunes. La persona ansiosa está siempre aburrida y tiene que vivir cambiando constantemente para calmar su ansiedad. Se aburren de la pareja, de las responsabilidades, de los compromisos, de los trabajos, pero en el fondo están deprimidos.

infidelidad Los celos económicos Falta de comunicación El alcoholismo, la drogadicción y el hábito del juego Una vez especificada las causales es posible iniciar la acción de divorcio

¿Cuántas clases de divorcio existen? Son tres; 1.- Judicial: Se encuentra el divorcio express, ante un juez familiar. Este se puede tramitar aunque solo uno este de acuerdo. Este es muy sencillo, pero hay que tramitar una demanda para a la otra parte: para que haya pensión, para que el tiempo que le dedique a los hijos. 2.- Administrativo:-se tramita ante el Oficial del Registro Civil. Requiere voluntad de ambos y se requiere que sean mayores de edad, que no haya hijos, o en su defecto, estos que sean mayores de edad, que se haya liquidado la sociedad conyugal, etc.

Consecuencias Hijos e hijas de padres divorciados

Pocos se toman la molestia de comunicar a sus hijos qué ocurre. De ahí la importancia de considerar que al tomar la decisión de separarse, los padres deben analizar: 1.-su relación con sus hijos e hijas, 2.-las razones que darán a estos para la ruptura y en especial 3.-que la decisión no comprometa las necesidades básicas de los mismos.

Entre 2 y 4 años se sienten culpables, y no es raro que den marcha atrás en su desarrollo, volviéndose más dependientes: mojan nuevamente la cama, piden que les den de comer en la boca. Entre 6 y 8 años también asumen con frecuencia la culpa de la ruptura y, encima, temen que sus padres los abandonen o dejen de quererlos. Entre los 9 y 12 años el sentimiento más característico es el enojo hacia uno de los padres, generalmente con el que se quedan a vivir.

EL DIVORCIO Y LA RELIGIÓN

¿El divorcio es rechazable por motivos religiosos? Hay varias religiones que rechazan el divorcio. Pero los motivos religiosos no son los únicos que se oponen al divorcio.

La Enseñanza del Antiguo Testamento Génesis 2:24 Se deduce que un matrimonio existe ante los ojos de Dios cuando un hombre deja sus padres con vistas a unirse a su mujer y llega a ser una sola carne con ella. El matrimonio es un pacto heterosexual exclusivo entre un hombre y una mujer, ordenado y sellado por Dios, procedido por el acto público de dejar a los padres, consumado en la unión sexual, que resulta en el compañerismo permanentemente de apoyo mutuo, generalmente coronado con el don de los hijos. En Deuteronomio 24:1-4 el objetivo de esta ley es prohibir al hombre que se vuelva a casar con su antigua esposa, una vez que se había divorciado de ella, ya que esta sería abominación delante de Jehová. La ley no aprueba el divorcio; lo que afirma es que si un hombre se divorcia de su mujer, y si le da carta de divorcio, y si ella se va y vuelva a casarse, si su segundo marido la rechaza y si se divorcia de ella o muere, luego el primer marido no puede volver a casarse con ella.

La enseñanza de Jesús El Señor Jesús impartió sus enseñanzas sobre le matrimonio y el divorcio en respuesta a una pregunta a los fariseos. (Mr. 10:2). Jesús se pronunció a favor de la permanencia del matrimonio: El vinculo matrimonial es más que un compromiso humano; es un yugo divino. Por lo tanto el fracaso matrimonial, aun llamada muerte de la relación, no puede ser considerada en sí misma razón suficiente para la desilusión. Jesús declaró la disposición mosaica del divorcio era una concesión temporal del pecado humano: Jesús respondió: por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas el principio no fue así. las disposiciones concebidas por misericordia de Dios para limitar sus consecuencias del pecado del hombre no deben interpretarse como la aprobación del pecado de parte de Dios.

Jesús llamó adulterio al matrimonio después del divorcio: El hombre que se divorcia de su mujer y se vuelve a casar no solo comete adulterio él mismo, sino que además, como se presume que la mujer una vez divorciada se volverá a casar, la lleva cometer adulterio a ella también (Mt. 5:32). Asimismo, la mujer que se divorcia de su marido y se vuelve a casar comete adulterio. (Mr. 10:12) El divorcio por inmoralidad está permitido, pero no es un mandato: El propósito de Jesús no era fomentar el divorcio por esta causa, sino prohibirlo enfáticamente por cualquier otra.

La enseñanza de Pablo 1 Corintios 7:10-16 Pablo confirma la prohibición del divorcio pronunciada por Jesús: Pablo subraya el hecho de que este caso ella no es libre de volverse a casar. Su llamado cristiano es a permanecer sola o reconciliarse con su marido, pero no volver a casarse. Pablo autoriza el divorcio en caso de deserción del cónyuge no creyente: la razón que se ofrece es que el cónyuge no creyente es santificado por medio de su esposa o esposo cristiano así también lo son los hijos. Las razones aducidas son que Dios nos ha llamado a vivir en paz, y que el creyente no puede garantizar que ganará al incrédulo por insistir perpetuar una unión que el incrédulo no esta dispuesto a mantener.

Estadísticas

¿A qué edad se divorcian? Al 2007, la edad promedio en la que se divorcian las mujeres es de 35 años, para los hombres es de 38.

En 1970, por cada 100 matrimonios hay tres divorcios; en el 2003, esta cifra se eleva a 11 divorcios y para 2007 hay 13 divorcios por cada 100 matrimonios.

Entidades con mayor y menor proporción de divorcio