Ganadores I Concurso de Poesía Sergio Algora

Ícaro cualquiera Caen mis párpados quiebran mis vértices salones olvidados hoy vuelvo como un satélite por sus dagas y flechas que destruyeron mis hélices mi interior ya lo deserticé alcé mis alas como un águila no lo pude asimilar ardieron mis palabras y por eso me estrellé porque no pude olvidar la bruma de su cintura y esos labios que un día besé. Eduardo Martín

KM/H Siento tus alargados dedos frágiles y delicados desplazándose ágilmente por la pantalla y acariciando mi piel la intriga de ver que me has escrito cada vez es más grandes... Me pierdo entre miles de conversaciones mientras el corazón se me acelera a 100 km/h pensando en la luz que refleja en tus ojos sedientes de “En línea”. Xandra Tudor

Te entierro en el baúl de mis olvidos, un sitio del que jamás deberías haber salido. Tu recuerdo me persigue, me atrapa, pero no me consigue. Sigue corriendo hacia mí, y yo con un paso me alejaré de ti. No encuentro la verdad entre tus palabras, y no es necesario decir, que no creo que la haya. Me pides perdón, me dices lo siento, pero yo ya no te creo, ¿Y qué si lo lamentas?, si tan solo son historias que a veces inventas. Esmeralda Martínez

Señor orgullo Los sueños se hacen realidad, inquirió entre sollozos mi otra mitad. Necesitaré puntos de sutura pues su mirada me lleva al borde de la locura. Pero querido, tu aire arrogante puede llegar a ser asfixiante y con tanta indirecta ¡Es imposible no soñar despierta! Así que Señor Orgullo permítame decirle que es usted un capullo con tanta actitud confusa lías a mi mente ilusa así que por favor, ¡Deja de jugar con mi corazón! Alexandra Elena Voicu

Poesía Y sustituí a tus dedos por las hojas de tu tranquilidad solo quedó oscuridad mientras tanto yo iba olvidando tu nombre, el que todos los días solía respirar, ahora solo queda tu aroma, tu aroma a azahar, el que por las nubes me lleva, junto contigo al más allá. Roxana Silva

Amor Querido amor, necesito algo de ti ya, por favor. Eres singular, pero para mí era lo más bello en plural. Para la gente algo pequeño, para mí lo más grande y sincero. Piensan que eres malo, ¡mentira! Eres tan buen como tu abrazo, que a tu príncipe le soy de mucho agrado. Y si hablamos de tus besos aquellos que me das sin exceso, me vuelvo loca. Desde el minuto uno estaba interesada, como el sol y la luna se atraen, eres lo más bonito que me ha pasado, y por ello mis sentimientos nunca caen. Ahí donde estés, espero que todo lo vivido, nunca haya sido fingido, y que el tenerte en mi mano tampoco haya sido en vano. Sara Sabroso Sancho