Jesús vivo en las comunidades joánicas Una experiencia para tiempos de controversia Diseño: José L. Caravias sj.

Finalidad del cuarto Evangelio: "Estas cosas han sido escritas para que crean ustedes que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengan vida en su nombre" 20,31

Realidad del tiempo del escrito: Los judíos habían expulsado de sus sinagogas a los que creían en Jesús. A los judíos les era muy difícil creer que Jesús era Dios y que en Dios había tres personas. Y que su esperado Mesías había sido crucificado… Además, los discípulos de Juan Bautista afirmaban que su maestro era superior a Jesús. Por otro lado, se infiltraban en las comunidades corrientes gnósticas y neoplatónicas, que negaban la humanidad de Jesús y despreciaban a los pobres…

Este evangelio no fue escrito de una sola vez, ni por una sola persona. Es fruto de un largo proceso de relectura de los nuevos contextos culturales vividos por “comunidades joánicas”. Posiblemente estas comunidades nacen en Siria, lejos del judaísmo oficial, en contacto con un judaísmo más abierto, y con influencias del mundo griego. Entre ellos hay muchos judíos con mentalidad "anti-templo" (2-3) y algunos grupos de samaritanos (4) Sólo desde este marco sirio se entienden la relación de la obra con la gnosis, el judaísmo abierto y el samaritanismo. El escrito estaría terminado a finales del siglo I.

Ni comprometerse por los pobres. Según la Gnosis a Dios se llega sólo por vía intelectual, conociendo (gnosis) sus secretos. Decían tener un conocimiento misterioso de la divinidad. No importa la vida concreta. Cuerpo y alma son contrarios. Por ello el alma debe desprenderse de todo lo material. No hace falta amar a los demás. Ni comprometerse por los pobres. El Docetismo negaba además la encarnación del Hijo de Dios. El cuerpo de Jesús era aparente e iluso: ni sufrió, ni murió.

Las “comunidades joánicas” viven en esta importante encrucijada cultural, que enfrentan con realismo y creatividad. Aceptan lo mejor del mesianismo judío, que lo ven concretado en Jesús. Pero están también en contacto con el pensamiento griego y el oriental, que los aceptan en parte, depurándolos.

Hoy día este escrito vuelve a tener gran actualidad, como respuesta a nuestra encrucijada de culturas… Necesitamos reconstituir nuestra identidad cristiana, centrándonos en Jesús, Dios encarnado, integrando hoy FE y VIDA…

En la actualidad, la “New Age” es como En la actualidad, la “New Age” es como una versión moderna de la Gnosis. Presentan una espiritualidad ajena a todo compromiso social concreto. Es la expresión de la tentación permanente del hombre de querer alcanzar la salvación por sus propias fuerzas y dentro de sí mismo. Basta “querer” para “poder” ser felices…

La Cristología de la Encarnación molesta también hoy a muchos… Se buscan soluciones espiritualistas, que no comprometan demasiado… La “Nueva Era” es excusa para no tomarse en serio los problemas de los empobrecidos, en los que de nuevo Jesús está encarnado…

de aquellas comunidades. Este evangelio ofrece una relectura de la vida de Jesús respondiendo a las nuevas dificultades e interrogantes de aquellas comunidades.

Reubican al Precursor y le dan un puesto de honor, pero secundario. En Juan se expresa lo más noble del judaísmo y del helenismo, convertidos a la novedad de Jesús. Reubican al Precursor y le dan un puesto de honor, pero secundario. Aceptan ciertas influencias del helenismo de inspiración platónica y algunos conceptos de la gnosis, utilizando incluso el mismo lenguaje de ellos, pero corrigiéndolos y completándolos.

Él es el revelador de Dios, enviado por el Padre. El cuarto Ev. se apoya poco en la tradición sinóptica. Pero profundiza y explicita lo que no está claro. En los sinópticos los milagros de Jesús manifiestan la llegada del Reino. En Juan son “signos” reveladores de la personalidad de Jesús. Él es el revelador de Dios, enviado por el Padre. Jesús no anuncia el Reino, sino que se presenta a sí mismo como realizador del Reino. No hay llamadas a la conversión, sino que todos son invitados a creer en Jesús.

Es una audaz presentación de Jesús que asume las grandes imágenes teológicas del AT y las pone a su servicio para manifestar su gloriosa verdad. No se trata ahora de caminar con Jesús por los senderos de Palestina, sino de contemplar al Cristo resucitado y glorioso.

El Jesús del cuarto Evangelio es ante todo el Cristo glorioso de la Pascua, vivo y actuante hoy en las comunidades… Pero sin renunciar a sus humildes orígenes terrenos : Su vida de hombre concreto de su tiempo, y su muerte verificada con la lanzada.

Es preexistente junto a Dios, El Jesús de Juan tiene clara conciencia de su misión, habla del Dios invisible como de su Padre, que lo ha enviado, que es su origen y su destino, con el que es uno solo, y es posible verlo cuando se le ve a él. Es preexistente junto a Dios, más antiguo que Abraham y más grande que Moisés, presente ahora en las comunidades como testigo fiel del amor de Dios, inaugurando una nueva y definitiva etapa en la historia de salvación.

el final ya está empezando con la vida y obra de Jesús. Juan presenta una "escatología realizada“: el final ya está empezando con la vida y obra de Jesús. En el "hoy salvífico" el hombre accede a la salvación por un acto dinámico y personal de fe en Jesús.

Con toda seriedad y madurez, como en ningún otro escrito, presentan al hombre Jesús como Dios. Y reconocen que esta confesión es fruto directo de la luz del Espíritu.

Jesús en este Evangelio ES UN PERSONAJE DEL PRESENTE, vivo y activo en medio de las comunidades. No es sólo un personaje del pasado… Para ellos el pasado de Jesús se hace presente.

Honran y aman a Dios viéndolo presente y actuante hoy en Jesús. El evangelio de Juan sólo se puede leer desde la fe en la divinidad de Jesús Su contenido fundamental es el testimonio de Jesús sobre Dios. Ésta es su clave. Honran y aman a Dios viéndolo presente y actuante hoy en Jesús.

Es encontrar a Jesús en la vida… Si leemos a Juan como una crónica, no entenderemos nunca lo que quiere transmitir. La lectura de Juan hay que hacerla en contacto directo con Jesús… Es Jesús quien habla en Juan: el Jesús presente, el que da sentido a todo lo que hace la comunidad, lo que predica y lo que vive. Es encontrar a Jesús en la vida… Leer a Juan es escuchar a Jesús

Resumiendo: El Evangelio de Juan cuenta la experiencia cristológica de las “comunidades joánicas”. Sienten a Dios encarnado en Jesús, presente y actuante en medio de ellos. Leer y meditar a Juan es volver a experimentar la presencia activa de Jesús en medio de nosotros…

Jesús con nosotros