Qué es la Iglesia http://restauraciondelapalabra.wordpress.com

Introducción La iglesia de nuestro tiempo está viviendo una crisis de propósito y de identidad. Al decir de propósito nos referimos al norte, a la motivación, a los principios que guían a la iglesia. Al decir de identidad, hacemos alusión a la gravísima y triste conformidad con el mundo que muestra la iglesia. Parece que los cristianos de este tiempo no entienden o no conocen cuál es su verdadera naturaleza, y se sienten llevados a imitar al mundo.

Crisis de Propósito Los Propósitos Fundamentales de la Iglesia son: Proclamación (o evangelismo). Enseñanza (o discipulado). Servicio (o ministerio). Compañerismo (o comunión). Adoración. (El acróstico PESCA nos servirá para recordar los 5 propósitos de la iglesia). Éstas son las razones de ser de la iglesia, el porqué y para qué existe. En estos tiempos finales (que se caracterizan por la apostasía), la iglesia ha perdido la claridad en los propósitos. Hoy importa más la cantidad de personas que se congregan, la cantidad de dinero recolectado, las manifestaciones en las reuniones (erróneamente atribuidas al Espíritu Santo), que la sana adoración. El culto centrado en la experiencia y el énfasis en las estadísticas ha desplazado al Espíritu Santo de las reuniones. De hecho, la gran mayoría de los cristianos no saben para qué se congregan o para qué existe la iglesia. Se conforman con “ir a la iglesia” y ser meros espectadores o receptores de un programa elaborado “para que les guste”.

Crisis de Identidad Tampoco está claro qué es la iglesia. Por no entender a cabalidad la naturaleza cristiana, es que los creyentes buscan imitar al mundo. Se imita al mundo en las modas, en el vestir, en los adornos, en las diversiones, en la música, en las estrategias de la iglesia, en los sistemas de administración de la iglesia, en los criterios de evaluación aplicados en la iglesia, etc.. No está de más recordar que según las Escrituras somos hijos de Dios (Juan 1:12), templo del Espíritu Santo (1ª Corintios 6:19), linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo de Dios (1ª Pedro 2:9). Esta crisis de identidad lleva también al cristiano a no valorar la iglesia como lo que realmente es, y a darle no más importancia que a otras nobles instituciones humanas, como el Hogar de Cristo, la Cruz Roja, la Teletón, etc.. Ciertamente muy nobles instituciones, pero humanas al fin y al cabo. No debe olvidarse que la iglesia no es una invención humana, sino que viene de la mente divina.

Lo que NO es la iglesia La Iglesia NO ES: Un club deportivo. Un centro de madres. Un club de jóvenes. Un show. Una institución de beneficencia. Un lugar de estudio. Si bien en sus programas y actividades puede considerar algo de esto, no son éstas sus principales características ni su razón de ser.

Lo que es la Iglesia

La Iglesia es una COMUNIDAD a la que pertenecemos La iglesia no es un lugar a donde vamos, sino una comunidad a la que pertenecemos. Este concepto tiene muchas y muy profundas implicancias. Uno de los propósitos fundamentales de la iglesia es el compañerismo. La iglesia existe para practicar la comunión entre los santos. Que sea una comunidad va a significar que la vida de la iglesia no se limita al culto, sino que debe trascender a las cuatro paredes del templo y trasladarse a los hogares, al trabajo, al colegio y la universidad, a la vida diaria. Deben cultivarse relaciones de amistad y compañerismo. Debe cultivarse el servicio o ministerio, es decir, el ayudarse mutuamente como verdaderos hermanos. Debe existir un sentido de cuerpo, de pertenencia, de unidad. Hay que tener cuidado con centrar la vida de la iglesia en el templo, ya que si éste desaparece, puede desaparecer la iglesia. Para ilustrar todo esto, léanse: Hechos 2:41-47. Efesios 2:19.

La Iglesia es una AGENCIA de misiones Uno de los propósitos fundamentales de la iglesia es el evangelismo. La iglesia existe para evangelizar al mundo. Este concepto debe remecer a todos los cristianos pasivos, espectadores, observadores, sin compromiso. La iglesia no puede conformarse con llevar una tranquila vida de comunidad, sabiendo que afuera el mundo se va al infierno. La iglesia debe entonces preparar obreros para el trabajo evangelístico. Recibir – Restaurar – Equipar – Enviar. ¡Nunca perder de vista la misión! Leer Mateo 28:19-20.

La Iglesia es un HOSPITAL para las almas Según este concepto, así como a un hospital llegan enfermos buscando ser sanados, a la iglesia llegan personas enfermas buscando ser restauradas. Vicios, ataduras, relaciones rotas, pecados y heridas de todo tipo son los que la iglesia debe tratar y ayudar a sanar. Por lo tanto, todas las personas son bienvenidas en nuestra comunidad, sin hacer distinción de raza, cultura, nivel social o económico, etc.. Obviamente, así como las enfermedades se sanan, asimismo los vicios y pecados se limpian. La iglesia debe desarrollar esa capacidad sanadora. Para poder sanar a otros, la iglesia misma debe estar sana. Este es un asunto esencial: una iglesia sana crece de forma natural. Luego, una iglesia no debe esforzarse en crecer, sino en estar sana. El crecimiento es consecuencia inevitable de una vida sana (leer Hechos 2:47). Leer Mateo 11:28.

La Iglesia es un ALTAR de sacrificios Entre los defectos de la iglesia de hoy está la comodidad. El buen pasar, las comodidades del hogar y de la vida, atentan contra el servicio en la obra y contra la entrega del creyente a su iglesia. Nos agrada mucho el concepto de que somos luz del mundo (Mateo 5:14), pero no estamos dispuestos a consumirnos, gastarnos, sacrificarnos por Dios. La iglesia es un altar. En el Antiguo Testamento el altar simbolizaba sacrificio, entrega, muerte. La iglesia es la instancia que tiene el creyente para entregar, si es necesario, su vida a Cristo. Aunque en la práctica no necesariamente debemos entregar la vida, pero sí renunciar a muchas cosas por causa de Cristo y su obra, y por nuestra santidad. Eso es también sacrificio. No es agradable ver a aquellos cristianos que asumen una actitud contemplativa, observando cómo otros se sacrifican. Leer Romanos 12:1.

La Iglesia es COLUMNA Y BALUARTE de la verdad La iglesia ha sido llamada no sólo a compartir el mensaje del evangelio, sino también a mantener en alto los principios divinos, en medio de un mundo en confusión. Contender por la fe significa precisamente defender las altas verdades bíblicas. Judas 3. La iglesia no puede guardar silencio. Debe levantar la voz. Si no lo hace la iglesia, ¿entonces quién?. Seremos juzgados por nuestro silencio. Debemos hacer ver nuestra postura frente a temas como el divorcio, el aborto, la eutanasia, el homosexualismo, etc.. Leer 1ª Timoteo 3:15.

La Iglesia es la ESPOSA de Cristo Qué verdad más sublime y esperanzadora es ésta. Que sea la esposa de Cristo significa que Él la cuida y la sustenta, que Él la guía y la protege. El infierno mismo no puede prevalecer sobre la iglesia (Mateo 16:18). Esta verdad debe motivar al creyente. A pesar de las luchas, de los pecados, de los errores de la iglesia, el destino de ésta es glorioso, porque es la esposa de Cristo. También es motivación para procurar la santidad de la iglesia. Leer Apocalipsis 22:17.