Enciende los parlantes Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso Dios mío, Dios mío, ¿por qué.

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Transcripción de la presentación:

Enciende los parlantes

Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen Yo te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu Todo está cumplido Tengo Sed Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu Madre

Señor, has llegado al extremo de darnos a María como madre Sólo te has reservado para ti la cálida memoria de su ternura, de su compañía, de su presencia. * V er a Jesús y Oír su Palabra. * C onsiderar lo que padece en su humanidad. * C onsiderar qué debo yo hacer por Él. * V er a Jesús y Oír su Palabra. * Considerar lo que padece en su humanidad. * Considerar qué debo yo hacer por Él. Ni la cruz, ni la muerte, te quitaron ese modo tuyo de darte sin medida. Enséñanos, Señor, tu misma generosidad, tu modo de tratar a los demás. 1°) Ver a Jesús y Oír su Palabra. Cuando defendiste a otros, te enfrentaste decididamente a toda injusticia. Ahora que la víctima eres Tú mismo, no quisiste cambiar tu fe en el género humano, porque para Ti el hombre no está poseído de la maldad total. Por eso has dicho al Padre: “perdónalos porque no saben lo que hacen”. 2°) Considerar lo que padece en su humanidad. 3°) Considerar qué debo yo hacer por Él.

En este día Cristo del calvario vine a rogarte por mi piel enferma pero al verte mis ojos van y vienen de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza … * V er a Jesús y Oír su Palabra. * C onsiderar lo que padece en su humanidad. * C onsiderar qué debo yo hacer por Él. Háblame fuertemente en este día habla profundamente al corazón que no pierda la vida que no apague tu voz que no se enfríe la llama del amor … * V er a Jesús y Oír su Palabra. * C onsiderar lo que padece en su humanidad. * C onsiderar qué debo yo hacer por Él.

* V er a Jesús y Oír su Palabra. * C onsiderar lo que padece en su humanidad. * C onsiderar qué debo yo hacer por Él.

* V er a Jesús y Oír su Palabra. * C onsiderar lo que padece en su humanidad. * C onsiderar qué debo yo hacer por Él.

No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido; muéveme ver tu cuerpo tan herido, muéveme tus afrentas y tu muerte. Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que, aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno te temiera. No me tienes que dar porque te quiera; pues, aunque cuanto espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.