Semillas – vida con proposito
Un hombre trabajaba en una fábrica distante cincuenta minutos de autobús de su casa.
Semillas – vida con proposito En la siguiente parada entraba una señora anciana que siempre se sentaba junto a la ventana. Ella abría la bolsa, sacaba un paquetito y se pasaba todo el viaje arrojando alguna cosa para fuera.
Semillas – vida con proposito
Y si sembramos buenas semillas, los frutos serán igualmente buenos El futuro depende de nuestras acciones presentes
Semillas – vida con proposito ¡No te olvides de sembrar las semillas del bien, de la amistad, de la paz y de la alegría! CRISTO TAMBIÉN MURIÓ Y RESUCITÓ SEMBRANDO AMOR Y DANDO VIDA. TÚ Y YO TENEMOS QUE CONTINUAR SEMBRANDO EL MUNDO DE FLORES. Qu tengas un muy bonito día!