EL AMOR HUMANO Y CONYUGAL
Los cristianos debemos aspirar a vivir esas experiencias de amor, con un amor único, que llene el corazón en su totalidad. El mejor ejemplo de un amor pleno lo encontramos en JESÚS, que hizo de su vida una ENTREGA a los demás. Y lo hizo de un modo total, es decir, hasta el extremo, sin guardarse nada para sí, hasta morir en la CRUZ. “No hay amor más grande que el que da la vida por los demás.”
La primera experiencia es la del ENCANTAMIENTO… no es amor todavía, pero nos sentimos atraídos por la otra persona. Del encantamiento se pasa al amor ROMANTICO… éste nos distrae de la realidad misma. La persona que nos atrae es revestida de características que él o ella no tienen. Aún no es amor, en ésta etapa no es bueno casarse todavía, pues no se conocen lo suficiente.
Luego dicen que el novio “no vio” y la novia “no veía”. Son etapas normales pero aún no son suficientes para sostener un amor perdurable. Del amor romántico, se camina hacia un amor maduro. Más realista y se comienza a actuar con mayor seguridad.
El amor verdadero está siempre en peligro. EXISTEN ENEMIGOS QUE PUEDEN HASTA DAR MUERTE AL AMOR. Pero al seguir a Cristo, los esposos podrán vivir el significado original del matrimonio, venciendo todo lo que pueda dañar su relación de matrimonio. Para esto debemos aprender a reconocer algunos de los enemigos que amenazan el amor verdadero:
VIDA LABORAL Las experiencias de la vida laboral, que muchas veces hacen posponer la convivencia y vida familiar.
EL CONSUMISMO Otro mal de nuestra época, hace correr una loca carrera en pos de un mejor nivel económico y social, descuidando el cultivo de la relación familiar.
LA RUTINA Hasta las mismas manifestaciones de cariño y de amor, pueden dejarse llevar por la rutina.
LA DESILUSIÓN O el desengaño, los defectos del otro se hacen más evidentes y más difícil de aceptar.
EL EGOÍSMO Es la anteposición del “yo” frente a todo lo demás, es la conducta individualista, donde siempre se espera recibir antes que dar. ES JUSTO LO CONTRARIO AL AMOR, QUE ES DONACIÓN.
DEBEMOS ESTAR MUY ATENTOS PARA DETECTAR ESTOS ENEMIGOS Y JUNTOS, TOMADOS DE LA MANO, PODER VENCERLOS. “La felicidad no es un regalo de bodas, es un esfuerzo diario.”