LA CONFIANZA DEPOSITADA EN EL HOMBRE , ESTABLECE UNA SEGURIDAD FALSA
QUE DICE DIOS AL RESPECTO Maldito el varón: cuando este confía en el hombre. De inmediato se establece una incertidumbre en su vida. La insensatez: resulta en debilidad, visión muy corta, sin perspectiva, sin un propósito en la vida. Jer. 17:5 No deposites tu confianza en el hombre Confiar en si mismo lo hace más vulnerable, vendrá a ser como el hombre que edificó su casa sobre la arena. Mt. 7:26-27 Y vienen lluvias de problemas, azotan ríos que arrastran, soplan vientos de incredulidad, y dan con ímpetu, cae y es grande su ruina.
CRISTO ES EL CIMIENTO Luc. 6:46-48 Fundamenta tu vida en Cristo. Cristo es la roca. Su palabra es el cimiento. La confianza en Él, la fortaleza Luc. 6:46-48 Dile a Jesús que Él es tu castillo fuerte. Sal. 91:2 Jer. 17:7 El hombre que pone su confianza en Dios. Jer. 17:8 Es un árbol bien plantado, da su fruto en su tiempo, hecha raíz junto a la corriente. Sal, 1:1-6
JESÚS CONOCE EL CORAZÓN DEL HOMBRE Jer. 17:9-10 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. El corazón del hombre es engañoso, es perverso, sólo Dios lo conoce.
JESÚS ES TU GUARDADOR Sal. 121 1Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? 2Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. 3No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. 4He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel. 5Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. 6El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche. 7Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma. 8Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.
JESÚS QUIERE QUE CONFÍES EN ÉL EL Sal. 127:1 dice: Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. El Sal. 125:1 Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, sino que permanece para siempre.