La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos. Dios creó al hombre a su imagen y semejanza.
La felicidad no se da ni se regala, sólo se comparte. El señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra.
No es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita. El señor Dios tomó al hombre y lo puso en el Edén para que lo cultivase y lo guardase.
Desciende a las profundidades de tí mismo, y logra ver tu alma buena Desciende a las profundidades de tí mismo, y logra ver tu alma buena. La felicidad la hace solamente uno mismo con la buena conducta. Oi tus pasos por el jardín, me entró miedo porque estaba desnudo,y me escondí.
El regalo de la felicidad pertenece a quien lo desenvuelve. He ahí al hombre, que ha llegado a ser como uno de nosotros, por el conocimiento del bien y del mal.
La felicidad es algo que nace del corazón, no se compra. No es bueno que el hombre esté solo, le daré una ayuda apropiada.
El secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere sino querer siempre lo que se hace. De la costilla quitada del hombre,Dios formó a la mujer.
Amigos verdaderos son los que vienen a compartir nuestra felicidad cuando se les ruega y nuestra desgracia sin ser llamados. El hombre se une a la mujer y son los dos una sola carne.
El amor verdadero, el amor ideal, el amor de alma, es el que sólo desea la felicidad de la persona amada sin exigirle en pago nuestra propia felicidad. He tenido a un hombre gracias al Señor.
El bien de la humanidad debe consistir en que cada uno goce al máximo de la felicidad que pueda, sin disminuir la felicidad de los demás. Al principio Dios creó el cielo y la tierra...