¿Qué Esperas Tú de esta Navidad? Mensaje ¿Qué Esperas Tú de esta Navidad? Hno. Isaías Rodríguez A.

Ya solo faltan diecisiete días para la Navidad, Introducción Ya solo faltan diecisiete días para la Navidad, ¿lo sabían?

Introducción El hecho es que la temporada de Navidad parece ser una época de expectativas.

Texto: Lucas 2:22-38

Señalamiento Especial Antes de seguir adelante permítanme decirles que éste no es un pasaje de Navidad. En la Biblia no se habla de la Navidad. Somos nosotros los que hemos desarrollado ese ‘concepto’, lo hemos asociado con el evento del nacimiento de Jesús y lo hemos comercializado al extremo.

Idea Exegética Si uno lee este pasaje detenidamente, encontrará varios personajes importantes, pero hay dos de ellos en especial que, según el pasaje, están ‘esperando algo’ o más bien, ‘esperando a alguien’.

Idea Exegética Y llevando esta expectativa al marco de nuestra celebración Navideña, te pregunto…,

Proposición : ¿Qué es lo que tú estás esperando en esta Navidad? ¿Estás esperando recibir ‘algo’ en especial en esta Navidad?

Pregunta ¿Cuáles de los personajes de nuestro texto estaban esperando a ‘alguien’? ¿Son estos personajes importantes del drama de la Navidad? ¿Qué, o a quién, estaban ellos esperando?

Estamos hablando de Simeón y de Ana. Cuando habla de la actitud de Simeón, en el versículo 25, dice que “… Simeón … esperaba la consolación de Israel…”,

… mientras que de Ana dice, en el verso 38 que “… ella hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.”

I.- Simeón – Esperando la Consolación A.- DICE EL VERSÍCULO 25. “Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.”

Este pasaje dice bastante acerca de nuestro personaje.

Se sugiere que Simeón era una persona de edad avanzada, quien parecía estar ya listo para partir de esta vida, sólo que Dios le había dicho que eso no sucedería sino hasta que un importantísimo evento tuviera lugar.

¿Cuál era ese evento? La llegada del Mesías.

Esto lo consigna el versículo 26 cuando dice, “Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor.”

Por otra parte, el pasaje sí nos habla de sus cualidades morales, por lo que podemos deducir con certeza que la gente lo tenía en buena estima porque era “justo y piadoso”, y tenía una excelente relación con Dios.

B.- Las cosas no estaban muy bien en Israel por aquellos días El pueblo se preguntaba, “¿cuándo irá a venir el Mesías prometido?” La expectativa de Simeón estaba centrada en la consolación que el Ungido del Señor traería a Su pueblo.

En los días de Simeón, en Israel, uno de los títulos del Mesías era ese precisamente, “Consolador”.

Es de destacarse que la necesidad de ser consolados es una necesidad universal.

C.- En la ocasión narrada por nuestro texto, el Espíritu Santo movió a Simeón a ir al templo justo en el día y hora en la que José y María iban a traer a su bebé para presentarlo al Señor, según la ley de Moisés (vs. 22-23).

Dice la Biblia que cuando Simeón vio a Jesús, “le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo…” y luego viene el llamado “Canto de Simeón” en los vs. 29-32.

Permítame hacerle una pregunta Permítame hacerle una pregunta. Padres de familia, ¿cómo se sentirían ustedes si un día llegaran al templo con su recién nacido en brazos y un hombre anciano se acercara a ustedes, tomara al bebé en sus brazos, y comenzara a cantar alabanzas a Dios en voz alta?

II.- Ana, Esperando El Perdón A. . El segundo personaje que hemos mencionado es Ana. La Biblia dice de ella lo siguiente: “ 38 Ésta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.”

B. Ana, como Simeón, también estaba esperando al Mesías, pero con una orientación diferente. Simeón estaba esperando la consolación, mientras que Ana esperaba la redención.

Cuando Ana vio a Jesús, dio gracias a Dios “… y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.” Cuando Jesús nació, Él vino a proveer justamente lo que tanto Simeón como Ana estaban esperando -- consolación y perdón.

III.- Y tú, ¿qué estás esperando que acontezca esta navidad? A. Sea lo que sea que tú estás esperando, Cristo Jesús puede dártelo. 1. Tal vez algunos de quienes escuchan se identifican con la expectativa de Simeón.

Tal vez tú estás pasando por momentos de prueba Tal vez tú estás pasando por momentos de prueba. Has perdido a tu compañero o compañera de vida, o no sientes amor, comprensión, apoyo en tu relación; quizás estás sola criando una familia, tus días y tus noches son solitarias, sientes que tu vida está vacía. Por cualquiera que sea la causa, estás experimentando un dolor emocional muy profundo.

Tú sientes que necesitas consuelo, que necesitas renovar tu experiencia de lo que significa la presencia de Dios en tu vida. Si es así, tú puedes encontrar lo que necesitas en el Señor Jesucristo. Él vino parea consolar al caído, justo en el lugar en el que se encuentra.

2. O tal vez tú te identificas más con Ana, quien esperaba liberación. ¿Acaso estás cargado de culpa en esta temporada debido a algo que has hecho o por la forma en la que estás viviendo? ¿Te sientes atrapado en un patrón de conducta pecaminosa de la que sientes no poder escapar?

Tú necesitas venir a Jesús y encontrar en Él el perdón del Señor, y la liberación que traerá a tu vida ese perdón. Éste es justamente el mejor momento para venir a Jesús.

B. Hay algo que tú tienes que hacer para recibir eso que tanto anhelas en esta Navidad. 1. Aprende a maravillarte con la verdadera historia de Jesucristo, no sólo con la que escuchas durante la temporada navideña.

¿Estás ya ‘programado’ con los festejos de navidad, cenas, regalos, fiestas, cuentas, días interminables, o has decidido tomar el tiempo para meditar en el verdadero propósito que trajo a Jesús a este mundo?

¿Has intentado ponerte en el lugar de alguno de los personajes del drama de navidad y pensar en lo que debió haber significado para esa persona el ser testigo presencial de este gran evento, el nacimiento del Mesías prometido?

2. Aprende a obedecer los impulsos del Espíritu Santo en tu vida, si ya eres un creyente. ¿Observaste lo que la Biblia dice de los personajes que hemos considerado en este mensaje?

De Simeón, el verso 27 dice, “Y movido por el Espíritu Santo vino al templo.” Y de Ana, el verso 38 dice, “Ésta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.”

Tanto uno como el otro actuaron bajo el impulso del Espíritu Santo. Me pregunto, ¿qué habría pasado si los personajes de este drama no hubieran respondido en el momento en que el Espíritu Santo les impulsó a actuar?

Cuando Dios está hablando a nuestro corazón, debemos actuar Cuando Dios está hablando a nuestro corazón, debemos actuar. El mensaje que nos está haciendo llegar es siempre conforme a nuestra necesidad y para nuestro beneficio.

Es posible que Dios te esté diciendo que abras tu corazón y recibas a Su Hijo como tu Salvador personal, o quizás te está dirigiendo a tomar una decisión de servicio en Su obra, o está indicándote a que lleves a cabo un acto de generosidad de tu parte.

Lo que sea, cuando Dios te da Su impulso, hay que actuar. ¿Eres tú de los que actúan o de los que se quedan inmóviles? Actúa, no vaya a ser que te pierdas de una gran bendición en esta navidad.

3. Conviértete en un mensajero de Dios. ¿Tienes algún familiar o alguna amistad que tú sabes andan metidos hasta las orejas en los preparativos de la navidad?

Míralo de esta manera, quizás sus planes y sus expectativas están obedeciendo a profundas necesidades de consuelo y/o de perdón, necesidades que tú sabes sólo el Hijo de Dios puede satisfacer.

Es muy posible que Dios quiera usarte a ti como Su mensajero en esta navidad. ¿Estás dispuesto? Espero que así sea.

Conclusión Al meditar con profundidad en la historia de Jesucristo, y de lo que Él vino a traer al mundo, no podremos menos que maravillarnos ante esa historia. Luego, al decidirnos a actuar bajo el impulso del Espíritu Santo, encontraremos la satisfacción a nuestras más profundas necesidades.

Conclusión Y al asumir el papel de mensajeros del Señor estaremos ante la posibilidad de presentar a otros la verdadera historia del Hijo de Dios; quizás ellos decidan tornarse a Él y recibir aquello que han estado esperando por tanto tiempo. Pero hay que tomar al Hijo para recibir el resto de las bendiciones.

“La subasta” ¿Necesitas consuelo, redención, fortaleza, compañía, amor? Recibe al Hijo, y lo tendrás todo. ¿Quieres hacerlo?

La Excelencia en la Vida Cristiana Invitación Campamento Juvenil La Excelencia en la Vida Cristiana 29 diciembre 26 al 30 de 2013

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