LA PALOMA Y EL GAVILÁN Presentación: MARCIA 05-03-2003
Traigo una pequeña historia, tal vez no es muy singular… Sucede que el argumento me lo dice la realidad. Por eso, a los personajes cualquiera los puede hallar, a la vuela de la esquina o en su propia ciudad.
Ella era una muchacha muy tímida y formal, educada con esmero para la vida del hogar. Y su novio, un caballero con linaje familiar y la existencia ordenada al modo convencional.
Así pues, ¿quién lo podía dudar? iban camino a la boda consagrada ante el altar. Pero, esta vez el libreto alguien vino a cambiar.
Llegó el tercer personaje como por obra del azar. Era un barbado Quijote atrevido e informal. Era la contrafigura, aventurero y sensual. Enamoró a la doncella y desplazó a su rival.
Y no hubo quien pudiera hacerla reflexionar. Ella volaba y volaba en alas del gavilán.
Pobre, decía la gente ¡qué triste será el final! Le comerá las entrañas y después la olvidará Y nuevamente el libreto, alguien lo vino a cambiar.
Después de volar un tiempo en alas del gavilán, la paloma, con astucia, lo llevó frente al altar. Luego le quitó la barba y le enseñó a ser formal. Pobre sujeto, sin barba, ¿a quién le puede gustar?
Moraleja de la historia Ay, las tímidas doncellas ¡cómo les gusta volar! Se enamoran de un Quijote con fama de gavilán… Pero, después de atraparlo con paciencia artesanal, lo vuelven un Sancho Panza, un doméstico ejemplar.