Un relato de la vida real que nos edifica. La Dote. Un relato de la vida real que nos edifica.

La Dote. Un joven campesino estaba muy enamorado de la hija de los granjeros vecinos, nunca le había dejado siquiera sospechar sus sentimientos por temor a no poder pagar la dote, que exigían sus costumbres. La había conocido por muchos años, habían asistido juntos al colegio, en realidad ella no era muy hermosa, era mas bien tosca y poco agraciada dedicada a las labores del campo, sus padres le habían dicho hasta la saciedad que ella no servia para mas nada,

La Dote. sino para trabajar muy duro, que ella no era como las demás, que era su destino ser obrera pues no había estudiado debido a la pobreza de ellos. Ella vivía desanimada y deprimida pues veía a las demás, y pensaba que nunca podría ser como una de ellas y sufría calladamente pensando que nadie se fijaría en ella, no había en ella ninguna esperanza.

La Dote. El joven trabajó muy duro, con la meta de poder alcanzar aquella joven a quien él veía como la más hermosa criatura y suspiraba por ella cada día, no perdía la oportunidad de pasar cerca de aquella granja para poder mirar aunque sea de lejos a su “amada”. En algunos años los cuales le pareció una eternidad, pudo ahorrar una cantidad aceptable, su patrimonio había aumentado gracias a aquel esfuerzo sin tregua.

La Dote. Por fin tomó el valor suficiente y visitó a los padres de la joven y les habló de sus sentimientos por su hija, y les dijo que él quería hacerla su esposa, ellos aceptaron pensando que sería la única oportunidad para su hija, y pidieron la dote que se pedía por una muchacha pobre y poco agraciada como ellos veían a su hija, pidieron 2 vacas……

La Dote. el joven se extrañó y aceptó, pero pensando en esto en su corazón y valorando lo que el amaba a aquella joven, regresó a los pocos días con la dote por la cual el había trabajado varios años y que era lo que el había considerado que sería la que los padres iban a pedir por ella, y trajo 5 vacas gordas de gran valor y las entregó a los padres de la joven, ellos no podían creerlo, esa era la dote para una joven agraciada, educada y de buena familia, ellos eran muy pobres, el joven les pidió que lo recibiesen, pues para él ella valía mucho más.

La Dote. Cuando la joven se enteró de esto, su corazón se llenó de emociones que nunca había experimentado, ¡tenia un enamorado! Alguien se había fijado en ella y no solamente eso, sino que había dado una dote como la que habían dado por la hija del mercader del pueblo, la cual era hermosa y muy estimada. Su corazón rebosaba de gozo y de alegría.

La Dote. Se realizó la boda y todo el pueblo se enteró de tan extraordinario gesto de amor y aconteció que aquella joven que todos veían poco agraciada y aun tosca, sufrió una extraordinaria transformación, pues había llegado a su vida lo que nunca tuvo, la alegría de saberse amada de esa manera, pues su amante esposo la valorizó como a la mas hermosa doncella,

La Dote. sus ojos brillaban ahora con una luz que proclamaba aquello que llenaba su corazón, todos cuando la veían en el pueblo apenas podían reconocerla, estaba hermosa se había convertido en una alegre y feliz mujer, siempre sonreía del brazo de su amado y pensaban: ¿como podía ser esto? ¿Cómo podía alguien cambiar así?.

La Dote. La Biblia dice que: “la alegría del corazón hermosea el rostro” no hay nada que nos haga mas bien parecidos y agradables a los demás, que el gozo y la alegría cuando habitan en nuestros corazones, el sentirnos apreciados y valorados levanta nuestra auto estima

La Dote. ¿Sabes que Dios pagó por nosotros para recatarnos de las garras del maligno el precio mas alto? un precio infinitamente mas alto que el que pudiéramos merecer, la vida de su hijo Jesucristo y lo hizo para mostrarnos cuanto nos ama, esto es una extraordinaria noticia que debería de llenarnos de alegría, saber que Dios “nos ama de tal manera” .

Texto y presentación: Fernando Regnault La Dote. Tu eres importante para él y él solo espera que le correspondas que te acerques a él. Lee la Biblia, Dios la dejo para ti. Visita www.abcdelabiblia.com Texto y presentación: Fernando Regnault