Fiesta de la Eucaristía Fiesta de nuestra parroquia

Juntos cantando la alegría de vernos unidos en la fe y el amor; juntos sintiendo en nuestras vidas la alegre presencia del Señor.

Oh Señor, escucha y ten piedad.

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres.

El cáliz que bendecimos es la comunión de la sangre de Cristo.

Aleluya, aleluya, es la fiesta del Señor, aleluya, aleluya, el Señor resucitó.

Padre, escucha nuestra oración

La colecta de hoy es por CARITAS

Santu, santu, santua diran guztien Jainko Jauna. Zeru-lurrak beterik daukaz zure diztirak. Hosanna zeru goienetan. Bedeinkatua, Jaunaren izenean datorrena. Hosanna zeru goienetan.

En el mar he oído hoy, Señor, tu voz que me llamó y me pidió que me entregara a mis hermanos. Esa voz me transformó, mi vida entera ya cambió y sólo pienso ahora, Señor, en repetirte: Padre nuestro, en Ti creemos, Padre nuestro, te ofrecemos, Padre nuestro, nuestras manos de hermanos.

Gure Aita, zeruetan zarana, santu izan bedi zure izena. Etor bedi zure erreinua, egin bedi zure nahia, zeruan bezela lurrean bere. Emoiguzu gaur egun honetako ogia. Parkatu gure zorrak geuk bere gure zordunai parkatzen dautsegun ezkero. Eta ez gu tentaldira eroan, baina atara gagizuz gatzetik.

Padre nuestro, en ti creemos, Padre nuestro, te ofrecemos, Padre nuestro, nuestras manos de hermanos.

Maitasuna bakearekin batera eskenitzeko nator esku ematera

¡Que seamos tus testigos, Maestro!

Jesús, en tu Última Cena nos dejaste el mejor recuerdo de lo que hiciste por nosotros. Gracias, Jesús, amigo del alma, por la Eucaristía, por el alimento que nos das.

No adoréis a nadie, a nadie más que a El. No adoréis a nadie, a nadie más que a El. No adoréis a nadie, a nadie más. No adoréis a nadie, a nadie más. No adoréis a nadie, a nadie más que a El.

Sacerdote.- Padre, hoy queremos pedirte por todos nuestros hermanos de esta nuestra comunidad cristiana del Corpus. Todos.- Tú nos conoces a cada uno. Conoces nuestro nombre, nuestras virtudes y defectos, nuestras alegrías y penas. Nos aceptas como somos.

Sacerdote.- Tú, Señor, nos amas, no porque seamos buenos, sino porque somos hijos tuyos. Todos.- Enséñanos, también a nosotros, a querernos de verdad, como Dios nos ama, más allá de nuestros defectos y limitaciones.

Sacerdote.- Te damos gracias, Padre, porque nos has dado hermanos en la fe. Todos ellos son para nosotros un auténtico regalo. Todos.- Danos la mirada de Jesús para contemplarlos y amarlos como son. Y enséñanos a descubrir en todos ellos la presencia viva de tu Hijo.

Hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar, madre mía del cielo. Si en mi alma hay dolor, busco apoyo en tu amor y hallo en ti mi consuelo. Hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar. Mi plegaria es canción. Yo te quiero ofrecer lo más bello y mejor que hay en mi corazón. (Bis)

Mes de mayo: Mes en el que recordamos especialmente a María, nuestra madre.