Cuento de Navidad

Han pasado ya más de dos mil años, y el viaje de Nazaret a Belén sigue siendo una gran aventura. José el carpintero acompañaba a María, su esposa, para acudir al censo de habitantes que había sido ordenado por Augusto. Tenían por delante un largo camino que recorrer, por tierras solitarias e incluso peligrosas. Pocas veces pasaban por algún pueblo o ciudad. José caminaba delante y se preocupaba mucho por el bienestar de María, y ahora mucho más, al estar esperando un bebé.

María sabe que espera al Hijo de Dios. María y José le pondrán el nombre de Jesús, como les ha indicado el Arcángel Gabriel, que se había presentado ante María, vestido con una túnica blanca y rodeado de estrellas y un halo dorado que le iluminaba. María se asustó y quiso huir, pero finalmente escuchó lo que tenía que decirle, y al conocerlo, su alegría fue inmensa.

En su camino, María y José conocieron a mucha gente, ya que todos tenían que ir al censo. Un pastor viajaba con sus ovejas, ya que no podía dejarlas solas. Cuando María y José llegaron a Belén era muy tarde, y todos los lugares donde dormir estaban ocupados. María sabía que el Niño iba a nacer pronto, y estaba preocupada, pero era imposible encontrar un lugar apropiado.

María y José descubrieron finalmente un establo donde pasar aquella noche. Pronto, el Niño nació, y María y José lo acomodaron en un pesebre junto a un buey y una mula que le dieron calor. En el exterior, los pastores vigilaban sus ovejas. Un ángel se acercó, y cuando vio al Niño dijo a todo el mundo: “El Hijo de Dios ha nacido esta noche”. Los ángeles aparecieron en el cielo y cantaron: “Gloria a Dios”.

La Buena Nueva también llegó a oídos de los Tres Reyes Magos de Oriente: Melchor, Gaspar y Baltasar. Montaron sobre sus camellos y emprendieron el largo viaje con sus regalos. Una estrella les indicaba el camino. Se presentaron ante María y José para ofrecer al Niño sus presentes: oro, incienso y mirra. Luego, tomaron el camino de regreso, anunciando la noticia del Nacimiento de Jesús.

Todos los años esperamos la Navidad con impaciencia, para celebrar el Nacimiento de Jesús, recordando con cariño esta historia. Y de la misma manera que el Niño Jesús recibió los regalos de los Tres Reyes Magos, todos los niños del mundo reciben regalos en esta fecha.