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Sacramento. Jesucristo dio este poder a la Iglesia.

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Presentación del tema: "Sacramento. Jesucristo dio este poder a la Iglesia."— Transcripción de la presentación:

1 Sacramento. Jesucristo dio este poder a la Iglesia.
Sacramentos 72 Penitencia 6 Sacramento. Jesucristo dio este poder a la Iglesia.

2 Jesucristo hablaba varias veces de “conversión”, que es un cambio de mente y de corazón. Este cambio incluye apartarse del mal para seguir el camino del bien. Esto no podría hacerse si uno no vence con la penitencia la inclinación al mal. Esto es el arrepentimiento con propósito de cambiar. Cuando uno hace un acto muy grande de penitencia con una contrición perfecta, la conciencia se pone en paz con Dios.

3 Pero resulta que es muy difícil hacer un acto tan perfecto que nos dé la gracia. Jesús nos lo quiso facilitar y nos dio un sacramento especial del perdón, que es el sacramento de la penitencia o confesión. También se le llama: sacramento de la reconciliación, 2ª tabla de salvación, potestad de las llaves, etc

4 Desde la edad media era muy frecuente llamarle “sacramento de la confesión”; pero ha quedado como más frecuente y técnico “sacramento de la penitencia”. San Agustín lo llamaba “Bautismo iterable”, porque era como otro bautismo que se repetía para darnos el perdón. Algunos lo llamaban simplemente “Paz” por la tranquilidad que da al alma.

5 La Iglesia siempre lo ha tenido como algo muy importante y lo ha tenido que defender de muchos enemigos. Entre estos estaban los montanistas, en el siglo 2º, quienes negaban a la Iglesia el poder perdonar algunos pecados muy graves, como la apostasía, el homicidio y el adulterio. Después vinieron los donacianos que acentuaban mucho lo de que sólo Dios puede perdonar.

6 Y que lo importante es la fe de cada uno.
Los enemigos más importantes fueron los protestantes en el siglo 16, quienes negaban que pudiera haber un sacramento para perdonar los pecados. Esto desde Lutero en adelante. Para ellos lo principal era la fe. Decían que los pecados no se borran sino que se cubren, de manera que Dios ya no los tiene en cuenta. Y que lo importante es la fe de cada uno.

7 Al ser lo importante la fe de cada uno según los protestantes, lo que hace el confesor lo puede hacer cualquier otra persona, que es excitar la fe del penitente para unirse a los méritos de Cristo, de modo que Dios no tenga en cuenta ya esos pecados. Pero la Iglesia Católica nos enseña, ya desde el principio, que Jesús dio a la Iglesia este poder de perdonar los pecados.

8 Entre todas las afirmaciones que hay de la Iglesia a través de su historia, es de notar lo proclamado por el Concilio de Trento, por el año 1550, donde con claridad se proclama cómo Jesús, después de resucitar, al darles a los apóstoles el Espíritu Santo les dijo: “Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados y a quienes se les retuviereis, les serán retenidos”. Que Jesús les dio el poder, siempre la Iglesia lo ha sostenido.

9 Sabemos que Jesús perdonaba los pecados. Él era Dios
Sabemos que Jesús perdonaba los pecados. Él era Dios. Cuando perdonó a aquel paralítico, bajado desde el techo, algunos decían: “¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?” Y tenían razón. Lo que no tenían razón era el considerar a Jesús sólo hombre. Si Jesús es Dios, puede perdonar pecados.

10 Pero Jesús se marchó al cielo y ya no iba a estar de forma visible en este mundo. Ya no podemos ver a Jesús perdonando pecados; pero Él, como Dios, puede dar dicho poder a otros, como lo hizo con los apóstoles y sucesores. Por eso con tranquilidad le pedimos perdón al Señor a través de la confesión.

11 Perdón, perdón, Automático

12 perdó-name, Señor.

13 Contra Ti, yo pequé,

14 perdóname, Señor.

15

16 Mi pecado Tu bien lo conoces

17 y mi falta no se aparta de mi mente.

18 Contra Ti, Señor, contra Ti, Señor,

19 yo pequé.

20 Perdón, perdón,

21 perdó-name, Señor.

22 Contra Ti, yo pequé,

23 perdóname, Señor. Hacer CLICK

24 Es muy bueno saber que Jesús haya dado este poder a algún hombre
Es muy bueno saber que Jesús haya dado este poder a algún hombre. Es como si Jesús le dice a uno: cuando tu perdones, yo lo doy por perdonado, y si no quieres perdonar, es como si yo no perdono. En ese caso ese hombre tiene poder de perdonar los pecados. De hecho no es él el que perdona, sino que es Jesús el que perdona a través de ese hombre, a través de sus labios y de la señal que hace con las manos.

25 Es lo mismo como si un rey tuviera que hacer un viaje largo (pensamos en el estilo muy antiguo) y le dijera a un amigo suyo en algún juicio complicado: haz lo que a ti te parezca, si le perdonas o condenas, yo lo daré por hecho. Y le deja el sello real para que lo que haga tenga validez como si fuese el mismo rey.

26 Es lo que hizo Jesucristo con los apóstoles. Lo cuenta san Juan
Es lo que hizo Jesucristo con los apóstoles. Lo cuenta san Juan. Era el día de la resurrección. Estaban con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús se presenta en medio y, después de darles la paz y la alegría, les dijo: “A quienes perdonéis los pecados les quedan perdonados, a quienes se los retuviereis les serán retenidos”.

27 Antes de estas palabras les había dado el Espíritu Santo.
Dicen los entendidos que aquí no se trata de la 3ª persona de la Stma. Trinidad, que vendría de manera especial el día de Pentecostés. Aquí puede significar: una efusión del espíritu de Dios, una santificación o un espíritu vivificante que debían tener, signo de un gran poder espiritual.

28 Era un espíritu de amor y de perdón que la Iglesia iba a necesitar.
Porque la Iglesia que comenzaba iba a ser de santos, pero también de pecadores. Iba a ser una Iglesia santa, pero en este mundo envuelta en pecados. Necesitaban un poder especial para perdonar.

29 Este poder ya se lo había prometido Jesús a san Pedro, junto con lo de las llaves del reino de los cielos, cuando le dijo: “Lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos”. Estas eran fórmulas bíblicas para expresar juicios sobre el bien o sobre el mal.

30 Hay otros pasajes, como en Mt 18,15ss, en que Jesús admite una autoridad en la Iglesia superior a un grupo de hermanos. Es decir: el miembro de la comunidad cristiana, que peca, debe ser corregido primero a solas, luego por dos o tres testigos, luego por la Iglesia.

31 No quiere decir que quien tenga esa autoridad tenga que ser mejor que los otros; aunque por tener este poder, debería esforzarse por ser mejor. La Iglesia tiene poder de sacar a uno de la comunidad (es lo que significa excomulgar) o dejarlo permanentemente dentro. Por eso, quien tiene mayor responsabilidad en la Iglesia debería tener también santidad.

32 La confesión, como iremos viendo, es un juicio
La confesión, como iremos viendo, es un juicio. Pero no sólo porque pedimos perdón al Señor, sino porque nos debemos perdonar unos a otros. Por eso le decimos al Señor que nos ayude a perdonar.

33 Olvida, hermano, tus culpas, corriendo busca al Señor.
Automático

34 Pero no te olvides nunca
de prodigar tu perdón.

35 Pero no te olvides nunca de prodigar tu perdón.

36 Si a tu hermano no recibes,
no te acerques al altar.

37 Has de perdonar primero, y el Señor te aceptará

38 Has de perdonar primero, y el Señor te aceptará.

39 Olvida, hermano tus culpas, corriendo busca al Señor.

40 Pero no te olvides nunca
de prodigar tu perdón.

41 Pero no te olvides nunca
de prodigar tu perdón. Hacer CLICK

42 A alguna persona se le ha ocurrido decir que la confesión es un invento de los sacerdotes, quizá para pasárselo bien enterándose de muchas cosas. Es ridículo, ya que es uno de los ministerios más pesados y molestos. Además el sacerdote no gana nada con ello. Lo hace todo gratuitamente. Si no fue Jesucristo, debería saberse quién lo inventó. Jesús lo hizo para nuestro bien, porque nos quería de verdad.

43 Los apóstoles, después que comenzaron a predicar y bautizar, ejercían esta potestad dada por Jesucristo, como aparece en los Hechos y en las Cartas. En verdad que no aparece mucho durante los 3 primeros siglos de la Iglesia. Lo que más hacían los Santos Padres era impulsar, exhortar para que hicieran una buena confesión, pero no solían describir cómo se hacía.

44 Una de las razones para no tener documentos de cómo se realizaba, es que no era lo mismo exacto en todos los lugares. Lo importante es saber que la Iglesia daba el perdón de los pecados cometidos después del bautismo. En Hechos 19, 18 dice que “muchos de los creyentes venían a confesar y a declarar lo malo que habían hecho”.

45 No todos recibían el perdón enseguida
No todos recibían el perdón enseguida. En Hechos se habla de Simón Mago, que quería comprar con dinero el poder de los apóstoles. Era un pecado muy grande y fue rechazado. Pero Simón pidió oraciones por él y por fin fue perdonado. En toda la historia de la Iglesia no hay ni un vestigio de que este sacramento sea un invento de la Iglesia.

46 Hay un testimonio muy hermoso de san Clemente papa, que es el 4º papa todavía en el siglo 1º viviendo san Juan Evangelista. Este santo papa escribió una carta en que dice: “Si la envidia, la incredulidad u otro cualquier pecado se ha apoderado de tu alma, no debes tener vergüenza de confesarte al sacerdote, a fin de librarte de las penas del infierno”.

47 San Pablo en sus cartas dice varias veces cómo tiene potestad de echar a uno de la comunidad, si fuese preciso. Una vez dice que se excluyen del reino de Dios: los lujuriosos, los impostores, idólatras, blasfemos, borrachos, ladrones. Pero después dice que participan de la comunidad por el perdón de los pecados.

48 Muy importante es lo que se dice de san Pablo en 2Cor: Un cristiano ha hecho algo muy malo y san Pablo se ha entristecido y pide el castigo. Pero luego pide que le perdonen y consuelen para que no caiga en la desesperación. Este perdón y readmisión en la comunidad se entiende que es por medio de quien tiene tal potestad.

49 El apóstol Santiago, en el cap
El apóstol Santiago, en el cap. 5, donde habla del sacramento de la Unción de enfermos, al decir que esa unción puede perdonar pecados, dice: “confesaos mutuamente los pecados y rezad unos por otros para que os curéis: mucho puede la oración insistente del justo”. Este justo parece referirse al presbítero encargado de buscar esta santidad en el pueblo.

50 El Apocalipsis habla de la participación de la Iglesia en la penitencia del pecador. Habla de echar a alguno de la comunidad; pero luego habla de la misericordia de Dios para inducir a la conversión y poder ser admitido quien se arrepentía de sus pecados. Y aunque en los primeros siglos no hay muchos documentos, la Iglesia siempre está persuadida de poder perdonar.

51 Algunos santos padres tuvieron que recalcar lo de que la Iglesia puede perdonar todos los pecados, pues, como vimos, algunas herejías decían que no podía perdonar todos. Jesucristo dijo claramente: “todos los que perdonéis…” Así lo entendieron los apóstoles y sus sucesores.

52 Así que vayamos ante el Señor con los deseos de volver a sus brazos.
Cuando Jesús les dio a los apóstoles la misión de evangelizar, les dijo: “Como mi Padre me envió, así os envío yo a vosotros”. Era un envío de salvación. Y en este mundo donde hay tantos pecados, no puede haber salvación si no pueden perdonarse los pecados. Así que vayamos ante el Señor con los deseos de volver a sus brazos.

53 Automático Delante de tu altar, Señor, delante de tus brazos abiertos en cruz, cuántas cosas te diría, Señor.

54 Negué tu amistad y tu amor, me fui de tu casa muy lejos del Sol.
¡Cuántas cosas te diría, Señor!

55 Vuelvo a tus brazos, abrázame, Señor.

56 de rodillas hoy te pido perdón.

57 Vuelvo a tu lado, bendíceme, Señor,

58 a tu lado cambiará mi corazón.

59 Oh Señor, en tus manos encomiendo mi amor.

60 Bajo el amparo de María, la Madre, al encuentro con el Señor.
AMÉN


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