La descarga está en progreso. Por favor, espere

La descarga está en progreso. Por favor, espere

Estipendio, la misa es reunión, el altar

Presentaciones similares


Presentación del tema: "Estipendio, la misa es reunión, el altar"— Transcripción de la presentación:

1 Estipendio, la misa es reunión, el altar
Sacramentos 47 Eucaristía 17 Misa 7 Estipendio, la misa es reunión, el altar

2 Al hablar de las misas aplicadas, conviene explicar un poco lo de los estipendios. Al aplicar una misa, se suele dar un estipendio al sacerdote. Aquí es un poco delicado, porque alguien dice: el sacerdote está pidiendo que se apliquen misas para ganar más dinero. En primer lugar, es cierto que a veces hay abusos “cobrando” de más o pidiendo varios estipendios a la vez. Aunque a veces suena lo mismo; pero la misa no se “paga ni se cobra”.

3 ¿Cuánto vale la misa? Si miras el sentido material, puedes medir lo poquito que se gasta en luz, vino, formas, sostenimiento del lugar y quizá hasta una hora de trabajo del sacerdote. Si miras lo espiritual, su valor es infinito y no hay dinero suficiente en el mundo para pagar una misa. El estipendio significa contribuir al sustento del sacerdote con ocasión de este servicio religioso que se le está pidiendo.

4 Esto viene desde lo más antiguo en el cristianismo, cuando se llevaba a la misa pan, vino y otros alimentos. Del pan y vino se tomaba una parte para la misma misa. Lo restante se reservaba para el sacerdote: para su sustento u otras necesidades. Como el llevar alimentos cada vez era más complicado, se pensó en dar una cantidad de dinero.

5 Si no hay extralimitaciones, ningún sacerdote se va a hacer rico con el estipendio. Pero san Pablo nos dice en la 1ª carta a los corintios: “¿No sabéis que los que se ocupan en las cosas sagradas comen del templo, que los que sirven al altar participan del altar? De igual modo ordenó el Señor que los que anuncian el Evangelio vivan del Evangelio” (9,13-14). Dice parecido en otro lugar.

6 Por lo tanto el estipendio es como una especie de limosna que se da al sacerdote para sus gastos normales, para su vida normal no extralimitada. Y como viene a ser sólo para el sustento, la norma es que sólo cobre un estipendio por día, aunque tenga que decir varias misas. Claro, que mucho de esto depende de las circunstancias, como pueden ser las dificultades en el viaje, etc.

7 Decíamos que la misa es de todos y para todos
Decíamos que la misa es de todos y para todos. Es el sacrificio de Jesucristo; pero es también el sacrificio de la Iglesia que se ofrece con Él. Por eso los cristianos no somos espectadores pasivos sino que debemos asociarnos, participar activamente y unidos para celebrar nuestra comida de hermanos, como dice el canto de entrada de la misa típica de mi tierra, en Castilla.

8 Venimos a celebrar nuestra comida de hermanos
Automático

9 en memoria de Jesús, que ha muerto y resucitado.

10 En memoria de Jesús, que ha muerto y resucitado,

11 Venimos a celebrar nuestra comida de hermanos

12 Y queremos compartir la comida y la palabra.

13 De ella sacaremos fuerza
para andar nuestra jornada

14 la comida y la palabra para andar nuestra jornada.
Hacer CLICK

15 La misa es un encuentro con Dios, pero es también un encuentro con los hermanos, a los cuales nos debemos sentir más unidos en cada participación de la asamblea eucarística. En la liturgia del Corpus se dice: “Concede, Señor, a tu Iglesia los dones de la unidad y de la paz, porque tal significan sacramentalmente las ofrendas que te presentamos”. Hay una unión íntima entre la misa y la caridad o el aumento de la caridad en la Iglesia. Suele decirse que la Iglesia hace la misa y la misa hace a la Iglesia.

16 La misa no es una acción solitaria, sino es esencial-mente una reunión.
Es algo comunitario. Por eso se dan normas para que los fieles se agrupen en torno al altar, que adopten posturas comunes, que todos unidos canten y respondan al sacerdote. Estas normas no están dictadas precisamente para dar sólo más vida y belleza a la misa, sino por la conveniencia de que los fieles manifiesten, aun exteriormente, el testimonio de que están participando en el sacramento de la unidad.

17 En la Iglesia primitiva para sentir más este clima fraterno de aquellos que participaban verdaderamente en el sacrificio eucarístico, en el ofertorio se decía el “ite, misa est” para que salieran los pecadores públicos, los catecúmenos, es decir, los que se estaban preparando para el bautismo, pero no estaban bautizados, los judíos y paganos que hubieran ido por curiosidad. Así se quedaban solos los bautizados para que estuvieran más unidos en los momentos del sacrificio de Jesucristo.

18 Esta unión se manifestaba luego en el Padrenuestro, y se participaba en la unidad dándose la paz. La plenitud de la unidad sería participando en la comunión. Cuando uno recibe la comunión en pecado grave, es una comunión sacrílega. Pero no sólo sacrílega porque se manche a Cristo y provoque la ruptura voluntaria con Dios, sino también con los hermanos.

19 San Pablo en la 1ª carta a los corintios, en la descripción que hace de la Eucaristía y de cómo se realizaba la misa entonces, recordando el banquete o cena de Jesús, recuerda cómo se celebraba la misa en medio de una cena fraterna. Pero, por la dificultad de hacer la comida para todos, cada uno llevaba su comida. Con lo cual lo que debería ser símbolo de unidad, muchas veces no lo era, pues unos comían mucho y otros pocos; unos comenzaban antes sin esperar. (Cf 1cor 11, 20-22).

20 San Pablo, por lo tanto, censura el hecho de que la misa no era lo que pretendía, un verdadero ágape fraterno, la unidad entre los fieles. Y muestra el deseo de que cada día crezca el fervor y espíritu fraterno que debe haber precisamente por participar en la cena del Señor. Esta unidad en la misa la manifestamos cuando nos damos el abrazo de paz y cuando en procesión de unidad nos acercamos a recibir el cuerpo de Cristo en la comunión.

21 Esa unidad que mostramos en la misa, después debemos manifestarla en la vida normal. De esto debemos examinarnos muchas veces: si la misa tiene alguna vibración en la vida real. Porque si no se transmite en la vida, es señal de que no ha sido una misa verdadera sino una especie de compromiso sin llegar a ser fermento de amor fraterno.

22 Así pues, la misa no es una oración privada, sino que es oración de toda la Iglesia. Por eso en las ceremonias hay diálogo del sacerdote con los fieles. Hay respuesta de todos con el “Amén” a las oraciones del sacerdote. E igualmente respuesta al saludo, cuando dice “El Señor esté (o está) con vosotros”. A lo que responden “y con tu espíritu”. El sacerdote no dice a Dios: te pido, sino “pedimos”. Es oración de todos.

23 Y todos están invitados a la comunión
Y todos están invitados a la comunión. El celebrante está obligado a comulgar; pero también se invita a todos. Se trata del momento de la verdadero unidad. Una unidad que debe ser con alegría quizá manifiesta, porque vamos a compartir la mesa del Señor, símbolo del compartir el pan de cada día.

24 A comer y beber Dios nos ha sentado en la mesa redonda de la igualdad.
Au t omá t i co

25 La comida de blanca paz y alegría, la bebida de roja fraternidad.

26 Bien claro está lo que quiere Dios que nos regala el pan.

27 Bien claro está lo que quiere:

28 Que compartamos el nuestro con aquellos que no tienen,

29 Que comparta-mos el nuestro con los que no tienen vino y pan.
Hacer CLICK

30 Altar: Cuando hablamos de la misa, debemos hablar también de la mesa, del altar. En todo templo de la Iglesia católica está el altar, que es algo importantísimo para celebrar la misa. En todas las religiones antiguas siempre había un altar para los sacrificios. En algunos sitios es una gran piedra sagrada. Esta piedra se consideraba que tenía un contacto especial con la divinidad. Y al poner allí los dones, quedaban santificados.

31 En el cristianismo se rebaja en cierto sentido la importancia del altar, porque lo verdaderamente importante es la ofrenda que por su naturaleza es sagrada y consagrada a Dios. Y esto es así, aunque el altar sea rico o pobre, sea de piedra o de madera.

32 Al principio el altar era una mesa corriente, ya que la misa se celebraba en las casas particulares. Antes del siglo IV era muy difícil hacer iglesias o templos cristianos, porque eran perseguidos. Cuando se comenzaron a construir iglesias o templos particulares cristianos ni siquiera se colocaba mesa fija, sino que, como la eucaristía se guardaba en lugar oculto, lo más importante era la cátedra del obispo.

33 Pronto, dando más sentido al sacrificio de Cristo, empezó a tener importancia el lugar donde se celebraba el augusto sacramento. Ya en las catacumbas se prefería celebrar sobre el sepulcro de algún mártir. Esto les pareció tan hermoso que se decretó que donde la misa se celebrase, hubiera alguna reliquia de un mártir. En el año 330 el papa Silvestre 1º decretó que el altar debía ser muy digno, de modo que si no podía ser de piedra, que al menos en el centro estuviera el ara, que era una piedra consagrada.

34 Al principio la mesa estaba separada del fondo
Al principio la mesa estaba separada del fondo. Pero luego empezó la costumbre de unir la mesa en el fondo, ya que la misa la celebraba el sacerdote de espaldas al pueblo. Entonces la pared se adornó mucho y surgieron los retablos muy hermosos, sobre todo ya con el románico y el gótico. La mesa del altar era algo que estaba unido con el retablo.

35 Así siguió hasta que en el Conc. Vat
Así siguió hasta que en el Conc. Vat. II (mitad del siglo XX) se pensó que era importante que el altar estuviera separado de la pared. Con ello se da realce a la importancia del altar y el sacerdote puede celebrar de cara al público. El altar es una representación de Cristo. Por eso al altar se le venera. Y al principio y final de la misa el sacerdote lo besa, como si besara a Jesucristo.

36 Luego hay otras cosas necesarias para la celebración de la misa
Luego hay otras cosas necesarias para la celebración de la misa. Esto es si se puede tener, pues a veces varios han tenido que celebrar de una manera muy oculta en la cárcel. – Debe haber un crucifijo de manera visible para que se pueda tener mejor el sentido profundo de la misa.

37 Se suelen poner, y hay cierta obligación, dos velas encendidas
Se suelen poner, y hay cierta obligación, dos velas encendidas. A veces se pone sólo una. Y esto aunque sea muy de día y haya muchas luces. Es para significar que se van consumiendo como Cristo y que nosotros debemos también irnos consumiendo por la llama del amor. Se pueden llevar por los acólitos en solemne procesión.

38 Para la misa es importante el cáliz para el vino que se ha de convertir en la sangre de Cristo. En tiempos había una obligación de que al menos la copa fuese de oro o de plata. Por lo menos el baño. Hoy se permiten copas más sencillas, según las circunstancias y la cultura de cada pueblo. Y lo mismo pasa con la patena donde está la hostia que ha de convertirse en el cuerpo de Cristo. Si es de madera, que sea digna para la mejor adoración al cuerpo de Cristo.

39 Para la celebración se requieren manteles del altar
Para la celebración se requieren manteles del altar. Antes había normas de que debían ser tres; sobre todo alguno que cuelgue por los lados para dar realce a lo que allí se celebra. – El tener los corporales es algo importante, porque es el mantelito donde directamente estará el cáliz y la patena con la sangre y el cuerpo de Jesús. – Hay cosas de menos importancia, como purificadores para limpiar el cáliz o palia para taparlo.

40 Otra cosa que debemos tener en cuenta para la celebración son los ornamentos sacerdotales. Al principio no solían haber. Pero poco a poco, como en todas las religiones, los ministros buscan vestirse con alguna distinción para inspirar la reverencia. Cuando la gente comenzó a vestirse de una manera más sencilla en la vida ordinaria, los sacerdotes empleaban prendas negras como entre los romanos; y para los oficios el alba y la casulla.

41 El alba es la túnica blanca que llega hasta los pies, que era como el vestido interior de los romanos. La casulla era como el manto más importante que llevaban para las solemnidades y para los viajes. La casulla ha tenido diferentes formas según los tiempos y culturas.

42 Es interesante saber que los colores de la casulla no es libre, sino que debe acomodarse a la entonación de la misa. Es blanco cuando debe ser signo de gloria, de inocencia, de santidad o fiesta. Es rojo para significar el fuego del Espíritu Santo o la sangre de los mártires. El morado es signo de penitencia. Durante siglos para los difuntos se usaba el negro. Hoy se prefiere el morado. Y cuando no hay uno detallado, se usa el verde, signo de la esperanza y de la naturaleza.

43 Jesús nos va dando la grandeza de la misa y nos proporciona modos de celebrarlo dignamente. Y en la misa queremos ir hacia Él y queremos estar con Él, porque Jesús es genial.

44 Quiero estar contigo, Jesús, eres genial;
Automático

45 todos muy contentos venimos a tu altar.

46 Quiero estar contigo, Jesús, eres genial,

47 la misa es una fiesta, venid a celebrar.

48 Todos los domingos no faltes a su cita;

49 Todos los domingos su palabra escucharás.

50 Todos los domingos con muchos chicos más

51 cantamos muy contentos, comemos de tu pan.

52 Todos los domingos no faltes a la misa;

53 Pues ella nos congrega y nos llena de su amor.

54 Todos los domingos venimos a rezar.

55 Jesús es nuestra fiesta,
Jesús es amistad.

56 Jesús es nuestra fiesta, Jesús es amistad.

57 Quiero estar contigo, Jesús, eres genial;

58 todos muy contentos venimos a tu altar.

59 Quiero estar contigo, Jesús, eres genial,

60 la misa es una fiesta, venid a celebrar.

61 Acompañados por la Virgen María.
AMÉN


Descargar ppt "Estipendio, la misa es reunión, el altar"

Presentaciones similares


Anuncios Google