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Domingo 21 del tiempo ordinario

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Presentación del tema: "Domingo 21 del tiempo ordinario"— Transcripción de la presentación:

1 Domingo 21 del tiempo ordinario
Ciclo B Día 23 de Agosto de 2015

2 Durante tres domingos hemos visto la proclamación de Jesús sobre la Eucaristía, en el capítulo 6º del evangelio de san Juan. El día pasado nos decía Jesús que no sólo debemos creer en El, en su palabra, sino que nos tenemos que alimentar con El para recibir mejor su Espíritu.

3 Este alimento que es el Cuerpo de Jesús no sólo nos servirá para vivir con más amor esta vida terrena, sino especialmente para la vida eterna. Jesús es ese pan maravilloso que es prenda de vida eterna.

4 Jesús es el pan que bajó de los cielos,
Automático

5 fuerza y alimento al caminar.

6 Vamos cantando con alegría

7 por el gozo de este pan. Hacer CLICK

8 Esto es difícil entender cuando no se tiene fe o cuando se quieren entender los mensajes de Jesús según nos convenga a nosotros, con todos nuestros intereses materialistas, de orgullo, de poder, de comodidad, de egoísmo.

9 Esto es lo que pasó cuando Jesús hablaba: los que no tenían fe comenzaron a poner muchas pegas y hasta comenzaron a apartarse de Él. Veamos lo que nos dice hoy el evangelio. Dice así: Jn 6, 60-69

10 En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: "Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?" Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: "¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen. "Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: "Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede." Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: "¿También vosotros queréis marcharos?" Simón Pedro le contestó: "Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios."

11 Aquí aparece una crisis ante el magisterio de Jesús; y no sólo de los judíos sino de los que se llamaban discípulos y en parte entre los mismos apóstoles. Quizá ya Judas estaba metiendo un poco de cizaña.

12 Hoy constantemente tenemos crisis, porque los cristianos debemos optar libremente por Jesús. Y no todo lo vemos claro.

13 A veces nos parece que las instituciones religiosas se hunden y las masas nos llevan a ser contestatarios. Pero debemos, ante el Señor, decidir con fe y fidelidad.

14 Ya el domingo pasado veíamos la crisis de confianza en Jesús, cuando algunos se preguntaban: “¿Cómo dice que ha bajado del cielo?” Y después: “¿Cómo puede este darnos a comer su carne?”

15 Hoy, al terminar la proclamación sobre la Eucaristía, la crisis se hace mayor y dicen: "Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?“. Ya no es pregunta a Jesús sino rebelión. Y por eso algunos discípulos, no de los Doce, comienzan a marcharse.

16 Eso no fue cosa sólo de entonces
Eso no fue cosa sólo de entonces. Durante estos 2000 años ha habido muchas deserciones en la Iglesia. Muchos que se llaman cristianos lo son de nombre, pues su corazón no pertenece de verdad a Jesucristo. Algunos se apartan por ignorancia, otros por indiferencia porque lo mismo les da una religión que otra. Otros simplemente por orgullo y prepotencia.

17 Algunos que han estado muy metidos en cosas religiosas se apartan, no porque quieran oponerse a lo cristiano, sino porque al meterse de lleno en la política o lo social, van quedándose sólo con lo material y apartan el pan eucarístico de la política o lo social.

18 Pero hay cristianos buenos que saben poner su vida eucarística en medio de los repartos materiales. Y unidos a Jesús en la Eucaristía saben buscar buenas soluciones a los problemas de la vida.

19 Jesús, a pesar de que ve que algunos discípulos se marchan, no cede, no se retracta, como si hubiera exagerado, no contemporiza para quedar bien con todos. Les dice que necesitan vivir en el espíritu con Dios Padre.

20 Y viendo la indecisión de los mismos apóstoles, les dice: "¿También vosotros queréis marcharos?"

21 Entonces san Pedro, en nombre de los demás le dice: "Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios."

22 Señor ¿A quién iremos? Automático

23 Tu tienes palabras de vida.

24 Nosotros hemos creído

25 que tu eres el Hijo de Dios.

26 Yo soy el pan que os da la vida eterna.

27 El que viene a mi no tendrá hambre,

28 El que viene a mi no tendrá sed.

29 Así ha hablado Jesús.

30 Señor, ¿A quién iremos?

31 Tu tienes palabras de vida.

32 Nosotros hemos creído

33 el Hijo de Dios. que tu eres
Hacer CLICK

34 Es hermoso el ejemplo de Josué, que nos trae hoy la 1ª lectura
Es hermoso el ejemplo de Josué, que nos trae hoy la 1ª lectura. El deseaba seguir lo que Moisés le había indicado. Llega a la tierra prometida, la va conquistando; pero la gente atraída por la religión fácil de aquellas tierras, se va apartando del verdadero Dios.

35 Josué se tiene que plantar y decir: ¿A qué dios vais a escoger
Josué se tiene que plantar y decir: ¿A qué dios vais a escoger? Porque él y su familia servirán al Señor. Pero veamos lo que nos dice esta lectura: Josué 24, 1-2a b

36 En aquellos días, Josué reunió a las tribus de Israel en Siquién
En aquellos días, Josué reunió a las tribus de Israel en Siquién. Convocó a los ancianos de Israel, a los cabezas de familia, jueces y alguaciles, y se presentaron ante el Señor. Josué habló al pueblo: "Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quién queréis servir: a los dioses que sirvieron vuestros antepasados al este del Éufrates o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis; yo y mi casa serviremos al Señor." El pueblo respondió: "¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a dioses extranjeros! El Señor es nuestro Dios; él nos sacó a nosotros y a nuestros padres de la esclavitud de Egipto; él hizo a nuestra vista grandes signos, nos protegió en el camino que recorrimos y entre todos los pueblos por donde cruzamos. También nosotros serviremos al Señor: ¡es nuestro Dios!"

37 Josué tuvo que proponer la opción que debería escoger el pueblo.
Debían escoger entre los dioses falsos que prometen una religión fácil o el Señor Dios, que les ha libertado, a quien hay que servir a veces con sacrificios, pero que tiene poder para dar mayor felicidad.

38 Entonces aquel pueblo vuelve a realizar la alianza que había hecho en tiempos de Moisés. “También nosotros serviremos al Señor: ¡es nuestro Dios!"

39 Hay veces que en nuestra vida se nos puede plantear esta situación: o seguimos el pecado o seguimos la ley de Dios. El pecado es una atracción momentánea, no es la felicidad. A veces se ciega el corazón y la inteligencia cree ver la felicidad donde no está. Porque en este mundo hay felicidad momentánea que no es la total.

40 Aquel pueblo de Israel, por el influjo de Josué, renovó la alianza con Dios, que había hecho en tiempos de Moisés. También nosotros hemos hecho a veces alianzas con Dios y las hemos descuidado. Hoy es día para renovar esas alianzas y promesas hechas a Dios.

41 Una de las alianzas que el ser humano hace con Dios es el matrimonio
Una de las alianzas que el ser humano hace con Dios es el matrimonio. Hoy nos habla de ello san Pablo en la 2ª lectura. Corresponde a la carta a los efesios que, al leerse de forma seguida en varios domingos, hoy se refiere a este tema interesante, donde quizá muchos deban plantearse una decisión.

42 Algunos tienen miedo de lanzarse al matrimonio eclesial, porque temen a eso de que no pueden separarse. Quien tiene miedo es porque no tiene amor. Cuando hay verdadero amor, que debe aumentarse cada día, no hay porqué temer. Veamos lo que dice esta 2ª lectura (Ef 5, 21 – 32):

43 Hermanos: Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano
Hermanos: Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano. Las mujeres, que se sometan a sus maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia; él, que es el salvador del cuerpo. Pues como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia. Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada. Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son. Amar a su mujer es amarse a sí mismo. Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. "Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne." Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.

44 San Pablo habla de una gran unidad entre el hombre y la mujer, unidad basada en el amor a Dios. Es un compromiso hecho ante Dios. Pero les da algo muy importante y trascendente. Y esto porque hay personas que creen ser lo mismo el casarse por la Iglesia o por lo civil. Pues hay mucha diferencia.

45 La gran diferencia está en que los que están casados por la Iglesia, por la gracia que da el sacramento, todos los actos que hagan de cariño, de bondad, de intimidad entre ellos, todo eso repercute para obtener méritos para el cielo.

46 Sin embargo los que no están casados por la Iglesia, que no tienen la gracia del sacramento, (no entro ahora a decir si son pecados, pues dependerá de la ignorancia, etc.) Pero no les sirve para nada en el conseguir méritos para la vida futura, que es la que más nos debe interesar.

47 Hay algunos que critican a san Pablo porque dice que “las mujeres se sometan a sus maridos”. Hay algo de influencia de la sociedad de entonces. Pero quienes critican es que se quedan a mitad de camino, Hay que seguir leyendo. Y lo siguiente es maravilloso.

48 Lo siguiente es: “Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia.” Cristo amó a su Iglesia hasta morir por ella. Ante uno que está dispuesto a morir por ella y que tiene las delicadezas de Jesucristo ¿quién no está dispuesta a someterse?

49 Por eso, cuando hay verdadero amor, la Biblia desde el principio dirá que “son una sola carne”. Y por lo cual dice hoy san Pablo: "Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne." Entonces sí que se puede decir: “Eres amor en mi vida, la mitad de mi destino”.

50 Eres amor en mi vida, la mitad de mi destino, Automático

51 la mitad de mi esperanza,
la mitad de mi camino.

52 dos mitades que se funden,
Juntos seremos tu y yo dos mitades que se funden,

53 dos mitades de un amor que por siempre ya nos une.

54 Tu suerte será mi suerte,
tus heridas, mis heridas.

55 dos mitades que se funden,
Juntos seremos tu y yo dos mitades que se funden,

56 que por siempre ya nos une.
dos mitades de un amor que por siempre ya nos une. Hacer CLICK

57 La Iglesia, fiel a Jesucristo, nos presenta a veces una disyuntiva para que nos decidamos en el actuar, aunque el mundo y muchas legislaciones vayan en contra. Esto sucede, por ejemplo, en el problema del aborto, que es un asesinato. Se puede representar a Jesús llorando por los abortos.

58 Terminamos recordando el mensaje principal de este día, que es la perspectiva de que muchas veces debemos elegir entre Dios y el mundo. Sepamos responder como lo hizo san Pedro: “¿A quién iremos, Señor?”

59 ¿A quién iremos, Señor? Tu tienes palabras de vida eterna.
Automático

60 ¿A quién iremos, Señor?

61 ¿A quién iremos?

62 Tu eres Jesucristo, el profeta esperado.

63 ¿A quién iremos, Señor?

64 ¿A quién iremos?

65 Tu eres el camino, la verdad y la vida.

66 ¿A quién iremos, Señor?

67 ¿A Quién iremos?

68 ¿A quién iremos, Señor? Tu tienes palabras de vida eterna.

69 ¿A quién iremos, Señor?

70 Con María iremos a Jesús.
AMÉN


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