La descarga está en progreso. Por favor, espere

La descarga está en progreso. Por favor, espere

Amiga mía, amigo mío, invoqué a mi Dios para que me mostrara lo más bello y sublime que había creado. Aceptó mi súplica y me dispuse a contemplar, en.

Presentaciones similares


Presentación del tema: "Amiga mía, amigo mío, invoqué a mi Dios para que me mostrara lo más bello y sublime que había creado. Aceptó mi súplica y me dispuse a contemplar, en."— Transcripción de la presentación:

1

2 Amiga mía, amigo mío, invoqué a mi Dios para que me mostrara lo más bello y sublime que había creado. Aceptó mi súplica y me dispuse a contemplar, en el horizonte, la bella combinación de luces de una Naturaleza que se me haría patente al alba o al ocaso de un precioso día. El Autor de la vida, me susurró al oído: “Mira detrás de ti, hijo mío”. Giré la cabeza y en un emocionado sobresalto me encontré con estos ojos.

3 Me arrodillé para que mis ojos quedaran a la altura de esta encantadora mirada y me extasié de la hermosura de estas pupilas, que penetraron mi alma. Fascinado por el encanto de este semblante, busqué el rostro de mi Padre Dios y pude apreciar su sonrisa divina, que me descubría la infinita ternura y complacencia del Creador por su criatura.

4 Amiga mía, amigo mío, estos son los ojos de mi prójimo, que me reivindican el supremo derecho de ser amados tal y como a mí mismo me amo. Y la verdad es que, para amar, a quien así me examina, no preciso de mayor entrega que el dejarme llevar por el inmenso cariño que se despierta en mi alma hacia este ser humano. Me siento hipnotizado por una inmaculada mirada que pregunta: “¿Es verdad que me quieres?”

5 Estos ojos me han embargado el corazón, experimento en lo más noble de mi ser, que me hallo frente a una huella divina, que interpela a mi espíritu para volcar, sobre quien así me mira, todo el sagrado afecto que me demanda su misteriosa dignidad. De nuevo, me vuelvo hacia el rostro de mi Padre Dios, de nuevo contemplo su sonrisa divina, e inclinándose a mi oído, en baja voz, me asegura: “Este, también es hijo mío”.

6 La inmensa hondura de esta mirada, tan profunda como el mar, está comprometiéndome el alma, porque, sin saber explicarlo, oigo, en el silencio de mi reflexión, una palabra que no vocaliza y sin embargo mis oídos la captan meridiana. Los ojos, de este ser humano, me interpelan con una pregunta que estoy obligado a contestar. Estas bellísimas retinas, fijas en las mías, me interrogan: “Yo te quiero, ¿me quieres tú a mí?”

7 Amiga mía, amigo mío, en este periodo de la historia del hombre que me ha tocado vivir, he sido testigo de un misterio de maldad inimaginable. ¿Cómo es posible que estos ojos sean torturados por otro ser humano? Vuelvo a girar la cabeza para encontrarme con el rostro de mi Padre Dios y ahora lo contemplo inundado de tristeza infinita. Sin saber cómo expresarlo, trato de abrazar a mi Dios en esta criatura.. Padre mío, ¿qué puedo hacer?

8 Siento al tacto el suave calor de unas manitas que se han aferrado a mis dedos de abuelo. Reconozco en esta mirada el alma de mis hijos y de mis nietos. No puedo negarme a dar la vida por los míos. Se la he dado poquito a poco en mi insignificante existir. Amiga mía, amigo mío, debo confesarte que estos desconocidos ojos me demandan el mismo cariño, caricias y ternura.

9 Amiga mía, amigo mío, he contemplado, a través de estos ojos, el rostro humano. Quedo profundamente enamorado de lo que mi Padre Dios me presenta como lo más bello que ha creado. No sé explicar el sentimiento que me embelesa, no alcanzo a saber si esta pasión por el hombre, que me conmueve, es patrimonio de mi alma o de este divino Loco de amor, Jesucristo, que al fijar sobre mí su mirada me ha hecho algo de Sí mismo. Rafael Garcia Ramos www.hijodedios.org


Descargar ppt "Amiga mía, amigo mío, invoqué a mi Dios para que me mostrara lo más bello y sublime que había creado. Aceptó mi súplica y me dispuse a contemplar, en."

Presentaciones similares


Anuncios Google