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ATENTOS A PERDONAR Texto base: Efesios 4:31,32.

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Presentación del tema: "ATENTOS A PERDONAR Texto base: Efesios 4:31,32."— Transcripción de la presentación:

1 ATENTOS A PERDONAR Texto base: Efesios 4:31,32

2 Introducción «Trata de llegar a un acuerdo con tu adversario mientras están en el camino…» Lucas 12: 58. El Señor nos puso en esta tierra para experimentar la convivencia. Tendremos muchas alegrías y también muchos problemas en esto: celos, envidias, disputas, persecuciones… lo importante es estar atentos a sanar siempre las relaciones. Todos nos equivocamos: sufrimos y también hacemos sufrir, pero debemos estar siempre dispuestos a perdonar y también a pedir perdón. No debemos dejar correr el camino de la vida con deudas pendientes. Mientras estamos en este mundo debemos reconciliarnos entre nosotros, no sea que en el juicio final alguien se levante y me acuse delante de Dios… allá ya no habrá posibilidad de arreglos.

3 El texto base para este tema se encuentra en Efesios 4:31,32
El texto base para este tema se encuentra en Efesios 4:31,32. Toda amargura, y enojo, e ira, y gritería, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia; 32 antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó en el Cristo.

4 ¿Sabían ustedes que la situación extrema para el hombre es la situación oportuna para Dios?
Si esa es precisamente la oportunidad cuando más se necesita la presencia de Dios para corregir un problema y traer la paz del alma enferma.

5 Miremos una faceta de la disposición de Dios para el perdón.
Gén.18:23-32. 23 Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío? 24 Por ventura hay cincuenta justos dentro de la ciudad, ¿destruirás también y no perdonarás al lugar por cincuenta justos que [estén] dentro de él? 25 Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío, y que sea el justo [tratado] como el impío; nunca tal hagas. El juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer derecho? 26 Entonces respondió el SEÑOR: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor de ellos.

6 27 Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza; 28 por ventura faltarán de cincuenta justos, cinco: ¿destruirás por aquellos cinco toda la ciudad? Y dijo: No [la] destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco. 29 Y volvió a hablarle, y dijo: Por ventura se hallarán allí cuarenta. Y respondió: No lo haré por amor de los cuarenta. 30 Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: Por ventura se hallarán allí treinta. Y respondió: No [lo] haré si hallare allí treinta. 31 Y dijo: He aquí ahora que he comenzado a hablar a mi Señor: Por ventura se hallarán allí veinte. Respondió, no [la] destruiré, por veinte. 32 Y volvió a decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una vez: Por ventura se hallarán allí diez. Respondió, No [la] destruiré, por diez. Nota. Una ciudad tan corrupta como lo era Sodoma, sumida en su homosexualidad, que por amor a los justos que se encontraran allí, Dios pasaría por alto sus pecados.

7 Dios estaba dispuesto a perdonar a toda una ciudad compuesta mayormente de homosexuales, si encontrara allí al menos diez justos, pero lamentablemente la Biblia dice que no había allí más que un justo, Lot, quien estaba «abrumado por la nefanda conducta de los malvados» (2Ped.2:7).

8 ¿Por amor a quién estaba Dios dispuesto a perdonar?
Isaías 43:25. Yo, yo soy el que borro (perdono) tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados. Esto ocurre una vez que los pecados son confesados, abandonados y perdonados. Dios trata al pecador arrepentido como si nunca hubiera pecado.

9 Eze.18: El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él. 21 Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todos mis estatutos e hiciere según el derecho y la justicia, de cierto vivirá; no morirá.

10 Las palabras que Cristo dirigió a la mujer sorprendida en pecado son para todos: “Ni yo te condeno; vete, y no peques más” (Juan 8:11).

11 Esto nos dice que cuando Dios perdona, olvida, perdonar es olvidar, pero cundo tu estas recordando la ofensa que te han hecho, realmente no has perdonado.

12 Miremos las condiciones impuestas por Dios para que haya un perdón genuino.
2Cron.7:14. (1), Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, (2), y oraren, (3), y buscaren mi rostro, (4), y se convirtieren de sus malos caminos; entonces (1), yo oiré desde los cielos, (2), y perdonaré sus pecados, (3), y sanaré su tierra. Nota. Según el texto el asunto es compartido, nosotros hacemos una parte, y Dios hace la otra, pero el problema es que nosotros en lugar de perdonar y olvidar, buscamos la venganza.

13 Miremos la situación en la que se encontraba un hombre que había cometido un gran pecado.
Sal.32:1-4. 1 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. 2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño. 3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. 4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. 5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Nota. La persona más perjudicada es aquella que conserva en su corazón el recuerdo del pecado cometido, se enferma y no lo deja prosperar. La única solución es confesar el pecado A. Porque si no perdonamos más nos enfermamos.

14 ¿Qué le sucede al que encubre sus pecados?
Prov.28:13. El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Recuerda la clave, que para alcanzar misericordia, es necesario: (1), confesar los pecados y (2), apartarse, es decir no volver a pecar, lo que quiere decir, convertirse.

15 ¿Cuál es el límite para el perdón?
Mat.18:21,22. Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? 22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. El pensamiento de Pedro fue: «que peque contra mi, durante toda su vida». En Luc. 17:4 El Señor dice: Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale. Nota. El hombre piensa en lo CUANTITATIVO, cuantas veces. Pero Dios piensa en lo CUALITATIVO, un arrepentimiento que contenga estas dos características, PERDONAR y OLVIDAR, es decir, le quiso decir a Pedro; siempre hay que estar dispuesto a perdonar.

16 En este texto se mencionan cinco frases importantes:
Efe.1:7. «En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia». En este texto se mencionan cinco frases importantes: 1). En el verso 5, se menciona quien es este, en «Quien»: es «Jesucristo». Él es la Persona central de las Escrituras. La redención se efectúa por algo más que una cierta cooperación con Cristo o una simple unión mística con él. Cristo es la “esfera viviente” de la redención; en su persona tiene lugar esa gran obra. Cristo es el Arquitecto, el Constructor y la Piedra angular de la redención. El es no solo el Pastor sino también la Puerta del aprisco. (Juan10:1-14).

17 2). En quien tenemos «Redención». Gr
2). En quien tenemos «Redención». Gr. apolútrōsis, que quiere decir “redención”, “remisión”, “liberación mediante pago de rescate”. (Rom.3:24), dice: Siendo justificados gratuitamente por su gracia, por la redención que es en Jesu Cristo 3). En quien tenemos redención «Por su sangre». La vida está en la sangre (Lev.17:11). La sangre derramada de Cristo representa la vida que fue entregada para redimir a la humanidad. 4). En quien tenemos redención por su sangre el Perdón de pecados. Redención es liberación de la esclavitud en que cayó el hombre por transgredir la voluntad divina, liberación hecha a un costo infinito. El derramamiento de la sangre de Cristo fue “para remisión de pecados” (ver Mat.26:28). 5). En quien tenemos redención por su sangre el perdón de pecados. Según las «Riquezas de su gracia». Compárese con las riquezas de su benignidad (Rom. 2:4) y las riquezas de su gloria (Efe.3:16).

18 Conclusión Recuerda las palabras del Padre Nuestro pronunciadas por él Señor Jesús: «perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden» «Porque si perdonareis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial». Mi deseo y oración es que por la gracia de Dios, tengamos un corazón dispuesto a perdonar, para que también obtengamos el perdón de Dios. Amen. Como lo hemos hecho en todos los temas, ahora lo repito, no te olvides que Cristo viene pronto. Prepárate, y comparte estos temas, esta es la tarea.


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