La descarga está en progreso. Por favor, espere

La descarga está en progreso. Por favor, espere

. [  ] [  ] Para esta semana, la liturgia nos presenta un pasaje que sigue a continuación del que leímos la semana pasada y que está en íntima conexión.

Presentaciones similares


Presentación del tema: ". [  ] [  ] Para esta semana, la liturgia nos presenta un pasaje que sigue a continuación del que leímos la semana pasada y que está en íntima conexión."— Transcripción de la presentación:

1

2 [  ] [  ] Para esta semana, la liturgia nos presenta un pasaje que sigue a continuación del que leímos la semana pasada y que está en íntima conexión. Seguimos pues del lado de acá del lago de Tiberíades, en la orilla nuestra, pero un poco más cerca todavía, porque precisamente la situación relatada por el evangelio sucede en la propia tierra de Jesús, en Nazaret, entre los suyos. Este evangelio es una verdadera piedra de toque en la espiritualidad cristiana. Ciertamente que del lado de los nuestros, de la familia, de los amigos, de los compañeros de trabajo, y de la Iglesia, no pocas veces se hace muy cuesta arriba la credibilidad. Y es un hecho muy frecuente, porque a veces separamos credibilidad de cotidianidad. Algo nos impide ver y por tanto nos impide la fe. A los de Nazaret les faltó perspectiva para reconocer a Jesús, para descubrir que alguien tan cotidiano, tan simple, y tan de abajo, ya que sus parientes eran gente sin renombre, pudiera tener sabiduría o el poder de hacer milagros. No hay cosa más terrible y contrapuesta a la fe que mirar al mundo, a las personas y a Dios con los lentes de las propias fijaciones y de los propios razonamientos. Por eso Jesús se encontró extraño ante unas personas donde reinaba la desconfianza. Las preguntas que los vecinos de Jesús realizan con asombro siguen latentes entre nosotros. Porque preguntar por el origen de la sabiduría de la gente o por el origen de algún don que posean, y cuánto más si se trata de gente sencilla o de gente que no encaja en nuestros esquemas, no es otra cosa que la manifestación sutil de la soberbia. A este tipo de soberbia la denominó el gran cristiano Karl Rahner con el nombre de concupiscencia del espíritu. Que es aquella finura del orgullo tan peligrosa por ocultarse bajo sutilezas que pueden ofuscar el alma e impedir la visión, perdiéndose toda perspectiva.

3 Lo que vive Jesús en Nazaret es un asunto que se repite a diario, tal como lo expresa el dicho: “nadie es profeta en su tierra”. Y pareciera cierto, pero no podemos conformarnos con eso. El mismo evangelista, luego de todo lo que supuso para Jesús este rechazo de los suyos, nos dice que al menos hizo alguna curación sencilla. Algo, y quizás mucho, podremos también hacer entre los que nos conocen y con quienes compartimos la vida más de cerca. [  ] Claramente que la fe tiene que ver con preguntas, con exclamación y con asombro, porque se trata de la manifestación de un Dios que se revela tanto en nuestra vida como en la de los demás. Un Dios tan cotidiano que sólo puede verse y comprenderse cuando nos dejamos interrogar y asombrar por las maravillas que realiza en todos, ya sean grandes o pequeños, buenos o malos, amigos o enemigos. Así como es tan cierto que Jesús no pudo provocar la fe en aquella gente tan acostumbrada a su modo de ver la vida y a las personas, pudo al menos encender la chispa de la salud, que en otro momento más propicio, hará que surja un gran fuego. Como refiere el dicho: nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Y esto es también una parte de la buena noticia que nos ofrece este evangelio para que no desistamos en nuestro afán por evangelizarnos a nosotros mismos ni a los que consideramos nuestros. Que toda casa, trabajo, reunión o comunidad, se convierta en lugar de confianza, de apuesta fraterna, de amistad fecunda, como signo que evidencia la fe que nos sostiene y nos lanza.

4 En aquel tiempo, Jesús fue a su tierra en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, se puso a enseñar en la sinagoga y la multitud que lo escuchaba se preguntaba con asombro: ¿Dónde aprendió este hombre tantas cosas? ¿De dónde le viene esa sabiduría y ese poder para hacer milagros? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, el hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿No viven aquí, entre nosotros, sus hermanas? Y estaban desconcertados. Pero Jesús les dijo: Todos honran un profeta, menos los de su tierra, sus parientes y los de su casa. Y no pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó a algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y estaba extrañado de la incredulidad de aquella gente. Luego se fue a enseñar en los pueblos vecinos. Palabra del Señor. [  ]

5 [  ][  ] Al final, rezo el Padrenuestro, saboreando cada palabra.

6 Me sereno para esta cita con Dios. Me acomodo con una postura que implique todo mi ser. Al ritmo de la respiración doy lugar al silencio. ( Una y otra vez repito este ejercicio )  [  ]

7 [ Sigo adelante  ] NOTA: La oración preparatoria me ayuda a experimentar libertad de apegos. La repito tantas veces como quiera, dejando que resuene en mí. NOTA: Este paso merece hacerlo con esmero. Le dedico unos 10 minutos.

8 [  ] Señor, que aprenda a ver la acción de Dios en los signos sencillos y concretos de la vida.

9  La perspectiva que permite reconocer a Jesús, tiene que ver con el modo de captar lo que sucede cotidianamente en la vida propia y en las demás personas.  Que nos expongamos a la novedad de Dios en cada instante de la vida. Que nos arriesguemos a la búsqueda sencilla y honesta de la acción del Espíritu Santo, para que podamos avanzar de la visión a la fe y no de la visión a la descalificación. [  ]

10  Con frecuencia pensamos que la sabiduría y los milagros sólo provienen de manifestaciones especiales y magníficas de Dios. Sin embargo, su origen radica más en la simplicidad y sencillez de su actuación.  Que nos acerquemos al mundo con la sencillez que permite detectar la multiplicidad de lo que opera Dios en todas las cosas, para que descubramos el modo de “en todo amar y servir”. [  ]

11  Nuestra fe pasa por preguntas vitales para el bien de los demás, pasa por exclamaciones genuinas que aumentan el deseo de servir, y también pasa por asombros fecundos que cultivan gratuidad.  Que tengamos la audacia para arrancar del alma toda manifestación sutil de la soberbia, orgullo o envidia. Para que podamos vivir como amigos, como hermanos, como hombres y mujeres de Dios. [  ]

12 [ Comienza el Cierre de la oración  ] ORIGEN DE LA SABIDURÍA Yo también soy un hombre mortal como todos, un descendiente del primero que fue formado de la tierra. Pues no hay quien haya tenido otro comienzo de su existencia; una es la entrada en la vida para todos y una misma la salida. Por eso pedí y se me concedió la prudencia; supliqué y me vino el espíritu de Sabiduría. Y la preferí a cetros y tronos y en nada tuve a la riqueza en comparación de ella. Yo ignoraba que la Sabiduría fuese la madre de todos los bienes. Con sencillez la aprendí y sin envidia la comunico; no me guardo ocultas sus riquezas porque es para los hombres un tesoro inagotable y los que la adquieren se ganan la amistad de Dios. Concédame Dios hablar según la Sabiduría y concebir pensamientos dignos de sus dones, porque ella es quien guía y quien dirige a los sabios, para que lo que hablemos sea total discreción, y que nuestra actuación sea siempre diestra. Fue ella quien me concedió un conocimiento verdadero de los seres. Cuanto está oculto y cuanto se ve, todo lo conocí, porque el artífice de todo, me lo enseñó. La Sabiduría es un hálito del poder de Dios, una emanación pura de su gloria, por lo que nada perverso llega a alcanzarla. Es un reflejo de la luz eterna, un espejo sin mancha de la actividad divina, una imagen de su bondad. Aun siendo sola, lo puede todo; sin salir de sí misma, renueva el universo. En todas las edades, entrando en las almas santas, forma en ellas amigos de Dios y profetas, porque Dios no ama sino a quien vive con la Sabiduría. Es ella, en efecto, más bella que el sol, supera a todas las constelaciones; comparada con la luz, sale vencedora, porque a la luz sucede la noche, pero contra la Sabiduría no prevalece la maldad. ( Cf. Sabiduría 7)7)

13 Para centrar la experiencia vivida en la Oración, respondo en forma sencilla las siguientes interrogantes: [ Termino con la oración siguiente  ]

14


Descargar ppt ". [  ] [  ] Para esta semana, la liturgia nos presenta un pasaje que sigue a continuación del que leímos la semana pasada y que está en íntima conexión."

Presentaciones similares


Anuncios Google