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Perfil humano y cristiano

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Presentación del tema: "Perfil humano y cristiano"— Transcripción de la presentación:

1 Perfil humano y cristiano
Animadores-Líderes Perfil humano y cristiano

2 EL FABRICANTE DE LÁPICES
Un fabricante de lápices tomó un lápiz justo antes de meterlo en su caja, y le dio unos consejos. Le dijo: “Hay 5 cosas que debes saber antes que seas enviado al mundo. Siempre recuérdalas y serás el mejor lápiz del mundo.

3 Las 5 cosas son las siguientes:
1- Siempre harás cosas grandiosas, pero solo si te dejas sostener en la mano de alguien más. 2- Experimentarás el dolor en algunas ocasiones en que te saquen punta, pero ser necesario para que seas cada vez un mejor lápiz. 3- Tendrás errores, pero tendrás un borrador para corregirlos todos.

4 4- La parte más importante de ti es la que llevas dentro.
5- En cualquier superficie que seas usado, tendrás que dejar tu marca. No importan las circunstancias o las condiciones, deberás continuar escribiendo”. El lápiz entró en su caja prometiendo recordar estas 5 cosas y con un propósito en su corazón de ser útil.

5 Ahora podríamos ponernos nosotros en el lugar del lápiz y recordar estas 5 cosas para ser, cada día, una mejor persona: 1- Siempre harás cosas grandiosas, pero solo si te dejas sostener en la mano de Dios. 2- Experimentarás el dolor en algunas ocasiones de las luchas y tribulaciones, pero será necesario para que seas más fuerte y valiente cada vez.

6 3- Tendrás errores, pero tendrás. humildad para corregirlos todos. y
3- Tendrás errores, pero tendrás humildad para corregirlos todos y crecer por medio de ellos. 4- La parte más importante de ti es la que llevas dentro del corazón. 5- En cualquier superficie que camines, tendrás que dejar tu marca. No importan las circunstancias o las condiciones, deberás continuar sirviendo a Dios en cada momento.

7 Servir a Dios y a los demás es uno de los privilegios
más hermosos que tiene el creyente. Autor desconocido

8 PERFIL DEL DISCÍPULO Cada discípulo, en su estado de vida y en su profesión, en el ambiente social en que vive y convive con otras personas, en el medio en que trabaja, precisa: Hacer una experiencia de Jesucristo, mediante un encuentro fuerte con El, y renovar muchas veces este encuentro durante la vida.

9 En el encuentro con Cristo, escuchar atentamente su Palabra, contemplarlo con admiración y dejarse invadir por El (por su Palabra, su amor y sus actitudes). De esta escucha nace y se fortalece siempre de nuevo la fe, esto es, la adhesión profunda y personal a Cristo, a tal punto que el discípulo sea capaz de invertir todo lo suyo en Cristo.

10 El discípulo debe integrarse en la comunidad de los demás discípulos de Jesús (la Iglesia), a través de la iniciación cristiana y allí vivir en comunión como hermano y convivir con Cristo (oración, celebración de los sacramentos, principalmente de la Eucaristía, solidaridad con los pobres, etc.), y acoger las enseñanzas de los sucesores de los apóstoles, obispos y sacerdotes.

11 De ahí nace el seguimiento de Jesucristo
De ahí nace el seguimiento de Jesucristo. El seguimiento es la vida y la moral cristiana. El discípulo, porque admira y ama profundamente a su Maestro y Señor, porque lo sigue de cerca con fidelidad y esperanza, quiere recorrer los caminos del Evangelio: amar como Cristo amó, vivir como El vivió y cumplir cuanto El mandó. Cumplir sus mandamientos.

12 El discípulo se torna misionero
El discípulo se torna misionero. Quiere llevar a otros al encuentro con Cristo. Quiere que Cristo sea para otros la Buena Nueva de su vida, así como lo es para él, de modo que también otros tengan la experiencia vivificadora y la profunda fe que se convirtió para el en el sentido de su vida.

13 Como testigo del amor de Cristo, el discípulo trabaja en la sociedad para que ella acoja a todos conforme a su dignidad de hijos de Dios y los aliente a hacer fecundos los dones que de El recibió.

14 Virtudes para el discipulado y el liderazgo
Marialis Cultus Virtudes para el discipulado y el liderazgo

15 El Documento Marialis Cultus (no
El Documento Marialis Cultus (no. 57) de Pablo VI (1974) nos presenta a María como modelo de la virtudes humanas y cristiana:

16 “Cristo es el modelo supremo al que el discípulo debe conformar la propia conducta;
... la maternal intercesión de la Virgen, su santidad ejemplar y la gracia divina que hay en Ella, se convierten para el género humano en motivo de esperanza. ... La santidad ejemplar de la Virgen mueve a los fieles a levantar "los ojos a María, la cual brilla como modelo de virtud ante toda la comunidad de los elegidos".

17 Virtudes sólidas, evangélicas:
Maria es la primera discípula de Jesús y, como tal, es para nosotros una maravillosa compañera de camino que nos enseña con su propio proceso de fe. Puede sernos útil mirarla una vez más y pedirle simplemente que nos enseñe como tener las mismas actitudes que su corazón. Virtudes sólidas, evangélicas:

18 la obediencia generosa (cf. Lc 1, 38);
la fe y la dócil aceptación de la palabra de Dios (cf. Lc 1, 26-38; 1, 45; 11, 27-28; Jn 2, 5); la obediencia generosa (cf. Lc 1, 38); Maria nos enseña como escuchar a Dios. Dios irrumpe en su proyecto personal con un llamado inesperado: ser madre de Jesús. María pide explicaciones. Superada la sorpresa y el temor, escucha a Dios desde los más profundo de su ser y acepta sin condiciones. Así, cambia su proyecto, asume los riesgos, se aventura en la fe.

19 la humildad sencilla (cf. Lc 1, 48);
La caridad solícita y la delicadeza provisoria (cf. Jn 2, 1-11; Lc 1, 39-56); Maria nos enseña como atender y servir a los demás. Al saber de la situación de su prima Isabel, va con decisión y con prisa a acompañarla. En las bodas de Cana, está atenta, pendiente de cualquier necesidad; se deja llevar por su corazón, y entonces advierte a Jesús, ruega, intercede; invita a hacer lo que Jesús diga.

20 la sabiduría reflexiva (cf. Lc 1, 29.34; 2, 19. 33. 51);
Maria nos enseña como conservar todo en el corazón. Nada de lo que sucede resbala en su corazón. Todo lo acoge, lo medita, lo reflexiona, lo contempla. Va "rumiando" en su corazón lo que Dios le va diciendo a través de personas y acontecimientos. María: unos ojos que observan, unos oídos que escuchan, una mente que reflexiona, un corazón que se asombra, una vida que responde.

21 la piedad hacia Dios, pronta al cumplimiento de los deberes religiosos (cf. Lc 2, ), agradecida por los bienes recibidos (Lc 1, 46-49), que ofrecen en el templo (Lc 2, 22-24), que ora en la comunidad apostólica (cf. Act 1, 12-14); María nos enseña como compartir la fe con los demás. A partir de la cruz y la resurrección, la casa de María es la casa de los discípulos (Jn. 19,26-27). Ella misma pasa a ser el corazón de la iglesia naciente, el sustento de su esperanza. Con los discípulos ora perseverantemente. Les entrega todo lo suyo, como mujer, como madre. Con ellos espera la venida del Espíritu (Hech. 1,14); ese Espíritu de Dios que nos traerá al corazón (re-cordará) todo lo que Jesús nos dijo.

22 Maria nos enseña como estar al pie de la cruz
la fortaleza en el destierro (cf. Mt 2, 13-23), en el dolor (cf. Lc 2, ; Jn 19, 25); Maria nos enseña como estar al pie de la cruz Desde el anuncio de Simeón, Maria estará preparándose para acoger en la fe esa "espada que le atraviesa el alma", (Lc. 2,35). Madre hasta el fin, asumirá el dolor de su hijo como propio, al pie de la cruz (Jn 19,25-27). Sabrá también compartirlo con otros, en el consuelo y en el fortalecimiento mutuo.

23 la pobreza llevada con dignidad y confianza en el Señor (cf
la pobreza llevada con dignidad y confianza en el Señor (cf. Lc 1, 48; 2, 24); Maria nos enseña como ser pobres tener un corazón de pobre. Es la "esclava" del Señor (Lc. 1,38). Pobre ante El, asume con Ella causa de los pobres, tal como lo expresa en su canto del magnificat, (Lc. 1,46-55). Da a luz en un pesebre y es visitada primeramente por los pobres (Le. 2, 1-20). Sufre la persecución, la exclusión, el exilio, (Mt. 2,13-15). En el templo, presenta la ofrenda de los pobres, (Lc. 2,22-24).

24 el vigilante cuidado hacia el Hijo desde la humildad de la cuna hasta la ignominia de la cruz (cf. Lc 2, 1-7; Jn 19, 25-27); Maria nos enseña como cuidar la vida. Desde el primer momento de la concepción, María cuida la vida de su hijo. Así lo hace desde el nacimiento hasta la cruz. Con Jesús en sus brazos sabe que este hijo le pertenece y no le pertenece: va aprendiendo día a día a ser libre de corazón. Durante el ministerio de su hijo está siempre pendiente de su vida, pero no se apropia de nada ni de nadie. Nos enseña a no amarrar nunca, a soltar siempre; a acompañar, sin dominar ni invadir ni absorber. Así Maria crece y deja crecer la vida.

25 la pureza virginal (cf. Mt 1, 18-25; Lc 1, 26-38);
el fuerte y casto amor esponsal. De estas virtudes de la Madre se adornarán los hijos, que con tenaz propósito contemplan sus ejemplos para reproducirlos en la propia vida...”.

26 DEL AGENTE DE PASTORAL DE LA SALUD
PERFIL DEL AGENTE DE PASTORAL DE LA SALUD

27 La Iglesia requiere Agentes especializados de Pastoral en las diferentes áreas de la Evangelización: en la cate­quesis, en la liturgia, con los jóvenes, con las familias, con los ancianos y los enfermos, etc.

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29 CARACTERISTICAS DEL APS
Para que el APS sea competente y adecuado para nuestros tiempos, debe cultivar estos elementos: a) El saber: conjunto de conocimientos teóricos b) El saber hacer: la capacidad de utilizarlos en la práctica (habilidades, destrezas) c) El saber ser: un complejo de actitudes que permita establecer buenas relaciones humanas con el que sufre

30 Todo esto ayudará para que los agentes de PS expresen
el amor misericordioso del Señor; la solidaridad y gratuidad hacia los más necesitados. Con su testimonio anuncian el Dios de la vida y se comprometen en la construcción de un mundo más humano, solidario y fraterno.

31 Es un vocacionado Es un vocacionado, un llamado de Dios a trabajar a favor de la vida y de la salud; es presencia amorosa y liberadora de Jesús que levanta y sana. El agente de pastoral de la salud descubre un llamado de Dios en su vida: el llamado a servir a Jesucristo presente en los enfermos y, por ende a trabajar en favor de la vida y la salud.

32 Persona rica en humanidad
Persona rica en humanidad, que comunica cercanía, acogida y cariño; capaz de escucha y de acoger al otro con su historia personal, su individualidad y ofrecerle hospitalidad en su corazón.

33 Personalidad equilibrada
Tiene una personalidad equilibrada y posee una cierta madurez humana y psicológica que le permite iluminar y orientar en situaciones conflictivas y de crisis.

34 Dinamiza procesos de transformación
Dinamiza procesos de transformación: de realidades de sufrimiento, dolor y muerte, en realidades de vida y esperanza.

35 Persona abierta a la formación
Es una persona abierta a la formación y capacitación permanente, se preocupa por actualizarse y ofrecer un servicio adecuado a los que sufren.

36 Persona de silencio, contemplativa
Es una persona de silencio, contemplativa; cultiva la dimensión espiritual y la relación con el Señor a través de la oración y la Palabra de Dios.

37 Delicadeza y respeto Sabe acercarse con delicadeza y respeto al misterio del sufrimiento, no para explicarlo ni defender a Dios sino para explicarlo ni defender a Dios sino para testimoniar la presencia del Señor que ama, solidariza, acompaña. Encarna los valores evangélicos de la compasión, la misericordia, el amor, la entrega.

38 Capacidad de liderazgo
Posee una capacidad de liderazgo que le permite animar, coordinar, dinamizar y estimular las fuerzas vivas de la comunidad y el trabajo de los grupos pastorales.

39 Es un educador natural Es un educador natural, capaz de acompañar en los procesos de cambio, descubrir talentos, favorecer la creatividad, despertar y canalizar expectativas.

40 Respeto de la libertad religiosa
Es una persona respetuosa de la libertad religiosa y de las creencias de los enfermos, de los familiares y trabajadores de la salud. Reconoce y acepta las diferencias en un mundo pluralista; es persona abierta al diálogo.

41 Favorece el trabajo en equipo
Cree y favorece el trabajo en equipo y la colaboración interdisciplinaria; está abierto al aporte que otras ciencias puedan dar a su trabajo.

42 Conciencia eclesial Tiene una conciencia eclesial de comunión y participación, sabe trabajar en una pastoral de conjunto, facilitando la integración con las otras áreas específicas.

43 Paciencia, perseverancia y constancia
Cultiva la paciencia, la perseverancia, la constancia y sabe llevar a buen término los planes y proyectos propuestos y es fiel a su compromiso

44 Persona discreta Es una persona discreta, no impone su presencia; atenta para captar lo que el otro quiere y necesita; respeta sus silencios y confidencias. Reconoce su pobreza, sus límites y es conciente de no poder resolver tantos problemas pero tiene un corazón capaz de hospedar todo sufrimiento y comunicar consuelo, serenidad, paz.

45 Buen conocimiento de la realidad
Posee un buen conocimiento de la realidad y está capacitado para educar en la promoción de la salud y prevención de las enfermedades.

46 En síntesis: Tiene una inteligencia animada por el corazón. No se ayuda realmente al que sufre si no se le ama. La vocación debe ahondar sus raíces en el corazón.

47 Es capaz de una entrega total.
No se es Buen Samaritano solo algunas horas, ni se puede considerar la pastoral de la salud como algo obvio y limitarse a ejercerla de cualquier manera.

48 Posee un gran sentido sobrenatural
Posee un gran sentido sobrenatural. El servicio espiritual no precede ni sigue a la asistencia corporal, sino que la acompaña. El sentido del sufrimiento sólo se descubre en una dimensión sobrenatural.

49 Cultiva una profunda piedad mariana.
La Virgen María, la dócil sierva del Señor, es el mejor punto de referencia para mirar a Cristo en nuestro trabajo con los que sufren.

50 Perfil de los coordinadores

51 La vida de grupo y las tres dimensiones del bautizado
PROFÉTICA Hablar, proponer, anunciar, no callarse Denunciar Sin embargo... “disciplina” de la lengua y la palabra (El Octavo Mandamiento) Galatas 5, 22

52 Sin buscar ventajas o un interés personal;
SACERDOTAL Esfuerzos, entrega Sin buscar ventajas o un interés personal; sin buscar el poder o la gratificación

53 Servicio: “para servir y no para...”
REAL Dueños de nuestra vida: enojo, enfado, aburrimiento, flojera, tristeza, envidia, deseo de ser primeros Servicio: “para servir y no para...”

54 Mirada confiada en los demás.
FE ESPERANZA: los pequeños pasos; Abrir al futuro; optimismo; Mirada confiada en los demás. CARIDAD

55 VIRTUDES HUMANAS O CARDINALES
JUSTICIA PRUDENCIA FORTALEZA TEMPLANZA

56 PRUDENCIA: en las decisiones. (Pensar, reflexionar, estudiar,
PRUDENCIA: en las decisiones (Pensar, reflexionar, estudiar, aconsejarse, decidir, hablar o callar) JUSTICIA: con los demás; darles a todos lo que les corresponde

57 FORTALEZA: en las dificultades;. seguir adelante a pesar de
FORTALEZA: en las dificultades; seguir adelante a pesar de los obstáculos (no es terquedad) TEMPLANZA: dominio de uno mismo: pasiones, emociones. Utilizar bien nuestras fuerzas para que no sean destructivas.

58 LAS TRES PLENITUDES Habla San Alberto Magno que existen tres géneros de plenitudes: "la plenitud del vaso, que retiene y no da; la del canal, que da y no retiene, y la de la fuente, que crea, retiene y da".

59 Efectivamente, yo he conocido muchos hombres-vaso
Efectivamente, yo he conocido muchos hombres-vaso. Son gentes que se dedican a almacenar virtudes o ciencia, que lo leen todo, coleccionan títulos, saben cuanto puede saberse, pero creen terminada su tarea cuando han concluido su almacenamiento: ni reparten sabiduría ni alegría. Tienen, pero no comparten. Retienen, pero no dan. Son magníficos, pero magníficamente estériles. Son simples servidores de su egoísmo.

60 También he conocido hombres-canal: es la gente que se desgasta en palabras, que se pasa la vida haciendo y haciendo cosas, que nunca rumia lo que sabe, que cuando le entra de vital por los oídos se le va por la boca sin dejar pozo adentro. Padecen la neurosis de la acción, tienen que hacer muchas cosas y todas de prisa, creen estar sirviendo a los demás pero su servicio es, a veces, un modo de calmar sus picores del alma. Hombre-canal son muchos periodistas, algunos apóstoles, sacerdotes o seglares. Dan y no retienen. Y, después de dar, se sienten vacíos.

61 Autor: José Luis Martín Descalzo
Qué difícil, en cambio, encontrar hombres-fuente, personas que dan de lo que han hecho sustancia de su alma, que reparten como las llamas, encendiendo la del vecino sin disminuir la propia, porque recrean todo lo que viven y reparten todo cuanto han recreado. Dan sin vaciarse, riegan sin decrecer, ofrecen su agua sin quedarse secos. Cristo -pienso- debió ser así. El era la fuente que brota inextinguible, el agua que calma la sed para la vida eterna. Nosotros -¡ah!- tal vez ya haríamos bastante con ser uno de esos hilillos que bajan chorreando desde lo alto de la gran montaña de la vida. Autor: José Luis Martín Descalzo

62 ! GRACIAS!


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