La descarga está en progreso. Por favor, espere

La descarga está en progreso. Por favor, espere

 ESTE ES UN ESPACIO PARA CONTAR HISTORIAS DE MUJERES EN SU LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE SENO, CON TODO MI RESPETO, ADMIRACIÓN Y SOLIDARIDAD.  TE INVITO.

Presentaciones similares


Presentación del tema: " ESTE ES UN ESPACIO PARA CONTAR HISTORIAS DE MUJERES EN SU LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE SENO, CON TODO MI RESPETO, ADMIRACIÓN Y SOLIDARIDAD.  TE INVITO."— Transcripción de la presentación:

1

2  ESTE ES UN ESPACIO PARA CONTAR HISTORIAS DE MUJERES EN SU LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE SENO, CON TODO MI RESPETO, ADMIRACIÓN Y SOLIDARIDAD.  TE INVITO A LEER LOS CUENTOS Y A COMPARTIR LAS HISTORIAS DESDE ESTE LINK ELSA DE SOLÓRZANO

3 Se fue. Sin dejar recados en el buró o mensajes en el teléfono celular. Su clóset vacío, los cajones de la cómoda desocupados, un adiós que no por silencioso fue menos cruel. Las razones se apilaron con las carpetas y sobres llenos de resultados de análisis, radiografías, tomografías, diagnósticos, recetas. ¿La hipótesis de nulidad? No quería verme sufrir. Me bebí un batido espeso con sábila, perejil y linaza. Me dijeron que con eso me ardería menos el estómago, de todas maneras más tarde lo vomitaba. La náusea que me provocaba la quimioterapia sólo se mitigaba comiendo un poco de hielo. Una paleta de limón. La sesión de quimio era tremenda. Generalmente iba sola; el pasillo que conducía a la sala estaba tapizado con mensajes de pensamientos positivos. Un buen esfuerzo de las enfermeras para paliar el dolor de los que recibíamos tratamiento. La primera vez que llegué estaba muy asustada. Todos sentados alrededor con diferente color de frasco: verde, rojo o pardo. El coctel apropiado para brindar antes de comenzar la guerra. Mis ojos buscaron un asidero, como el niño que entra al salón de clases la primera vez. Eso nos ocurría a todos los novatos. El ángel de blanco que estaba junto a mí me llevó a mi lugar. Comencé con gemidos lentos, entonces una mujer mayor que yo gritó con voz fuerte: -Ah no, amiguita…..aquí si llora una lloramos todos. ¿Verdad compañeros? Y en ese momento todos se pusieron a llorar conmigo; la enfermera continuó preparando en silencio la dosis de quimio que me tocaba recibir. Me fui calmando poco a poco y les di las gracias a mis compañeros por su solidaridad. Fui la última en salir; en la puerta la mujer que inició el concierto de llantos y otra más joven me estaban esperando. Me dieron dos tarjetas. -Puedes asistir cuando quieras, es un grupo de autoayuda. Y esta otra es de una tienda especializada en artículos para mujeres con cáncer. Tienen de todo: champús, cremas, pelucas, prótesis. La gente que atiende es muy amable, la dueña también tuvo cáncer. -Les agradezco infinitamente- les dije y nos despedimos con un beso en la mejilla.

4 La enfermera me sugirió que esperara un poco antes de salir, porque los efectos de la quimio eran muy pesados. Esperé media hora y después tomé un taxi a mi casa. Me dormí toda la tarde, estaba exhausta. Todo ha transcurrido en poco más de dos años. Los cambios en él se dieron al finalizar el primero. El problema fueron las relaciones sexuales. Hasta entonces comprendí cuánto representaban un par de senos. Los efectos de la quimio terminaron con mi libido, me tumbaron el cabello, resecaron mi piel y me quitaron doce kilos. Él me dejó sola librando dos batallas: una contra el cáncer de mama y otra intentando que volviera a mi lado. Me miré en el espejo. ¿Hacerlo volver para qué? ¿Qué podría encontrar en ese cuerpo marchito? ¿Qué deseo podía inspirarle con esas costuras que me hacían parecerme a una muñeca hecha con recortes de tela? No contestaba mis llamadas, ni tampoco los mensajes. Creí que no tendría lágrimas para llorarle, pero me dejó algunas el cáncer. La gente del grupo de autoayuda era mi gran apoyo. Me dijeron de un nuevo tratamiento que al parecer era milagroso. Tal vez a mí me tocaba el milagro que no pudieron lograr otros; varios de los compañeros fallecieron en el lapso de esos dos años. Como estaba dispuesta a todo, me informé de lo que se trataba: un veneno obtenido del escorpión azul, una especie endémica de Cuba. Vendí mi auto y reuní lo suficiente para irme a curar. Todo lo que me explicaron en la clínica me pareció razonable. Decidí creer en que podría aliviarme. Me he sentido bien. En estas semanas me mejoré mucho. Sólo les avisé a quienes podría interesarles mi salud, no a él. Hoy he decidido salir del hotel. Me puse un sombrero y lentes de sol. Caminé por la playa y me topé con ella. Una anciana con todos los años del mundo marcados en la piel, diciendo la buena fortuna. Por pura curiosidad la escuché. -Tu lucha es muy dura pero vas a vencer Sonreí pensando en que quizás ocurriera el milagro que llegué a buscar. Lo que me dijo después me sorprendió por completo. -Ya has encontrado la cura para tu mal, pero falta que puedas matar la causa. -No la entiendo, explíquese por favor.

5 -El daño que tienes es por un gran dolor. Tus penas buscaron un lugar donde guardarse y se depositaron en ese tumor. -¿Pero cómo es posible? -Así es niña, pero vas a estar curada cuando termines con la causa de tu dolor -¿Se refiere a mi marido? -No sé si es tu marido, pero es el hombre al que amaste y que al verte enferma te dejó. Me quedé sorprendida. No sé si leyó mi mano o mis reacciones, pero todo lo que esa mujer me decía era cierto. -Lo que no entiendo es cómo puedo acabar con la causa de mi mal. -Los dos morirán con el mismo color de veneno. -¿Me está Usted diciendo que tengo que matar a mi marido? La anciana sonrió mostrando los pocos dientes que tenía, los ojos eran un par de rendijas entre los surcos de su piel ajada. Me dio una bolsita con unas cosas raras. -Toma este amuleto. Llévalo contigo y verás que nada te pasa. Dame unas monedas si quedaste contenta con lo que te dije. Busqué unas monedas en mi bolso y se las entregué, además del chal que me rogó le regalara para darle a su hija que acababa de parirle un nieto. Se lo entregué porque me hicieron sentir bien sus palabras. Regresé al hotel y me senté a ver el paisaje rosa de la tarde. Nunca me han gustado las frases a medias. Estuve analizando toda la conversación. ¿Cómo estaba eso de que nosotros mismos nos causamos todos nuestros males? ¿Cómo que el mismo color de veneno que mataría mi enfermedad lo mataría a él? Dejé de pensar y pedí la cena. Me estaba regresando el apetito. La doctora me dijo algo parecido a lo que me comentó la anciana: la causa de nuestros males está en nosotros mismos. No lo creo. Yo no quiero tener cáncer. Yo quiero estar con mi esposo, hacer el amor, salir a trabajar, tener hijos, y muchas cosas más. ¿Cómo voy a querer estar enferma?

6 -Me refiero a los rencores- me dijo muy seria la doctora. No sabemos manejar nuestras emociones y poco a poco las células normales cambian su código y se vuelven enfermas. Fue la primera vez que sentí que no era profesional en su manera de tratarme, ella pareció advertirlo. -Eso que tienes ahí metido, se llama enojo, se llama odio, mientras no lo saques te va a seguir alimentando el mal. Repite conmigo: me declaro sana de mente y de cuerpo. No siento odio contra nada, ni nadie. Soy feliz y plena. Repetí sus palabras como si estuviera en la escuela. Me dijo que si no creía en lo que estaba diciendo no me curaría. Me mostró los resultados de mis estudios. El cáncer estaba cediendo, aparentemente el tumor decreció. Parece que el tratamiento alternativo ha funcionado. A partir de entonces repetí las frases que me dijo la doctora como un mantra. Mis amigos del grupo de autoayuda me recibieron con una fiesta a mi regreso. No había sabido nada de él. El perdón es necesario para lograr la sanación, pero resulta que yo tenía un perdón sin entregar porque a su destinatario no le interesaba. Pensé en buscarlo para hablarle pero de pronto sentí que sería absurdo. Miré el retrato de nuestra boda. Quebré el cristal que la cubría y arranqué su foto despacio. -Si tú eres la causa de mi mal voy a borrarte por completo de mi mundo- hablaba y hacía. -No quiero que vuelvas a verme…. rasgaba con uno de los filos del cristal sus ojos. Continué marcando dos líneas cruzadas sobre su corazón. -Ahora sé que nunca me amaste, pero te perdono. - No te quiero de nuevo en mi vida… corté su imagen en tantas tiras que llegué a herir mi mano. -Tú eres mi mal y mi mal va a morir. No fue un ritual premeditado, pero sentí algo muy raro. La bolsita que me entregó la anciana en Cuba, y llevaba prendida entre mi ropa, se cayó al suelo, dejando escapar su contenido: unas flores secas y trozos de conchas de mar.

7 Lo tomé con un pañuelo desechable y junto con los restos de la foto los tiré a la basura. Reuní los trozos del cristal roto, los tiré también y me curé la mano. No había amanecido todavía cuando recibí la llamada. Era de un hospital, preguntaban por mi nombre de casada, les interrogué que por qué me buscaban, se trataba de mi marido, estaba grave. Llegué enseguida. Lo tenían en terapia intensiva. Le habían dado dos infartos y era muy difícil que sobreviviera. Le pregunté al doctor los detalles, una vez que le expliqué que aunque era su esposa, ya no vivía con él. Al parecer cuando se presentó el infarto le pusieron una tableta de nitroglicerina sublingual, como mi marido tomaba viagra para mantener activa su vida sexual, el efecto fue letal. Tal como me lo vaticinó la anciana en Cuba, fue azul el veneno que lo mató. FIN PARTICIPA: Si te gustó el cuento o quieres comentarlo, entra al link en la cuenta de facebook Elsa Desolorzano y platica lo que piensas Gracias


Descargar ppt " ESTE ES UN ESPACIO PARA CONTAR HISTORIAS DE MUJERES EN SU LUCHA CONTRA EL CÁNCER DE SENO, CON TODO MI RESPETO, ADMIRACIÓN Y SOLIDARIDAD.  TE INVITO."

Presentaciones similares


Anuncios Google