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XVI Capítulo General (1967-1968) “Aggiornamento” del carisma y la reglamentación a la luz de las orientaciones del Concilio Vaticano II. Gran crisis.

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3 XVI Capítulo General (1967-1968) “Aggiornamento” del carisma y la reglamentación a la luz de las orientaciones del Concilio Vaticano II. Gran crisis del Instituto (1401 salidas de hermanos en 3 años). “Emplearé mi influencia y mi actividad para orientar al Instituto, a ser posible en mayor medida que hasta el presente, hacia los pobres y las misiones” (H. Basilio Rueda) XVI Capítulo General (1967-1968) “Aggiornamento” del carisma y la reglamentación a la luz de las orientaciones del Concilio Vaticano II. Gran crisis del Instituto (1401 salidas de hermanos en 3 años). “Emplearé mi influencia y mi actividad para orientar al Instituto, a ser posible en mayor medida que hasta el presente, hacia los pobres y las misiones” (H. Basilio Rueda) Se siente “la necesidad de discernir, en medio de un sinfín de búsquedas y de tentativas que una evolución acelerada nos legó, qué cosas haya que conservar y cuáles tengamos que arrumbar” (Circular Convocatoria del XVII CG)

4 XVII Capítulo General (1976) Se siguen “experimentando” las nuevas Constituciones 9 años más. Dos frutos del capítulo: La carta “Hermanos Maristas Hoy” Documento capitular “Pobreza y Justicia” XVII Capítulo General (1976) Se siguen “experimentando” las nuevas Constituciones 9 años más. Dos frutos del capítulo: La carta “Hermanos Maristas Hoy” Documento capitular “Pobreza y Justicia” Al finalizar el mandato del H. Basilio: Fuerte disminución de hermanos. “ Notorio desajuste entre documentos y vida real” Falta de unificación de vida, debilidad en formación inicial y permanente, desconfianza ante llamadas a la vida comunitaria, el servicio a los pobres o la educación para la justicia.

5 XVIII Capítulo General (1985) Estudio final de las Constituciones para aprobación de la Santa Sede. Reconocimiento oficial del Movimiento de la Familia Marista y rechazo definitivo de la introducción del sacerdocio en el Instituto. XVIII Capítulo General (1985) Estudio final de las Constituciones para aprobación de la Santa Sede. Reconocimiento oficial del Movimiento de la Familia Marista y rechazo definitivo de la introducción del sacerdocio en el Instituto. Prioridades:  Pastoral vocacional y reestructuración de prioridades apostólicas.  Fortalecer la formación (Guía de Formación)  Dinamismo en torno a “Pobreza y Justicia”.  Crecer en espiritualidad apostólica.  Revitalizar identidad.  Promover la inculturación.  Transmitir las Constituciones a todo el Instituto.

6 XIX Capítulo General (1993) 4 grandes temas de reflexión: Misión, Solidaridad, Espiritualidad Apostólica y Formación. Tres líneas transversales: discernimiento, laicos y comunidad marista. Dos documentos: Mensaje a los Hermanos y Guía de Formación Primer capítulo con presencia de laicos invitados. Se habla de “refundación del Instituto”. XIX Capítulo General (1993) 4 grandes temas de reflexión: Misión, Solidaridad, Espiritualidad Apostólica y Formación. Tres líneas transversales: discernimiento, laicos y comunidad marista. Dos documentos: Mensaje a los Hermanos y Guía de Formación Primer capítulo con presencia de laicos invitados. Se habla de “refundación del Instituto”. Algunos hitos post-capítulo:  Estudiar posible reestructuración  Misión Educativa Marista  11 hermanos mueren mártires en África.  Canonización de Champagnat

7 XX Capítulo General (2001) Optamos por la Vida 5 llamadas: 1)Centrados en Jesucristo: Fuente de agua viva 2)En comunidades renovadas: ¡Qué hermoso es vivir unidos! 3) Con los laicos: Ensanchar el espacio de la tienda 4)Misión y solidaridad: un fuego que abrasa y consume 5)Servicio de animación y gobierno: lávense los pies unos a otros XX Capítulo General (2001) Optamos por la Vida 5 llamadas: 1)Centrados en Jesucristo: Fuente de agua viva 2)En comunidades renovadas: ¡Qué hermoso es vivir unidos! 3) Con los laicos: Ensanchar el espacio de la tienda 4)Misión y solidaridad: un fuego que abrasa y consume 5)Servicio de animación y gobierno: lávense los pies unos a otros Hitos posteriores: “Agua de la Roca” (EAM) “En torno a la misma mesa” 2003: Provincia Mediterránea 2006: Misión Ad Gentes en Asia 2007: I AIMM - Mendes

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10 Después de 2017… ¿qué?

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13 ¿No ardía nuestro corazón…? - Cambia la mirada: reconocemos a Jesús que camina con nosotros - Cambia la mentalidad: del Mesías esperábamos poder, fuerza… y resulta que se manifiesta en la entrega y el servicio - Cambian las actitudes: la clave está en la acogida y la solidaridad - Cambia la percepción de los acontecimientos: del miedo, la rutina, la sensación de fracaso o la decepción a la audacia, la novedad o la esperanza. - Cambian las relaciones: la comunidad y la fracción del pan como espacios de fraternidad - Cambia la manera de acoger la Palabra : ¿no ardía nuestro corazón? - Cambia la dinámica de la acción: nos sentimos impulsados a la Misión

14 Verdadero cambio del corazón Camino de la mano de María Itinerario de conversión personal e institucional

15 Horizontes de futuro 1.Una vida consagrada nueva, arraigada firmemente en el Evangelio, que promueva un nuevo modo de ser hermano. 2.Una nueva relación entre hermanos y laicos, basada en la comunión, buscando juntos una mayor vitalidad del carisma marista para nuestro mundo. 3.Una presencia fuertemente significativa entre los niños y jóvenes pobres.

16 FUEGO - Espíritu Santo - Irradiar calor, luz… - Fuerza misionera y apostólica - Encuentro, memoria, celebración del presente, diálogos sobre el futuro… FUEGO - Espíritu Santo - Irradiar calor, luz… - Fuerza misionera y apostólica - Encuentro, memoria, celebración del presente, diálogos sobre el futuro… ÁRBOL - Acogida y vida - Ofrece sombra y frutos - Arraigado en suelo africano: diversidad e internacionalidad - Signo del Reino ÁRBOL - Acogida y vida - Ofrece sombra y frutos - Arraigado en suelo africano: diversidad e internacionalidad - Signo del Reino HORIZONTE - Fidelidad a nuestros orígenes - Camino hacia lo nuevo - Tercer centenario HORIZONTE - Fidelidad a nuestros orígenes - Camino hacia lo nuevo - Tercer centenario LLAMAS AZULES - Cielo - María - Salir deprisa, con María, hacia una nueva tierra LLAMAS AZULES - Cielo - María - Salir deprisa, con María, hacia una nueva tierra

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18 UN LUGAR EN EL BOSQUE Esta historia cuenta sobre un famoso maestro que era muy conocido dentro de su comunidad. Todos decían que era un hombre piadoso sabio, bondadoso y tan puro que Dios escuchaba sus palabras cuando él hablaba. Todos los que tenían un deseo insatisfecho o necesitaban algo que no habían podido conseguir, iban a ver al maestro. El los reunía una vez por año en un lugar único en medio del bosque. Cuenta la leyenda que, una vez allí, este maestro armaba con ramas y hojas un fuego muy particular y hermoso y luego, en voz muy baja, entonaba una oración como si fuera para el mismo. Y dicen....

19 Que a Dios le gustaban esas palabras y se fascinaba tanto con el fuego armado de esa manera y quería tanto a esa reunión que concedía los deseos de todas las personas que ahí estaban. Cuando el maestro murió sus fieles se dieron cuenta de algo: nadie sabía las palabras, pero conocían el lugar en el bosque y sabían cómo armar el fuego. Una vez por año siguiendo la tradición del maestro. Se reunían en ese mismo lugar. Prendían el fuego y como no conocían aquellas palabras entonaban cualquier canción o recitaban un salmo o simplemente se miraban y hablaban de cualquier cosa... en ese mismo lugar en el bosque y alrededor del fuego. Y dicen...

20 Que a Dios le gustaba tanto ese lugar que concedía los deseos a todos los que allí estaban El tiempo ha pasado y, de generación en generación, la sabiduría se ha ido perdiendo. Y aquí estamos nosotros, nosotros no sabemos el lugar en el bosque, cómo encender el fuego, no sabemos las palabras del maestro. Hay algo que sí sabemos. Sabemos esta historia. Sabemos este cuento. Y dicen... Que Dios adora este cuento, esta historia, y le basta que alguien la escuche, para que él conceda los deseos a todos los que están compartiendo este momento. Que así sea.

21 1 Siento que tengo que recorrer el camino de la experiencia personal de encuentro con Dios. Relación de ‘enamoramiento’ Necesidad de cultivar la interioridad, una espiritualidad encarnada, una mística de ojos y corazón abiertos. Siento que tengo que recorrer el camino de la experiencia personal de encuentro con Dios. Relación de ‘enamoramiento’ Necesidad de cultivar la interioridad, una espiritualidad encarnada, una mística de ojos y corazón abiertos.

22 2 Siento que tengo que caminar en la experiencia que nace en mi Bautismo: “Soy cristiano laico y tengo vocación” Siento que Dios me ha regalado un corazón marista y que, conscientemente, quiero vivir mi vocación laical al estilo de María y Champgnat. Quiero que este estilo impregne la vida de mi familia y de los ámbitos donde desempeño mi misión. Quiero vivirlo comunitariamente. Siento que tengo que caminar en la experiencia que nace en mi Bautismo: “Soy cristiano laico y tengo vocación” Siento que Dios me ha regalado un corazón marista y que, conscientemente, quiero vivir mi vocación laical al estilo de María y Champgnat. Quiero que este estilo impregne la vida de mi familia y de los ámbitos donde desempeño mi misión. Quiero vivirlo comunitariamente.

23 Necesito de las otras vocaciones de la Iglesia, especialmente, la del HERMANO MARISTA. Quiero hermanos maristas evangélicos, proféticos, audaces, que contagien fraternidad, que sean significativos, que me interpelen con su vida personal y comunitaria… Quiero nuevos hermanos y hermanos nuevos. Necesito de las otras vocaciones de la Iglesia, especialmente, la del HERMANO MARISTA. Quiero hermanos maristas evangélicos, proféticos, audaces, que contagien fraternidad, que sean significativos, que me interpelen con su vida personal y comunitaria… Quiero nuevos hermanos y hermanos nuevos. 3

24 4 Siento que hay que recorrer el camino que lleve a una nueva relación entre hermanos y laicos, en comunión Colaborador  Familia Marista  Misión Compartida  Ensanchar la tienda Construir una nueva tienda: nuevo rostro del carisma y de una Iglesia profética y mariana. Espacios para compartir formación, vida, espiritualidad, misión… Completar el proyecto de la Sociedad de María Siento que hay que recorrer el camino que lleve a una nueva relación entre hermanos y laicos, en comunión Colaborador  Familia Marista  Misión Compartida  Ensanchar la tienda Construir una nueva tienda: nuevo rostro del carisma y de una Iglesia profética y mariana. Espacios para compartir formación, vida, espiritualidad, misión… Completar el proyecto de la Sociedad de María

25 5 Siento que tengo que recorrer el camino de anunciar el Evangelio entre los jóvenes y acompañar sus procesos: ¡es urgente! Necesito dejarme evangelizar por ellos. Siento que tengo que recorrer el camino de anunciar el Evangelio entre los jóvenes y acompañar sus procesos: ¡es urgente! Necesito dejarme evangelizar por ellos. Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio. Espero que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están. Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un «estado permanente de misión».

26 6 Siento que tengo que recorrer el camino de la solidaridad y de ver el mundo con los ojos de los niños pobres. Siento que hay que hacer todo lo posible porque nuestras obras eduquen de forma liberadora, transformadora, crítica… ¿quiénes salen de nuestras aulas? Siento que tengo que recorrer el camino de la solidaridad y de ver el mundo con los ojos de los niños pobres. Siento que hay que hacer todo lo posible porque nuestras obras eduquen de forma liberadora, transformadora, crítica… ¿quiénes salen de nuestras aulas?

27 7 Siento que tengo que recorrer el camino de la sencillez, de la austeridad evangélica, del uso evangélico de los bienes, de la compasión, de los pequeños detalles… Incorporar en mi vida las actitudes de María y Champagnat La fuerza del testimonio… empieza en mí. Siento que tengo que recorrer el camino de la sencillez, de la austeridad evangélica, del uso evangélico de los bienes, de la compasión, de los pequeños detalles… Incorporar en mi vida las actitudes de María y Champagnat La fuerza del testimonio… empieza en mí.

28 Cómo la sabiduría se esparció por el mundo

29 CÓMO LA SABIDURÍA SE ESPARCIÓ POR EL MUNDO En Camerún vivía en tiempos remotos, un hombre llamado Padre Ananzi que poseía toda la sabiduría del mundo. La fama de su sabiduría se había extendido por todo el país, hasta los más apartados rincones, y todos acudían a para pedirle consejo y aprender de él. Pero aquellas gentes comenzaron a comportarse mal entre sí y Ananzi se enfadó con ellos. Entonces pensó en la manera de castigarlos. Tras largas y profundas meditaciones decidió privarles de la sabiduría, escondiéndola en un lugar tan hondo e insospechado que nadie pudiera encontrarla. Pero él ya había compartido sus consejos y éstos contenían parte de la sabiduría que, por tanto, debía recuperar. Y lo consiguió, metiendo todos sus secretos en una jarra. CÓMO LA SABIDURÍA SE ESPARCIÓ POR EL MUNDO En Camerún vivía en tiempos remotos, un hombre llamado Padre Ananzi que poseía toda la sabiduría del mundo. La fama de su sabiduría se había extendido por todo el país, hasta los más apartados rincones, y todos acudían a para pedirle consejo y aprender de él. Pero aquellas gentes comenzaron a comportarse mal entre sí y Ananzi se enfadó con ellos. Entonces pensó en la manera de castigarlos. Tras largas y profundas meditaciones decidió privarles de la sabiduría, escondiéndola en un lugar tan hondo e insospechado que nadie pudiera encontrarla. Pero él ya había compartido sus consejos y éstos contenían parte de la sabiduría que, por tanto, debía recuperar. Y lo consiguió, metiendo todos sus secretos en una jarra.

30 Tras ello, buscó un lugar donde esconder la Jarra de la Sabiduría, y se dispuso a llevar hasta allí su preciado tesoro. Pero, Padre Ananzi tenía un hijo muy listo, se llamaba Kweku Tsjin. Cuando este vio a su padre andar tan misteriosamente y con tanta cautela de un lado a otro con su jarra, pensó para sus adentros: — ¡Cosa de gran importancia debe ser esa que esconde! Y tan listo como era, se propuso vigilar lo que Padre Ananzi se proponía. Como suponía, lo oyó muy temprano por la mañana, cuando se levantaba. Mientras Ananzi se alejaba rápida y sigilosamente, Kweku se dispuso a seguir a su padre, con la precaución de que no se diera cuenta de ello. Ananzi atravesó el poblado; era tan de mañana que todo el mundo dormía aún. Luego se internó profundamente en el bosque y cuando llegó a un macizo de palmeras altas como el cielo, buscó la más esbelta de todas y empezó a trepar con la Jarra de la Sabiduría que llevaba atada sobre su cabeza. Tras ello, buscó un lugar donde esconder la Jarra de la Sabiduría, y se dispuso a llevar hasta allí su preciado tesoro. Pero, Padre Ananzi tenía un hijo muy listo, se llamaba Kweku Tsjin. Cuando este vio a su padre andar tan misteriosamente y con tanta cautela de un lado a otro con su jarra, pensó para sus adentros: — ¡Cosa de gran importancia debe ser esa que esconde! Y tan listo como era, se propuso vigilar lo que Padre Ananzi se proponía. Como suponía, lo oyó muy temprano por la mañana, cuando se levantaba. Mientras Ananzi se alejaba rápida y sigilosamente, Kweku se dispuso a seguir a su padre, con la precaución de que no se diera cuenta de ello. Ananzi atravesó el poblado; era tan de mañana que todo el mundo dormía aún. Luego se internó profundamente en el bosque y cuando llegó a un macizo de palmeras altas como el cielo, buscó la más esbelta de todas y empezó a trepar con la Jarra de la Sabiduría que llevaba atada sobre su cabeza.

31 Indudablemente, quería esconder el Jarro de la Sabiduría en lo más alto de la copa del árbol, donde seguramente nadie acudiría a buscarlo. El jarro que contenía toda la sabiduría del mundo, no hacía más que tambalearse. La ascensión se le estaba haciendo muy complicada. Kweku Tsjin, que desde su puesto de observatorio se moría de curiosidad, ya no podía distinguir a su padre y empezó a gritarle: — Padre, ¿por qué no llevas colgado a la espalda ese jarro preciado? ¡Subir así, con el jarro en la cabeza, te va a ser imposible! Apenas había oído Ananzi estas palabras, se inclinó para mirar a la tierra que tenía a sus pies. — Escucha — gritó a todo pulmón— yo creía haber metido toda la sabiduría del mundo en este jarro, y ahora descubro que mi propio hijo me da una lección de sabiduría. ¡Yo no me había dado cuenta de que la mejor manera de subir este jarro sin problema y con comodidad hasta la copa de este árbol es colgándolo a la espalda! Indudablemente, quería esconder el Jarro de la Sabiduría en lo más alto de la copa del árbol, donde seguramente nadie acudiría a buscarlo. El jarro que contenía toda la sabiduría del mundo, no hacía más que tambalearse. La ascensión se le estaba haciendo muy complicada. Kweku Tsjin, que desde su puesto de observatorio se moría de curiosidad, ya no podía distinguir a su padre y empezó a gritarle: — Padre, ¿por qué no llevas colgado a la espalda ese jarro preciado? ¡Subir así, con el jarro en la cabeza, te va a ser imposible! Apenas había oído Ananzi estas palabras, se inclinó para mirar a la tierra que tenía a sus pies. — Escucha — gritó a todo pulmón— yo creía haber metido toda la sabiduría del mundo en este jarro, y ahora descubro que mi propio hijo me da una lección de sabiduría. ¡Yo no me había dado cuenta de que la mejor manera de subir este jarro sin problema y con comodidad hasta la copa de este árbol es colgándolo a la espalda!

32 Su decepción era tan grande que, con todas sus fuerzas, tiró el Jarro de la Sabiduría todo lo lejos que pudo. El jarro chocó contra una piedra y se rompió en mil pedazos. Y como es de suponer, toda la sabiduría del mundo que allí dentro estaba encerrada se derramó, esparciéndose por todos los lugares de la tierra. Su decepción era tan grande que, con todas sus fuerzas, tiró el Jarro de la Sabiduría todo lo lejos que pudo. El jarro chocó contra una piedra y se rompió en mil pedazos. Y como es de suponer, toda la sabiduría del mundo que allí dentro estaba encerrada se derramó, esparciéndose por todos los lugares de la tierra.

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