Descargar la presentación
La descarga está en progreso. Por favor, espere
Publicada porVasco Ariza Modificado hace 9 años
2
Domingo 17 del Tiempo Ordinario
3
La Liturgia nos invita a reflexionar sobre uno de los elementos esenciales de la vida crisiana y del seguimiento de Cristo: LA ORACIÓN.
4
En la 1ª Lectura, ABRAHÁN reza, intercediendo por Sodoma y Gomorra.
5
El Salmista invocó al Señor y fue atendido. Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste
6
En la 2ª Lectura, San Pablo nos recuerda que hemos sido rescatados por Cristo y a Él pertenecemos.
7
En el Evangelio, JESÚS ora y enseña a orar.
8
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos."
9
Él les dijo: "Cuando oréis decid: Padre, santificado sea tu nombre,
10
danos cada día nuestro pan del mañana, venga tu reino,
11
perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo,
12
y no nos dejes caer en la tentación.
13
Amigo, préstame tres panes… Y les dijo:Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle: Desde dentro, el otro le responde: No me molestes…
14
Pedid y se os dará, llamad y se os abrirá;
15
¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra?
16
Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?"
17
Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste. Salmo 137
18
Te doy gracias, Señor, de todo corazón; delante de los ángeles tañeré para ti, me postraré hacia tu santuario. Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste.
19
Daré gracias a tu nombre por tu misericordia y tu lealtad. Cuando te invoqué me escuchaste; acreciste el valor en mi alma. Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste.
20
El Señor es sublime, se fija en el humilde y de lejos conoce al soberbio. Cuando camino entre peligros, me conservas la vida; extiendes tu brazo contra la ira de mi enemigo. Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste.
21
Y tu derecha me salva. El Señor completará sus favores conmigo: Señor, tu misercordia es eterna, no abandones la obra de tus manos. Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste.
22
Habéis recibido un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: ¡Abba!, Padre.
Presentaciones similares
© 2024 SlidePlayer.es Inc.
All rights reserved.