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Mis paisajes interiores

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Presentación del tema: "Mis paisajes interiores"— Transcripción de la presentación:

1 Mis paisajes interiores
Jaime Martínez-Salguero Fundación Collazos-Bascopé Año 2010, La Paz - Bolivia

2 Dedicatoria A mi amada esposa, la Lic. Patricia Collazos-Bascopé, cuyo espíritu me cobija con ternura y me alienta en la obra literaria. Con amor. A mi gran amigo, el Premio Nobel de LA PAZ, 1985, Prof. Dr. Ernesto Kahan, residente en Tel Aviv, Israel. Luchador por la concordia humana. A mi querido amigo, Lic. Hugo Boero Kavlin, joven valor intelectual, estudioso de lo trascendente y de los problemas nacionales, quien significa nobleza en mi vida. J.M.S.

3 Prólogo Un conjunto de dieciocho líricas composiciones constituyen este poemario de Jaime Martínez-Salguero, obra que se suma a las varias y de variados géneros con las que el autor ha contribuido ya al enriquecimiento de la literatura boliviana, tanto en la creación como en la crítica y el estudio. Hay un hilo que engarza la casi veintena de poemas; el encuentro de Jaime con los elementos que en su caminar por la vida le salen al paso. Escucha las voces de la naturaleza y sabe responder a ellas; descubre el sentido profundo a ese verbo y tiene la capacidad de entablar un diálogo. El paisaje altiplánico, el mar, el viento, la estación otoñal, el Illimani y el sol, la lluvia y el aire, son, entre algunas más, los motivos de su inspiración, de modo que de lo sensorial, como las siluetas de las montañas, el bramido del huracán, los tintes del suelo y de la fronda, la luz del astro rey, la rugosidad de las colinas y de las planicies, su alma se eleva a las cumbres inmateriales de la abstracción conceptual. Se advierte, por otra parte, la sonoridad y ritmo de los versos, así como el cuidado por alcanzar la perfección idiomática, de suerte que la obra logra una adecuada correspondencia de fondo y forma. Sólo queda congratular a Jaime por esta valiosa “póiesis” que entrega al público lector. Mario Frías Infante Miembro de número de la Academia Boliviana de La Lengua, correspondiente de la Real Española

4 PUNA Aquí, la espiga de la mañana ofrece el fruto del oro sazonado
con besos de sol enamorado. Aquí, las grietas de la tierra guardan el tesoro del tiempo coagulado en altivas montañas de piedra retorcida por el viento. Aquí, los espacios han atrapado los más puros sueños de lo infinito y los han colocado sobre la testa altiva de la pureza, hecha cordillera.

5 Aquí, el verbo de la espuma se deshila en hebras de nostalgia
humedeciendo a la tierra solitaria. Aquí, las enormes campanas de los cerros repican con el badajo del silencio los más puros sones de la paz; Y el cristal del aire refulge, endurecido, en la mancha azul de una laguna.

6 MI CAMINO Vine por el camino de los trigales abiertos al verano
trayendo esta sangre germinada con la fuerza de mi vida. Vine atravesando el viento, rompiendo los espacios, pisando el rumor de los grillos que entonces envolvía a esta tierra; me introduje en la savia de la hoja de los presentimientos para extraer el tono de su voz y anduve repartiendo el vaticinio de la transparencia enronquecida por tanto gritar su mensaje. Llegué al borde del camino del hombre y me empapé con su dolor; me introduje en el germen de su pena, de aquélla que filtra desde la entraña de su espíritu saqueado por el tiempo. Estuve junto a él en las horas crueles cuando la carne y la sangre y el alma son una sola protesta que se pierde entre el ruido de los negocios, entre el fragor de los metales, y luego se esfuma sin que sepamos a dónde va…

7 Estuve en la playa de la vindicta cuando el odio rompe los odres
de nuestras manos y se incrustan en otros cuerpos robándoles sus vidas. Me introduje en la choza signada con los pungentes cristales de la desesperanza, allí donde canta y llora, donde juega y ríe el niño, madurando sus minutos para el holocausto final de la vida. También estuve con el varón que, poco a poco, aprende la enseñanza de la semilla, y junto a ella, penetra en el surco de la vida llevando aún las astillas de su niñez.

8 ALTIPLANO Aquí moran los dioses del silencio
circundando este evangelio de piedra sellada, que celosamente guarda el secreto del amor. Aquí cabalga el tiempo en corceles de viento y el hombre levanta un monumento de granito que un día se ha de derruir como arena en la clepsidra de la eternidad. El sabor de la sal de la alegría sazona tus labios para abrirse en la entrega de la kantuta, tierra mía.

9 Tierra hilada con los colores de la nostalgia,
seda arrugada por la mano del tiempo, silencio que se extiende bebiendo confines que caminan hasta un horizonte de lontananza, de infinitos petrificados, allí donde el ojo vibra con el misterio …

10 MAR Mar, palabra amanecida en los labios de la playa
Para entregarnos la pureza del primer verbo. Amor viril, madurado en la entraña del tiempo que peregrina en pos de la tierra para poseerla con su mágico encanto de fuerte ola, encendida de pasión. espíritu del color que anhela aprisionar la sutil esencia de la vida. Broncas voces de un renovado mensaje de antaño, que hoy vienen a romperse en esta mañana, astillada de luces. Voz encendida de furor que te estrellas contra la imagen del infortunio. Oración surgida de las profundidades para deshilarse en blanca entrega; enséñame el secreto que guarda tu cambiante voz de esotéricos significados.

11 ¿Quién siega las ondulantes gavillas de sazonada espuma que
fructifican en tu fecundo seno, mar de las inquietas renovaciones? ¿Cuántos cardúmenes de nostalgia viven en tu seno, mar de caracolas con rumor de olvido? ¿Cuántas dolorosas sonrisas, hoy hechas perla, encierras en tus brazos de sal líquida? ¡Ah!, las playas del exilio; duras, secas, abiertas, sin embargo, a la esperanza del retorno, vosotras recibís la visita de la gaviota del pensamiento ausente, la tenue caricia del mar de la amargura, que a veces se yergue airada protesta para estrellarse impotente en el acantilado de nuestra indiferencia.

12 corazón de la distancia, esencia de la soledad sonora.
Médula de mar, corazón de la distancia, esencia de la soledad sonora. Ansiedad de la llegada. Pureza de la entrega. ¿Qué eres mar? Quizá, Sirena que me atraes con la fuerza del misterio.

13 SONATAS DE HURACAN Sonatas de huracán vibrando en el horizonte,
agitando melodías de azufre que suben por extrañas gargantas y afloran en esas voces que alguna vez fueron humanas… Entretejerse de la paja brava para construir el lecho del silencio, que aquí nace en un parto de tierra abandonada. Oscilar de calígines que cubren las testas graníticas con la piel de un aires anochecido a la esperanza. Singulares almas vagabundas que circundan el claror del agua en busca de la huella que dejaron sobre esta ribera, cuando el alba estaba aún desnuda de colores.

14 Gemidos de un mar pétreo
que se estrella en los acantilados del horizonte arrancando olvidadas palabras de un idioma extraño, balbucido en la infancia de los tiempos. De pronto, el galopar de invisibles cascos de leyenda resuena en el aire con un compás de tambor y misterio desgarrando la noche para penetrar hasta la raíz de la arcilla… Y luego, la fuga del salitre; la llegada del rocío que humedece los labios color ceniza que han hablando esta noche; y un parpadeo de ojos renovados que chocan con el silencio…

15 OTOÑO Cómo van cayendo, uno a uno, estos días nuestros!
Y nos quedamos así, desnudos de tiempo, plenos de ausencia. Sí, una mano invisible tala en el bosque de cristal de nuestras vidas; y las hojas caen, crujiendo una dulce sinfonía que nos dice: ¡Ser hombre es pasar, es ser humo que el tiempo avienta; es ser horas que se diluyen en el espacio e envolviéndonos con su cota de malla que exprime nuestra existencia; es ser perfume de esperanza en el nervio del dolor!.

16 ¡ Otoño que construye las hojas yertas de los días que ya fueron
y hoy no tienen horizonte. Mas, nosotros, hermano, somos la rosa de los vientos que se orienta al núcleo de las claridades.

17 VIENTO ESTEPARIO El viento estepario se esconde cuando llegan
los cazadores de plegarias en busca del aroma de Dios; lo encuentran y lo levantan, como pendón de triunfo en manos de la nube que, gozosa, sube hacia el ocaso ávida de teñirse con el arrebol de las entregas; luego, el viento sopla arpegios llamando a la noche que llega con un parpadeo de lejanía a posarse en mi alma…

18 ILLIMANI Altiva montaña levantada por la mano del aire niño
para escribir en el horizonte de la historia la varonil gesta de esta estirpe de cóndores capaz de encender teas de libertad en las páginas de sus propios corazones. Forma del perfecto pensamiento de Dios sonriendo en la trinitaria cumbre blanca de tus magníficas testas para irradiar potencia por los cuatro costados.

19 esculpido en la eternidad por la invisible mano de la sabiduría,
Monte azul y blanco esculpido en la eternidad por la invisible mano de la sabiduría, en ti mora por siempre la dormida música de la nieve haciendo resonar, a veces, la ronca voz del viento y otras, interpretando el largo y majestuoso arpegio del silencio, tan escarbador de corazones. Illimani; Achachila surgido del perfume de la tierra para llevar en tu entraña pétrea la sangre de esta raza nuestra y cuidar amorosamente a una ciudad; La Paz de Chuquiago.

20 AMO EL SOL Amo el sol que canta en la tarde florida de luz;
amo el tierno beso de la mañana desprendido del ánfora de la noche; amo la límpida palabra prieta con la savia del pensamiento; amo el corazón de una mujer refrescado con el amor que un día será madre, como un día fue hija y ahora es suspiro unido en la sangre que late en la vena del sentimiento.

21 PATRIA MIA Racimo de montañas desprendido del cielo de fuego d
e un sol, que fue tu dios; eres patria mía. Eres el lago encantado, el embrujado de azul, aquél que canta el destierro del mar ausente que un día nos fue injustamente arrebatado. Eres el oloroso naranjo florecido de emoción que madura en la entraña del Yunga prodigioso; y también eres la canción que se balconea en los dulces labios de la chapaca donosa, la que entona la cueca y pulsa la tarca; eres el camba pechador de monte y el siringuero que sigue la huella del dolor allá en la selva tragadora de hombres.

22 Eres el valoroso corazón de mujer emancipadora
que en la Coronilla, a empuñado las armas del ideal para defender a Cochabamba del galope de sangrientos potros que pretendía pisotear la libertad de tus hijos. Eres el quirquincho escondido en la arena que surge al llamado de la alegría y baila la morenada de los esplendores unidos en la fiesta de la Virgen del Socavón. Eres el cerro pletórico de riqueza con el cual se ha construido un refulgente puente de plata entre el indio y el español, porque tú has unido dos almas en una vida al calor del interés que atrajo a tanta gente a la entraña de la mina para soldarlos en nuevo hombre que camina por la historia.

23 Eres la señorial Charcas, aquella donde el verbo de la libertad
fue madurando con el hálito del churuquella y el empuje del mestizo que puso los cimientos de la patria en todos los corazones del continente. Eso y mucho más, eres patria mía.

24 PIFANO DE ROQUEDADES Cómo resuena el pífano de las roquedades
construyendo montañas interiores en el alma de los hombres. Son los sonidos llegados de lo profundo del misterio marcando ritmos de extraña estructura que se han levantado con hambre de infinitud y han alcanzado el tamaño de la esperanza; por eso tiembla la peña por dentro, y por fuera se muestra imperturbable, pues la vibración de la vida únicamente se escucha con el alma.

25 VOZ INSONORA El verdor perfumado del bosque,
cual manantial de profundas sugerencias se me ha metido en el alma con la sinfonía de sus hojas trémulas y allí adentros e ha incendiado con el fuego del otoño murmurando voces de otro mundo que me han hecho salir hacia ti, voz sonora.

26 COMO SIEMPRE Como siempre, el aire pasa
musitando palabra incomprensibles; el agua viaja hacia la espuma; la tierra peregrina hacia el fruto, el fuego baila deshilando destrucción creadora; el hombre construye esperanzas con las manos de sus días; mas, ¿hacia dónde va todo cuanto nos rodea? ¿Todo pasa, nosotros quedamos? ¿ Todos nos lleva sin dejar rastro?

27 UN DIA Incandescentes sonidos se precipitan a las llanuras de mi alma;
crepitan con la ruda voz de los inicios, se refugian en las grietas, las rebasan, fluyen ardiendo luciérnagas líquidas, se detienen, se introducen en la cápsula de la vida y germinan en la semilla del sol amanecido. Verbos templados se deslizan en la cuna del cristal matutino; balbucean mensajes de color ahí está el verde, chorreando esperanza, el amarillo sonríe en las retamas balanceadas por el céfiro de las ideas y el rojo estalla en vítores de existencia allí, en lo hondo de las venas, que laten con frenesí de estandartes enarbolados por las manos de un espíritu humano.

28 La tarde suspira con aroma de durazno
desprendido del bosque de los ideales, avanza por el espacio con redobles de decisión: actúa, hermano, actúa por el hombre, levanta el corazón hacia el altar de los amores y entrégalo al dador de todo amor. El crepúsculo entona la cantata de todos los colores, los enciende en la hoguera del horizonte, los contempla con mirada de infinito, luego, lentamente los va apagando como el sacristán ahoga los cirios en el templo luego de la divina ceremonia.

29 Llega la noche vestida de estrellas,
se detiene en el centro del cielo, pícaramente bruñe las tinieblas y las viste de misterio; después, casi con temor de despertar a los sueños, paso a pasito, se dirige al camino que conduce al alba; mira atrás y, decididamente, monta en el león de luz para cabalgar por los caminos de siempre.

30 MONTAÑAS TUTELARES Montañas tutelares,
ustedes dibujan el confín de la esperanza de una raza que se va cabalgando en el corcel de la historia a impulsos de la indiferencia del hombre que mira partir el pasado y aún no aprende a recibir el futuro. Cielo hecho piedra por donde trepan las últimas luces del alma de una estirpe nacida junto al amanecer de los tiempos, acunada en brazos de unos dioses que hoy callan debido al tajo del afilado alfanje de la civilización que les ha cortado su divina lengua, silenciándolos para siempre.

31 Espuma de un antiguo mar congelado en granito donde todavía resuena
el brillante compás de las olas irisadas por el beso del Sol. Cordillera mía, bosque de granito cultivado por la mano de la eternidad para ser la imagen de la permanencia, hoy veo cómo la mano del tiempo te está talando a golpes de minutos que todo lo consume.

32 del resuello de un pensamiento que los ha convertido en altivos montes
Suaves collados crecidos a empellones del resuello de un pensamiento que los ha convertido en altivos montes donde se iza el pendón del infinito para tremolar sobre la creación la infinita voz del hombre que desafía al tiempo y así construir una cultura con sabor de cordillera. ¿Qué piensan, hoy, dioses en su hierático encierro acerca de esta tierra nuestra sacudida por el viento del infortunio? Montañas tutelares ¿cuánto más callarán ustedes?

33 LLUVIA Nuevamente la lluvia destila los secretos de las nubes,
las exprime con sus dedos de cristal, y cae cantando nostalgias tan hondas como corazón de madre. Cae la lluvia, alargando al agua redonda con sus besos de frescura y los estrella en el piso en su afán de cavar senderos de vida. La lluvia es una palmera que llora la pena del mendigo sin techo; el dolor simple del niño que acaba de quebrar el barco donde era capitán de un sueño de inacabables conquistas.

34 La lluvia es un universo transparente donde mora la espiga del color
cuando el sol la besa sobre la hoja en la que descansa en su caída. La lluvia lava el mundo, pero no penetra en el corazón humano. ¿Por eso hay suciedad allí, en esa profundidad que nadie mira?

35 AMO LA PLACIDEZ Amo la placidez del río
que se desliza cantando en la planicie y la fecunda con su beso al pasar, enamorado, cantando la salmodia de paz que ha arrancado a las montañas. Amo la persistencia del salmón que construye caminos para volver a la laguna del comienzo. Amo la ira del mar que reclama sus derechos golpeando, enfurecido, la dureza indiferente del acantilado construido con el egoísmo endurecido. Amo del rocío que tiembla en espera del aroma del corazón de la flor, y allí ensaya iridiscencias de sentimiento antes de penetrar en el cáliz de los amores.

36 CAMPO FLORIDO Paseábame por el campo florido una tarde vestida de luz
iba sembrando recuerdos pensando cosechar ilusiones cuando me detuve a admirar un tierno arroyuelo acunado por la yerba, y entonces, una voz resonó en mis oídos: ¿recuerdas cómo tu primavera se fue transformando en el ardiente verano del hombre que debe entregar fruto sazonado? ¿Recuerdas que ingresaste en el estío reclutando gorriones y golondrinas para gorjear la canción de las alas enamoradas de todo infinito?

37 ¿Dónde está el armonioso canto? el agua se deslizaba en pos del mar
Y hoy ¿Dónde está el vuelo? ¿Dónde está el armonioso canto? el agua se deslizaba en pos del mar y la voz invadía mi mente punzante como espino, volví la cara en busca de mi interlocutor Nadie, sólo el murmullo del arroyo, más también, en sus ondas flotaba una sonrisa fresca y pura como el pensamiento de las violetas y me encontré con una mirada, tan honda que se incrustaba en lo infinito. sólo veo dentro de ti -continuó la voz-

38 las salamandras del odio y el correteo de las lagartijas de la pasión
deslizándose por la arena candente del desierto de tu desolación espiritual Al sentir en mis oídos el taladro de esa voz, grité: aire quiero. aire limpio, aire como el testamento de una azucena Tómalo, pero aprende a respirar el aire de las alturas espirituales, me dijo la palabra mientras una brisa me envolvía por todo lado, y el arroyo se iba sonriendo, sonriendo.

39 Estuve en la playa de la vindicta cuando el odio rompe los odres
de nuestras manos y se incrustan en otros cuerpos robándoles sus vidas. Me introduje en la choza signada con los pungentes cristales de la desesperanza, allí donde canta y llora, donde juega y ríe el niño, madurando sus minutos para el holocausto final de la vida. También estuve con el varón que, poco a poco, aprende la enseñanza de la semilla, y junto a ella, penetra en el surco de la vida llevando aún las astillas de su niñez.

40 LA PAZ Fue en el alba del tiempo… cuando el enorme bramido del fuego
recién despertado del sueño de la nada Tronaba con un insignificante pedazo del verbo creador produciendo el cataclismo inaugural del universo. Sí, fue cuando el espacio se hacía niño y lloraba en las broncas voces del huracán para crecer y crecer con la rapidez de la luz empeñada en ocupar todos los rincones de la materia, recién llegada a la existencia. Fue entonces cuando el Illimani se fue irguiendo en el horizonte con pensamientos castos y puros para acunar a esta ciudad, que un día iba a ser edificada

41 con el poder del fuego, del viento, de la tierra y del agua
quienes gozosamente danzaron en la espuma de los sueños para abrirse en la corola del granito, en La Paz del Chuquiagu. Ciudad nacida de la potencia de vientos enloquecidos que levantaron los peldaños de la decisión por donde se llega al trasparente saltuario de la paz de los libres. Ciudad de las alturas, de combates, de victorias donde el sol siempre renace para ser tea de libertad ardiendo en los corazones de estos hombres, tus hijos, los paceños.

42 CHUQUIZACA Ciudad desprendida del aroma de las estrellas
para convertirte en luz de claveles encendidos en las manos del charcas batallador. Tierra de profundas emociones alzadas al cielo por los corazones de los hombres sazonados con el sol de los limpios ideales enarbolados a toda hora, pero especialmente en el fragor de la batalla capaz de concretar la higuera de la victoria. Tienes Chuquizaca, las columnas de tu grandeza edificadas por voluntad de Dios en el Sicasica y el Churuquella como guardines de tu destino. ellos te miran y velan por ti desde el silencio de los perfectos esplendores. Como toda la ciudad edificadora de la historia llevas en tus lomos las siete colinas que, cual escala musical del espíritu,

43 Escribe en sus plazas el libro de las horas
resonando permanentemente en la torre de las revoluciones donde el hombre esculpe la eterna estatua de la libertad. Sucre, luminaria con voces de la Plata colonial, transcurres entre flores y espinas, entre duelos y logros entre silencios largos y griteríos fecundos en demanda de la justicia, siempre fugitiva Ciudad de los tiernos murmullos estas cimentada en mi sangre, enraizada, por siempre en tu raíz de tiempo incorruptible.

44 Miscelánea

45 El Dr. Jaime Martínez-Salguero, a sus dos años de edad, año 1939.

46 El Dr. Jaime Martínez-Salguero, Académico de la Lengua Española, año 1999.

47 El Académico de la Lengua Española, Dr
El Académico de la Lengua Española, Dr. Jaime Martínez-Salguero, junto a su esposa la Lic. Patricia Collazos-Bascopé en su domicilio, el 20 de octubre de 2006.

48 Jaime Martínez-Salguero, es condecorado con el trofeo EXPRESIÓN CULTURAL, por la Academia de declamación Cultural “Ignacio Duchén Córdova”, el año 2005.

49 Mario Vargas Llosa junto a los intelectuales bolivianos Patricia Collazos-Bascopé José de Mesa, Jaime Martínez-Salguero y Paulovich, en una recepción de la Embajada de España, el año 2006.

50 Yolanda Bedregal (YOLANDA DE BOLIVIA), junto a Patricia Collazos-Bascopé y Jaime Martínez-Salguero, el año 1996.

51 Jaime Martínez-Salguero, junto al ex Presidente de la República, Jaime Paz Zamora y Patricia Collazos-Bascopé, el año 2005

52 Jaime Martínez-Salguero junto a Augusto Céspedes, gran escritor del siglo XX y Patricia Collazos-Bascopé, el año 1994

53 Jaime Martínez-Salguero, recibe la Medalla al MÉRITO CULTURAL de manos de la Sra. Zenobia Azogue, presidenta de la Asociación Boliviana PRO ARTE, el año 2005.

54 El Académico de la Lengua Española, Dr
El Académico de la Lengua Española, Dr. Jaime Martínez-Salguero, junto a su esposa la Lic. Patricia Collazos-Bascopé en su domicilio, el año 2006.

55 Jaime Martínez-Salguero, es condecorado con la presea “Cumbre Trabajo” por el Centro Cívico de Unidad Progreso Illimani, el año 2009.

56 El Presidente del gobierno español Dr
El Presidente del gobierno español Dr. Don José María de Aznar, es saludado por el Dr. Jaime Martínez-Salguero en una recepción oficial.

57 El ex presidente de la República Gral. Hugo Bánzer S
El ex presidente de la República Gral. Hugo Bánzer S. es saludado por el Dr. Jaime Martínez-Salguero en una recepción oficial.

58 JAIME MARTÍNEZ-SALGUERO
Bioquímico, Farmacéutico, UMSA. Master en farmacia Industrial, Montpellier, Francia. cursos en Bélgica, Holanda y Francia. Catedrático Universitario durante 35 años en Farmacia Industrial, Literatura Latinoamericana, Lenguaje, Deontología, Literatura Boliviana. Miembro Número de la Academia Boliviana de la Lengua, correspondiente de la Real Española. Embajador del movimiento Poetas del Mundo, con sede en Chile. Miembro de la Unión Hispanoamericana de Escritores, con sede en Perú. Miembro del Círculo de Escritores de Venezuela. Miembro de la Internacional de Escritores que preside Teresinka Pereira. Presidente de la Sociedad Boliviana de Escritores SOBODE. Presidente del Consejo Consultivo de la Sociedad de Arte de Bolivia. Miembro de la Casa del Poeta del Perú. Académico de Ciencias Humanísticas y Relaciones de España, México y la República Dominicana. Mensajero de la Paz del mundo, nombrado por la UNESCO. Académico de Genealogía y Heráldica de España y México. Miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española. Miembro correspondiente de la Academia Filipina de la Lengua Española. Columnista de los periódicos, El Diario, El Deber y Eccos Latinos de Estados Unidos, Olandina de Perú. Autor de catorce libros de historia y poesía, entre otros.

59 Dr. Jaime Martínez-Salguero Sopocachi, c
Dr. Jaime Martínez-Salguero Sopocachi, c. Pedro Salazar, casi esquina 6 de Agosto, Edificio Santa Martha, piso 9 Teléfono: (591) (2) La Paz, Bolivia, Sudamérica

60 La presente Obra Digital es una producción de la Sociedad de Arte de Bolivia Marzo de Asesora de Comunicación: Lic. Anahi Zapata Valdez Teléfono: *


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