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I.C.E. del Centro La Rioja 3029 Santa Fe

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Presentación del tema: "I.C.E. del Centro La Rioja 3029 Santa Fe"— Transcripción de la presentación:

1 I.C.E. del Centro La Rioja 3029 Santa Fe
El Libro de Hechos Capítulos 3 y 4 I.C.E. del Centro La Rioja 3029 Santa Fe Escuela Dominical 2010

2 Curación del Cojo de Nacimiento (3:1-10)
Hechos 3:1 “Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.” Los judíos continuaban ofreciendo sus sacrificios en el templo. Pero no parece ser esa la razón por la cual Pedro y Juan fueron al lugar. Se aparecieron a la hora de la oración (3 pm). Andaban a la caza de oportunidades para predicar el evangelio.

3 El Templo

4 Curación del Cojo de Nacimiento (3:1-10)
Hechos 3:2-3 “Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. 3 Éste, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.” “La puerta del templo que se llama la Hermosa”— ¿Cuál puerta es ésta? Podía ser una de las puertas más bellas del templo, la más utilizada por las personas.

5 El Templo

6 Puerta “la Hermosa”

7 Puerta “La Hermosa”

8

9 Curación del Cojo de Nacimiento (3:1-10)
Los mendigos, confiando en que las personas religiosas son las más benévolas, siempre han buscado ayuda en los lugares religiosos de reunión. El hombre de nuestra historia, siendo cojo, no podía trasladarse por sí mismo, por lo cual era dejado diariamente por otras personas en el lugar. Eso ocurría todos los días para él. El cojo no era un mendigo pasivo, sino que “rogaba” que le diesen limosna.

10 Curación del Cojo de Nacimiento (3:1-10)
Hechos 3: Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. 5 Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. 6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. 7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; 8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. Hechos 3: Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios. 10 Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido.

11 Segundo Discurso de Pedro (3:11-26)
Hechos 3: “Y teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado, todo el pueblo, atónito, concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salomón. 12 Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste?” El Pórtico de Salomón. Hechos 5:12 “Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.”

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13 Pórtico de Salomón

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15 Segundo Discurso de Pedro (3:11-26)
Hechos 3:13 “El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad.” Jesús es identificado como el siervo de Dios (o hijo de Dios). Aunque Reina-Valera traduce “Hijo”, lo cual es factible, la mayoría de las versiones prefieren traducir “Siervo”. El vocablo utilizado puede hacer referencia a ambas cosas. Es un siervo tan amado por su amo que le considera su hijo. Ej. Lucas 7:1-2. En el v.2 usa la palabra dou/loj, luego usa otra diferente en el v.7, que es paido,j, la misma que aparece en nuestro texto aquí en Hechos. No era cualquier siervo, sino uno que había pasado a ser considerado como un hijo.

16 Segundo Discurso de Pedro (3:11-26)
Hechos 3:14-16 “Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, 15 y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. 16 Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros.” Escogieron a un destructor de vidas en lugar de escoger a aquel que es el dador de la vida. Eran culpables del crimen más grande de la historia. Cristo resucitó. Dios vindicó su inocencia. Pedro destaca que ellos son testigos de la resurrección de Jesús. Ese Cristo vivo había hecho el milagro (ver 4:10).

17 Segundo Discurso de Pedro (3:11-26)
Hechos 3:17 “Mas ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho, como también vuestros gobernantes.” El hacer las cosas en ignorancia no nos hace inocentes (v.17ss). Debían arrepentirse. Todavía había oportunidad para el arrepentimiento.

18 Segundo Discurso de Pedro (3:11-26)
Énfasis de Pedro en demostrar que Jesús es el cumplimiento de la enseñanza de los profetas (vv.18-24). Hechos 3: “Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer. 19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, 20 y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; 21 a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo. 22 Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; 23 y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo Y todos los profetas desde Samuel en adelante, cuantos han hablado, también han anunciado estos días.”

19 Segundo Discurso de Pedro (3:11-26)
¿A qué venida se refiere el v.20? Aparenta hacer referencia a la segunda venida de Cristo. “Su arrepentimiento, por lo tanto, apresurará el retorno de Cristo. Pedro corrobora este pensamiento en su epístola, cuando dice: “¡Cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios!” (2 Pedro 3:12).” (Kistemaker).

20 Segundo Discurso de Pedro (3:11-26)
Cita de Deut. 18:15 en los versículos 22 y 23. Deut. 18: Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis… Deut. 18: Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare. 19 Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta. En el v.23 Pedro explica que Moisés supeditó la participación de una persona en los beneficios del pacto del pueblo de Dios a su relación con Jesucristo como profeta final de Dios. En 7:37 Esteban hará referencia a Jesús como el profeta que Dios levantaría y al que estaría obligado a escuchar el pueblo. Los judíos tenían como expectativa mesiánica la llegada de “el profeta” (Juan 1:21, 25; 7:40).

21 Segundo Discurso de Pedro (3:11-26)
No escuchar a Jesús trae consecuencias desastrosas para el que lo rechaza (v.23; comp. Heb.1:1-2; 4:1-4). Es por esto que Cristo también es presentado como la piedra angular escogida, preciosa para los creyentes y tropiezo para los que se pierden (4:11). Hechos 3: “Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra. 26 A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.” ¡Qué palabras de aplicación! Pedro les dice que Jesús fue enviado primeramente a ellos como judíos. La misión comienza con los judíos en Jerusalén y toda Judea (1:8).

22 Arresto de Pedro y Juan (4:1-31)
Hechos 4:1-4 “Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, 2 resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos. 3 Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde. 4 Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil.” Observen por qué estaban indignadas las autoridades: estaban resentidos de que enseñaran la resurrección de entre los muertos. Esa enseñanza era clave. Jesús resucitó. Ellos eran testigos de su resurrección. Hay persecución (v.3), pero el evangelio continúa prosperando (v.4).

23 Arresto de Pedro y Juan (4:1-31)
Hechos 4: “Aconteció al día siguiente, que se reunieron en Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los escribas, 6 y el sumo sacerdote Anás, y Caifás y Juan y Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos sacerdotes.” Como historiador que era, Lucas nos ofrece siempre la contextualización de lo que nos narra. Lucas 3:1 “En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, 2 y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.”

24 Arresto de Pedro y Juan (4:1-31)
¿Quiénes eran Anás, Caifás, Juan y Alejandro? (4:5). Kistemaker comenta: “Según los Evangelios, Caifás era el sumo sacerdote (Mt. 26:3, 57; Jn. 11:47-53; 18:13, 14, 24, 28). Anás, sin embargo, había fungido como sumo sacerdote por cerca de una década (6-15 d.C.), pero había sido depuesto por el emperador romano Valerio. Anás era una persona de mucha influencia que pertenecía al partido de los saduceos y fue renuente a ceder autoridad. Sin embargo, se aseguró que miembros de su familia continuaran sucediéndole, lo que le permitió extender su poder y, al mismo tiempo, conservar su título de sumo sacerdote (Lc. 3:2; Jn. 18:13, 24). Cinco de sus hijos, así como su yerno Caifás y un nieto fueron sumos sacerdotes en intervalos sucesivos. De esta manera la familia de Anás mantuvo y consolidó su poder en el Sanedrín” (Hechos, p.161).

25 Arresto de Pedro y Juan (4:1-31)
Juan 18: “Y le llevaron primeramente a Anás; porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año. 14 Era Caifás el que había dado el consejo a los judíos, de que convenía que un solo hombre muriese por el pueblo.” No conocemos nada más acerca de Juan y Alejandro, pero para Lucas y sus lectores eran conocidos. Aparentemente la oposición a los apóstoles venía principalmente de los saduceos, los cuales conformaban el liderato del Sanedrín.

26 Arresto de Pedro y Juan (4:1-31)
Hechos 4: “Y poniéndoles en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto? 8 Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel: 9 Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado, 10 sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. 11 Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”

27 Arresto de Pedro y Juan (4:1-31)
Lucas destaca de dónde sacó Pedro el denuedo y la capacidad para hablar con esa autoridad delante de aquellos líderes del pueblo. Estaba lleno del Espíritu Santo. Si vamos a ser testigos de Cristo en nuestra generación necesitamos la llenura del Espíritu. Una vez más Pedro destaca la resurrección de Jesús (v.10). Les está diciendo: Jesús está vivo y es quien actúa en nosotros. Los saduceos eran los líderes del Sanedrín, los mismos que confrontaron a Cristo con respecto al tema de la resurrección (Lucas 20:27-40). Parecería que Cristo quería mostrarles un poco más de la resurrección de la que les había hablado anteriormente. El mismo que ellos habían querido hacer desaparecer del panorama es el que se ha levantado de los muertos. Jesús es el cumplimiento del Salmo 118:22. Era el Salmo 118 el que cantó la multitud durante la entrada triunfal (Luc. 19:38). Cristo mismo se aplicó este salmo ante el rechazo de los líderes judíos (Luc. 20:9‑17). Pedro mismo lo cita en su primera epístola para mostrar a Cristo como la principal piedra del ángulo (1 Ped. 2:4, 7-8).

28 Arresto de Pedro y Juan (4:1-31)
Hechos 4: “Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús. 14 Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba en pie con ellos, no podían decir nada en contra. 15 Entonces les ordenaron que saliesen del concilio; y conferenciaban entre sí, 16 diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque de cierto, señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalén, y no lo podemos negar. 17 Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre. 18 Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús.”

29 Arresto de Pedro y Juan (4:1-31)
Hechos 4: “Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. 24 Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; 25 que por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? 26 Se reunieron los reyes de la tierra, Y los príncipes se juntaron en uno Contra el Señor, y contra su Cristo Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, 28 para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera. 29 Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, 30 mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. 31 Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.”

30 Arresto de Pedro y Juan (4:1-31)
¿Qué aprendemos de esta oración de la iglesia en Hechos 4? Que nuestras oraciones tienen que ser bíblicas. Que la evaluación que hagamos de cualquier situación de peligro debe expresar la confianza de tener al Dios soberano del universo como nuestro Padre. Que nuestros deseos más íntimos se deben conformar a la agenda divina de expandir el reino de Dios por medio de la proclamación del evangelio de Jesucristo.

31 La vida en comunidad de la iglesia primitiva (4:32-37)
Hechos 4: “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. 33 Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. 34 Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, 35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. 36 Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, 37 como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles.”

32 “Este acto de compartir las posesiones no era un requisito formar parte de la membresía de la iglesia, sino que era un reflejo del amor que había hacia la familia de Dios. Ninguno fue forzado a dar recursos para el fondo común controlado por los apóstoles. Antes bien, cuando surgían necesidades, los propietarios cristianos vendían propiedades excedentes y ponían las ganancias a los pies de los apóstoles como una ofrenda al Señor, cuya autoridad representaban los apóstoles. La reprensión de Pedro a Ananías deja ver claramente que tales regalos no eran mandatorios (Hch. 5:4). Sin embargo, esa generosidad de manos abiertas es sintomática de corazones que han sido liberados de la tiranía de Mammón (Lc. 16:13)—liberados para traspasar las provisiones misericordiosas de Dios hacia hermanos y hermanas en necesidad, cercanos o lejanos. ¿Conoce tu corazón esta libertad o todavía te tienen encadenado el dinero y el temor a perderlo?” (Dennis Johnson, Let’s Study Acts, p.46).

33 ¿Enseña esta porción que Dios no permitirá nunca que entre su pueblo haya necesitados?

34 Según Pablo en 1 Timoteo 6:8, ¿cuáles son las necesidades más esenciales?
R60 1 Timoteo 6:8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. LBA 1 Timoteo 6:8 Y si tenemos qué comer y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos. NVI 1 Timoteo 6:8 Así que, si tenemos ropa y comida, contentémonos con eso.

35 Cristo fue pobre. Si Dios hizo eso con su propio hijo, Él también puede tener entre sus planes que tú y yo seamos pobres durante alguna etapa de nuestras vidas, o por lo menos que no tengamos todo lo que creemos necesitar. Mi contentamiento no debe depender de las circunstancias ni del estado de mi cuenta bancaria. Santiago 2:5 5 Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? 2 Corintios 6: como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo. Hebreos 11:37 habla de aquellos que por causa de fe anduvieron “pobres, angustiados, maltratados”. La palabra para pobre significa “estar en necesidad, carecer, verse privado de”. La Biblia no enseña el evangelio de la prosperidad que enseña que si Dios está con nosotros tendremos bendiciones materiales de parte de Dios, que podremos reclamar carros de lujo y villas de vacaciones.

36 En este contexto, se nos presenta el ejemplo de Bernabé, un personaje protagónico en los próximos capítulos del libro. Hechos 4: “Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, 37 como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles.” Esta última sección introduce la historia que veremos la semana próxima en el capítulo 5.

37 Dos Textos Claves Acts 3:19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, Acts 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

38 Asignación: Medita en la expresión de los apóstoles en Hechos 5:29.
Para la próxima clase: Leer Hechos 5-6 Asignación: Medita en la expresión de los apóstoles en Hechos 5:29.


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