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Domingo 13º del tiempo ordinario

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Presentación del tema: "Domingo 13º del tiempo ordinario"— Transcripción de la presentación:

1 Domingo 13º del tiempo ordinario
Ciclo C Día 30 de Junio de 2013

2 El evangelio de este domingo lo podemos dividir en dos partes
El evangelio de este domingo lo podemos dividir en dos partes. Las dos nos presentan cierto fracaso aparente de Jesús en la evangelización. La primera porque unos samaritanos no quisieron recibirle y la segunda porque tres hombres no aceptan la llamada de Jesús. De todo ello podemos sacar mucho provecho. Veamos la primera: Lc 9, 51-56

3 Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: "Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos”? Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea.

4 “Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén”
“Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén”. Hoy se nos habla de un camino a Jerusalén. Se puede tomar en sentido material, como iba Jesús; pero también en sentido espiritual. Significaba ir a la Pasión y muerte, para lo cual necesitaba mucha decisión, aunque luego resucitaría.

5 Esta es la primera enseñanza hoy de Jesús: Para seguir el camino espiritual, el camino de la voluntad de Dios, hay que ser decidido. Se necesita, como decía santa Teresa: “una grande y muy determinada determinación”.

6 Es un camino que comenzamos con el bautismo
Es un camino que comenzamos con el bautismo. Muchos se quedan estancados. La corona y el triunfo final está no tanto en hacer grandes cosas, sino en el proseguir siempre, continuamente, con la ayuda de Dios, porque falta mucho hasta el final.

7 El camino ha comenzado para ti, pero es mucho lo que falta por andar.
Automático

8 Va muy lejos, pon tus ojos más allá,
que aún es mucho lo que queda hasta el final.

9 Va muy lejos, pon tus ojos más allá,
que aún es mucho lo que queda hasta el final. Hacer CLICK

10 En este camino encontraremos diversas dificultades
En este camino encontraremos diversas dificultades. Hoy se nos habla de una dificultad que encontró Jesús: Había caminado bastante con los apóstoles y por la tarde estaría cansado, pues era humano. Y mandó a unos mensajeros para que preparasen algún alojamiento en una aldea de Samaría.

11 Estos samaritanos no fueron como el bueno de la parábola
Estos samaritanos no fueron como el bueno de la parábola. Jesús fue rechazado por el hecho de que iba a Jerusalén. No sabemos el motivo. Es posible que no tuvieran nada en contra de Jesús; pero era “por el hecho de que iba a Jerusalén”. Los samaritanos, en general, eran opuestos a los judíos y a todo lo que se tratara del templo de Jerusalén.

12 Los apóstoles seguían en el camino con Jesús; pero les faltaba mucho para llegar al final en el camino espiritual del amor. Por eso Santiago y Juan le dijeron a Jesús: "Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?"

13 Se acordaban de lo que había hecho el profeta Elías; pero el profeta lo había pedido y conseguido para un bien. Estos apóstoles creían que lo hacían bien, pero todavía no habían aprendido la manera de ser que quería Jesús para todos sus discípulos.

14 Por eso Jesús se volvió hacia ellos “y les regañó”
Por eso Jesús se volvió hacia ellos “y les regañó”. Otro evangelista expresa que Jesús les dijo: “No sabéis de qué espíritu sois”. No hay por qué lanzar rayos ni desear catástrofes.

15 El espíritu de Jesús, su manera de ser, es de bondad, mansedumbre y perdón. Jesús no puede estar de acuerdo con los fanatismos religiosos y mucho menos con las mal llamadas guerras de religión. Hay que morir por los demás, pero no matar a los demás.

16 Y continúa la segunda parte del evangelio que dice así:
Mientras iban de camino, le dijo uno: “Te seguiré adonde vayas”. Jesús le respondió: “Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza”. A otro le dijo: "Sígueme.“ Él respondió: “Déjame primero ir a enterrar a mi padre”. Le contestó: “Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios”. Otro le dijo: “Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia”. Jesús le contestó: "El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios."

17 A veces creemos que todo aquel que oía el llamado de Jesús le seguía; pero no es así.
Y de los que le siguieron alguno le traicionó, otros le dejaron y los mismos apóstoles tenían muchos defectos, que sólo los pudieron dejar con la venida del Espíritu Santo.

18 Hoy el evangelio nos habla de uno que le dice a Jesús: “Te seguiré adonde vayas”.
Es una expresión muy hermosa, si fuese dicho desde lo profundo del alma. Lo que pasa es que en la vida se dicen muchas cosas en momentos de entusiasmo, sin mucha consistencia.

19 Muchas veces se hacen promesas, especialmente a Dios, sin reparar en las dificultades que hay en el “mundo”, que mira sólo lo material. Por eso Jesús le expuso a aquel hombre las dificultades y pobreza entre las que vivía el mismo Jesús. Parece que aquel hombre se echó atrás.

20 Una de las condiciones del caminar cristiano es un cierto desprendimiento, una cierta inseguridad material, para no estar atado al mundo terreno. En lo afectivo el desprendimiento debe ser necesario, y en lo efectivo muchas veces será conveniente.

21 Ojalá nosotros podamos decir al Señor, pero desde lo más íntimo y, contando con la gracia de Dios, que no nos faltará si hacemos lo propio de nuestra parte: “Te seguiré donde quiera que tu vayas”.

22 Te seguiré dónde quiera que tu vayas
y tu palabra siempre escucharé. Automático

23 Serás mi luz, mi vida y mi esperanza,
serás el agua viva de mi fe. Hacer CLICK

24 Se acercó a Jesús otro, que parecía buena persona, tanto que Jesús se atrevió a decirle, como había dicho a los apóstoles: “Sígueme”. Y aquel hombre le dijo: “Déjame primero ir a enterrar a mi padre”. Pero Jesús no le dejó.

25 Y alguno dirá: Qué bárbaro Jesús, que no le deja ni enterrar a su padre.
En aquella cultura no quería decir que su padre hubiera muerto y no estuviera enterrado (no estaría allí aquel hombre). Quería decir que cuando se muera su padre y le entierre, quizá dentro de bastantes años, seguirá a Jesús.

26 Esas son excusas de la inconstancia, de la inseguridad
Esas son excusas de la inconstancia, de la inseguridad. Quiere dar largas, está falto de responsabilidad. Hay personas, especialmente mujeres, que prefieren, con buen criterio, no entrar religiosas por atender a sus padres enfermos y mayores. Esa es otra cosa.

27 Hay un tercero que le dice a Jesús: “Te seguiré, Señor
Hay un tercero que le dice a Jesús: “Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia”. Y Jesús tampoco le deja despedirse de su familia. ¿Es que es malo despedirse de la familia? No no. Es muy hermoso cuando las intenciones son despedirse para volver verdaderamente con Jesús.

28 Encontramos el ejemplo hermoso de san Mateo
Encontramos el ejemplo hermoso de san Mateo. No era pobre, pues era recaudador de impuestos. Y tiene tanta alegría en seguir a Jesús que organiza un banquete para despedirse de su familia y amigos, estando presente el mismo Jesús.

29 Hoy en la primera lectura está el ejemplo hermoso del profeta Eliseo
Hoy en la primera lectura está el ejemplo hermoso del profeta Eliseo. Pide permiso a Elías para despedirse de sus padres y Elías le dice: “¿quién te lo impide?” Era rico, tenía varios criados. Con un gran banquete muestra la alegría de ser profeta, discípulo del gran profeta Elías. Dará de comer a mucha gente con la carne de los bueyes, con los que estaba arando. (1Reyes 19, 16b )

30 En aquellos días, el Señor dijo a Elías: “Unge profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo de Safat, de Prado Bailén.” Elías se marchó y encontró a Eliseo, hijo de Safat, arando con doce yuntas en fila, él con la última. Elías pasó a su lado y le echó encima el manto. Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió: “Déjame decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo”. Elías le dijo: “Ve y vuelve; ¿quién te lo impide?” Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los ofreció en sacrificio; hizo fuego con aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente; luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a su servicio.

31 Eliseo era rico, tenía varios criados
Eliseo era rico, tenía varios criados. Con un gran banquete muestra la alegría de ser profeta, discípulo del gran profeta Elías. Dará de comer a mucha gente con la carne de los bueyes, con los que estaba arando. Y vuelve con Elías hasta que un día le ve ir al cielo y obtiene el manto de su mismo maestro.

32 Jesús ve los corazones. Veía que aquel hombre estaba demasiado apegado a su familia en el sentido plenamente material. O quizá veía que la familia no le iba a ayudar en el desprendimiento y en su vocación. Y le dice: “El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios”.

33 Una característica muy importante en el seguimiento a las llamadas del Señor, y que hoy aparece ampliamente en la liturgia, es la libertad en la respuesta. Jesús no fuerza a nadie. Sólo dice: “Si quieres, puedes seguirme”. Eso es lo que significa el “Sígueme”. La responsabilidad será nuestra.

34 Jesús nos presenta la visión del mundo y la visión de Dios
Jesús nos presenta la visión del mundo y la visión de Dios. Para seguirle nos presenta la cruz; pero también la vida y la resurrección. En la respuesta a la llamada nos pide Jesús mesura, no fanatismos religiosos que van contra la ley del amor. El seguimiento debe ser con verdad y con libertad.

35 Hoy san Pablo en la segunda lectura nos habla de la libertad cristiana
Hoy san Pablo en la segunda lectura nos habla de la libertad cristiana. Lo decía sobre todo en contra de los fariseos que estaban atados a la Ley; pero podían pensar y hablar lo que quisieran en contra del prójimo. Gal 5,

36 Hermanos: Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado
Hermanos: Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado. Por tanto, manteneos firmes, y no os sometáis de nuevo al yugo de la esclavitud. Hermanos, vuestra vocación es la libertad: no una libertad para que se aproveche la carne; al contrario, sed esclavos unos de otros por amor. Porque toda la Ley se concentra en esta frase: “Amarás al prójimo como a ti mismo.” Pero, atención: que si os mordéis y devoráis unos a otros, terminaréis por destruiros mutuamente. Yo os lo digo: andad según el Espíritu y no realicéis los deseos de la carne; pues la carne desea contra el espíritu y el espíritu contra la carne. Hay entre ellos un antagonismo tal que no hacéis lo que quisierais. En cambio, si os guía el Espíritu, no estáis bajo el dominio de la Ley.

37 No es lo mismo libertad que libertinaje
No es lo mismo libertad que libertinaje. Éste va en contra del prójimo o contra sí mismo. La libertad, que había enseñado Jesús, proviene siempre del amor y con libertad busca lo mejor para el prójimo. La libertad construye, el libertinaje destruye. La libertad es responsable, el libertinaje es desenfreno.

38 “Cristo nos ha liberado”, dice san Pablo
“Cristo nos ha liberado”, dice san Pablo. La verdadera liberación da paz y alegría, que son frutos del Espíritu Santo. Una liberación necesaria es de los vicios y maldades; pero hay otra liberación sublime que el Espíritu da: saber estar con el Señor. Por eso amigo: libérate, que el Señor está contigo.

39 Libérate. El Señor está contigo, libérate.
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40 Donde está Dios hay libertad.

41 Donde está Dios no hay confusión.

42 Donde está Dios, su Espíritu está.

43 Libérate Hacer CLICK

44 Jesús nos llama a todos. A unos les llama para una entrega más en el sentido externo; pero a todos nos llama para seguirle. No se trata de un seguimiento a unas normas o una doctrina, que también lo es, sino especialmente a su persona. A Él, que es bondad y amor. Por eso debemos tener un conocimiento más íntimo del Señor.

45 Para seguir a Jesús se necesita, entre otras cosas, conocimiento y valentía. Nuestras fuerzas son débiles, pero nos fiamos en su ayuda. A los decididos a seguir sus huellas Jesús les presenta las dificultades, pero también les presenta la gloria.

46 Para seguir fielmente al Señor se necesita perseverancia
Para seguir fielmente al Señor se necesita perseverancia. Hoy nos enseña Jesús que debemos seguirle “sin mirar atrás”. Tomar el camino del Señor con entusiasmo y ser fiel en este caminar hasta el final.

47 Quizá un día respondimos que sí
Quizá un día respondimos que sí. Seamos fieles a aquella llamada y respuesta. Digámosle hoy a Jesús:

48 Seguirte sólo a Ti, Señor.
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49 Seguirte sólo a Ti, Señor, y no mirar atrás.

50 Seguir tu caminar, Señor; seguir sin desmayar, Señor;

51 postrarme ante tu altar, Señor, y no mirar atrás.

52 Seguir tu caminar, Señor; seguir sin desmayar, Señor;

53 postrarme ante tu altar, Señor, y no mirar atrás.

54 Que María, seguidora y discípula de Cristo, interceda para que no desfallezcamos en el seguimiento del Salvador. AMÉN


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