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LA UNIÓN SOVIÉTICA DE LENIN A STALIN

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Presentación del tema: "LA UNIÓN SOVIÉTICA DE LENIN A STALIN"— Transcripción de la presentación:

1 LA UNIÓN SOVIÉTICA DE LENIN A STALIN

2 La Revolución de octubre
Lenin había polemizado vivamente con los populistas y su concepción según la cual Rusia podía saltarse la fase de la revolución burguesa y del desarrollo capitalista, para pasar directamente a un socialismo propio

3 La consigna, que él enunció por primera vez en sus Tesis de abril, era, pues, “todo el poder a los soviets”. La función del gobierno, una vez tomada posesión, sería poner fin a la guerra, confiscar los terrenos de los grandes propietarios, reducir los bancos bajo el control.

4 Era un hecho, sin embargo, que en los soviets de las dos mayores ciudades –Petrogrado y Moscú-, que hubieran tenido que ser las avanzadillas y las protagonistas de la nueva revolución, los bolcheviques estaban en minoría frente a los socialrevolucionarios y a los mencheviques. House of Soviets

5 Desde los tiempos de la escisión de los mencheviques, Lenin se había pronunciado a favor de un partido de cuadros, de “revolucionarios profesionales”, organizado según el modelo del “centrismo democrático”; un partido, en suma, como él mismo lo había teorizado en una de sus primeras obras, el ¿Qué hacer? Y así era el Partido Bolchevique. En el momento de la revolución de octubre contaba con tan sólo entre cien y doscientos mil miembros, una pequeña minoría, pero se trataba de hombres entregados en cuerpo y alma a la causa de la revolución.

6 En julio Petrogrado fue escenario de manifestaciones y de huelgas de carácter en gran medida espontáneo e insurreccional que los bolcheviques habían considerado prematuras, pero que igualmente intentaron orientar. El intento fracasó y el Partido Bolchevique fue disuelto, Lenin tuvo que huir a Finlandia y Trotky fue arrestado

7 En agosto Kerensky, que mientras había sido investido de plenos poderes, tuvo que afrontar otra amenaza procedente de las tropas al mando del general contrarrevolucionario Kornilov, que marchaba hacia Petrogrado con el objetivo de barrero el gobierno provisional. Este último se salvó gracias a la movilización de los obreros, de los soldados, de los marineros, organizados principalmente por los bolcheviques.

8 El día establecido el 25 de octubre cuando se reuniría el II Congreso de los soviets de toda Rusia se cumplió con los planes: en el día fijado los insurrectos ocuparon los puntos estratégicos de la ciudad y el Palacio de Invierno. Kerenski abandonó la ciudad. El Congreso de los soviets se encontró ante el hecho consumado. Los delegados mencheviques y socialrevoluciorarios se negaron a aceptarlo y abandonaron el congreso

9 La toma del poder por parte de los bolcheviques habías sido posible gracias a una serie de circunstancias, algunas de ellas casuales. La definición de golpe de Estado, si sólo se aplica a las jornadas de octubre, no carece del todo de fundamento.

10 Desde luego, ni Lenin ni sus compañeros sentían la menos simpatía por la democracias parlamentaria y, al contrario, afirmaban que una democracia directa, basada en los soviets, era “mil veces” superior a la que ellos llamaban “democracia formal”

11 Era necesario, sin embargo, asegurar el abastecimiento de las ciudades y con ese objetivo, en mayo-junio de fueron promulgados una serie de decretos con los que se limitaba, hasta prácticamente prohibirlo, el comercio del trigo y se instauraba una suerte de dictadura alimenticia realizada a golpe de requisiciones manu militari.

12 Hubo momentos en que los ejércitos de los generales blancos, que operaban en varios frentes eran apoyados por Francia, Inglaterra y Japón, estuvieron cerca de alcanzar la victoria, pero al final el poder soviético pudo resistir y superar la fase más difícil. Wrangel, jefe del Ejército Blanco

13 Esto fue posible, en una mediad considerable, gracias a la colaboración de los llamados “spezy”, oficiales del disuelto ejército zarista, los cuales, con tal de evitar la disolución del país, eligieron servir en el ejército rojo. Sobre su utilización se produjo un agrio contraste entre Trotky, presidente del consejo militar revolucionario, y Stalin, que en cambio era contrario: el anuncio de una rivalidad política y personal que se manifestaría de forma dramática más adelante.

14 A principio de 1920 la guerra civil estaba ya finalizando, cuando un nuevo peligro se fue acercando. A final de abril las tropas polacas cruzaron la frontera soviética y el 6 de mayo ocuparon Kiev, con la intención de reunirse con el ejército blanco del general Wrangel, que actuaba en la Rusia meridional. En julio el ejército rojo pasó al contraataque, reconquistó Kiev, y avanzó en profundidad en territorio polaco.

15 Igual que en el caso de Brest-Litovsk, también en esta ocasión el grupo dirigente bolchevique se encontró dividido, pero con respecto a entonces las partes se habían invertido. Porque esta vez fue Lenin el que defendió la opción de la guerra revolucionario, mientras que Trotsky, apoyado por Radek y Rykov, se pronunciaron en contra de la prosecución de la ofensiva.

16 La dictadura del proletariado iba asumiendo, pues cada vez más las formas de una dictadura militar. Realizó con la restauración del servicio militar obligatorio y la formación de un ejército que llegó a contar con cinco millones de hombres y la pena de muerte, que había sido abolida en diciembre de 1917, fue restablecida en junio de 1918 y entre las primeras víctimas estuvieron el zar y su familia, que fueron fusilados. Además se instituyó una milicia extraordinaria con tareas de represión de las actividades contrarrevolucionarias.

17 La guerra civil acabó, pero las formas y los métodos organizativos con los que se habían conducido le sobrevivían e incluso se abría paso la idea de transferirlos a la obra de reconstrucción.

18 En el curso de este año Rusia conoció, en efecto, una de las peores carestías de su historia, donde encontrarían la muerte dos millones de personas y el número de niños abandonados alcanzaría la cifra espantosa de cinco millones y medio. Las revuelas en los campos se apagaron no sólo a causa de las represiones de las que fueron objeto, sino sobre todo de la carestía.

19 Rusia seguía siendo, en efecto, un país campesino donde el 84% de la población vivía en el campo. Y precisamente a causa de la propia revolución, lo era más que antes. La redistribución masiva de tierras llevada a cabo después de Octubre no había afectado sólo a las tierras de los pomeshiki y del estado, sino también a aquellas haciendas más modernas que se habían constituido a raíz de las reformas y que producían para el mercado.

20 Lenin en “Sobre el impuesto en especie”, de abril de 1921, esbozó los rasgos de la que pasaría a la historia como la “Nueva Política Económica” la NEP. Casi al mismo tiempo, el comité ejecutivo central soviético emanaba una serie de decretos que establecían que los campesinos serían a partir de aquel momento libres de comerciar con sus productos, a cambio de la obligación de pagar al estado un impuesto en especie proporcional a la laboriosidad del cultivador.

21 Todo ello permitió que se reanimara la vida económica, aunque en cierta medida la economía de la NEP no era más que la legalización del mercado negro. La reactivación económica permitió una vuelta gradual a la circulación monetaria y en octubre de inició su actividad el Banco del Estado.

22 Abierta era la cuestión nacional
Abierta era la cuestión nacional. En la mayor parte de los estados la revolución había llegado tarde o no había llegado en absoluto. Como se sabe, el principio de autodeterminación había sido proclamado solemnemente por los bolcheviques, justo en el momento de la toma del poder, con el decreto sobre la paz de noviembre de 1917, y había encontrado su aplicación en Finlandia, cuya independencia fue reconocida en diciembre de 1917.

23 La elaboración de un proyecto para la solución de la cuestión nacional en un ámbito pansoviético fue confiada a una comisión presidida por Stalin, que ocupaba el cargo de comisario de las nacionalidades. Éste orientó la labor de la comisión hacia una solución sustancialmente centralista, que reconocía a las repúblicas una autonomía similar a la que tenían las regiones autónomas.

24 A juicio de Lenin una de las condiciones para el éxito del nuevo curso de la política económica consistía en la reinserción de la URSS en el circuito de la economía internacional. El ejemplo de Inglaterra fue seguido al poco tiempo por otros doce estados, entre ellos Francia, Italia y China. Japón ya lo había hecho en 1922.

25 Gracias a la NEP la Rusia soviética había logrado superar la fase más aguda de su crisis y encontrar un equilibrio. Sin embargo se trataba de un equilibrio precario, continuamente expuesto a las fluctuaciones de la coyuntura internacional e interna.

26 A este respecto los dos extremos de las posiciones sobre la mesa eran por un lado la idea de una “revolución permanente”, formulada en su tiempo Trotsky y por otro, la fórmula del “socialismo en solo país”, propuesta con cautela por Stalin.

27 En un escrito de 1921, Stalin había definido el partido como “una especie de orden de caballeros que llevan espada”, entendiendo con ello un cuerpo separado, pero lo suficiente numeroso como para invadir y estructurar todo el aparato del estado, con cometidos no sólo de dirección, sino también de ejecución y control; un partido eficiente y operativo, formado por gente “práctica”, capaz de resolver las cuestiones que se planteaban a medida que se iban presentando.

28 Lenin quien había discrepado con Stalin sobre la cuestión nacional, no dejó de intuir los riesgos que semejante concepción del partido conllevaba. En la carta al congreso del diciembre de 1922, que pasó a la historia como su testamento político, expresó su preocupación por el inmenso poder que Stalin había acumulado en sus manos y dudaba de que éste lo usaría con la prudencia suficiente.

29 La única petición de Trotsky que fue aceptada fue la del lanzamiento de un reclutamiento masivo entre los obreros en activo. La iniciativa –que coincidió con la muerte de Lenin y que por ello fue llamada impropiamente “reclutamiento leninista”- tuvo éxito y en pocas semanas doscientos mil nuevos afiliados se unieron a las dilas del partido. Se trataba en gran medida de obreros y campesino pobres, con escasa preparación política, cuando no analfabetos.

30 La propuesta avanzada por Trosky se volvía así en su contra y Stalin pudo afrontar con cierta tranquilidad el XIII Congreso del partido. Trostsky fue cesado del mando del ejército rojo. El objeto principal de la controversia era la fórmula del “socialismo en un solo país”, defendida por Stalin y entendida como una interpretación de la NEP como política a largo plazo.

31 Lo que no se puede decir es que Stalin fuera un arquitecto, en el sentido de ser el autor de un proyecto político que luego iría realizando pasa a paso. En realidad, él no tenía ningún proyecto y navegaba y avanzaba a ciegas sin otro rumbo que el de la consideración de las relaciones de fuerza. Sí se puede decir en cambio que Stalin fue un constructor, en el sentido de que reunió y utilizó los materiales disponibles: las tradiciones militares y burocráticas del estado zarista, las costumbres militares del período de la guerra civil y finalmente las dudas y los errores de sus adversarios.


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