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30 Domingo Tiempo ordinario

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Presentación del tema: "30 Domingo Tiempo ordinario"— Transcripción de la presentación:

1 30 Domingo Tiempo ordinario
28 de octubre de 2012

2 En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén. La gracia de nuestro Señor Jesucristo,el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros Y con tu espíritu. Hermanos: para celebrar dignamente estos sagrados

3 misterios, reconozcamos nuestros
pecados. Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

4 Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.

5 Amén. Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad.

6 Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso Señor, Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo

7 del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros. Porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

8 ORACIÓN COLECTA Dios todopoderoso y eterno, aumenta nuestra fe, esperanza y caridad, y, para conseguir tus promesas, concédenos amar tus preceptos.

9 Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amen.

10 Lectura del libro de Jeremías
Así dice el Señor: -- Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos; proclamad, alabad y decid: el Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel. Mirad que yo os traeré del país del Norte, os congregaré de los confines de la tierra. Entre ellos

11 hay ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna
hay ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna. Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos; los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán. Seré un padre para Israel. Efraín será mi primogénito. Palabra de Dios

12 El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres

13 Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar: La boca se llenaba de risas, la lengua de cantares

14 El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres

15 Hasta los gentiles decían:
“El Señor ha estado grande con ellos”. El Señor ha estado grande con nosotros, Y estamos alegres.

16 El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres

17 Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares

18 El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres

19 Al ir, iba llorando, llevando la semilla. Al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas

20 El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres

21 Lectura de la carta a los Hebreos
Hermanos: Todo Sumo Sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en

22 debilidades. A causa de ellas tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo. Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a si mismo la dignidad de Sumo Sacerdote: sino Aquel que le dijo: -- Tú eres mi hijo, yo te he

23 engendrado hoy. O como dice otro pasaje de la escritura: -- Tú eres Sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec. Palabra de Dios

24 Lectura del Santo Evangelio según San Marcos
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo (el hijo de Timeo) estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: --Hijo de David, ten compasión de

25 mí. Muchos le regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: --Hijo de David, ten compasión de mí. Jesús se detuvo y dijo: -- Llamadlo. Llamaron al ciego diciéndole: -- Ánimo, levántate, que te llama. Soltó el manto, dio un salto y se

26 acercó a Jesús. Jesús le dijo:
-- ¿Qué quieres que haga por ti? El ciego le contestó: -- Maestro que pueda ver. Jesús le dijo: -- Anda, tu fe te ha curado. Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino. Palabra del Señor

27 “Hijo de David, ten compasión de mí”

28 CREDO

29 Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y

30 sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso. Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica la comunión de los santos, el perdón de los pecados,

31 la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén

32 ORACIÓN DE LOS FIELES

33 Nos sabemos necesitados del Señor que pasa por nuestra vida; digámosle como el ciego de Jericó:
-Ten compasión y escúchanos.

34 Para que Dios proteja y guíe a su Iglesia.
Oremos. -Ten compasión y escúchanos.

35 Para que conceda la justicia y la paz a todos los pueblos.
Oremos. -Ten compasión y escúchanos.

36 Para que libere a los oprimidos y consuele a los que lloran.
Oremos. -Ten compasión y escúchanos.

37 Para que dé la vista a los ciegos y convierta el corazón de los pecadores.
Oremos. -Ten compasión y escúchanos.

38 Para que la compasión de Dios hacia los que sufren se manifieste en los gestos de misericordia y de servicio de los cristianos. Oremos. -Ten compasión y escúchanos.

39 Para que presentemos a Dios un culto agradable a sus ojos, lleno de buenas obras y humildad de corazón. Oremos. -Ten compasión y escúchanos.

40 Compadécete de nosotros, Señor, abre nuestros ojos a la verdad y ayúdanos a no apartarnos nunca de ti. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

41 LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

42 Bendito seas, Señor, Dios del universo,
por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida. Bendito seas por siempre, Señor.

43 Bendito seas, Señor, Dios del universo,
por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros bebida de salvación. Bendito seas por siempre, Señor.

44 Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

45 ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Vuelve tu mirada, Señor, sobre las ofrendas que te presentamos, para que nuestra celebración sea para tu gloria y alabanza. Por Jesucristo nuestro Señor.

46 El Señor esté con vosotros.
Y con tu espíritu. Levantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Es justo y necesario.

47 En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación, darte gracias, Padre Santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado. Por el, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María, la Virgen,

48 fuera nuestro Salvador y Redentor.
El, en cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección, extendió sus brazos en la cruz, y así adquirió para ti un pueblo santo. Por eso con los ángeles y los santos proclamamos tu gloria, diciendo:

49 Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de su gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor.

50 Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que sean para nosotros Cuerpo y Sangre de Jesucristo, nuestro Señor. El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente

51 aceptada, tomó pan; dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:
TOMAD Y COMED TODOS DE EL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

52 Del mismo modo, acabada la cena,
tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo: TOMAD Y BEBED TODOS DE EL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS

53 HOMBRES PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
Éste es el Sacramento de nuestra fe. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. !Ven, Señor Jesús!

54 Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia. Te pedimos, humildemente, que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos

55 del Cuerpo y Sangre de Cristo.
Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y reunida aquí en el domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal; y con el Papa Benedicto, con nuestro Obispo Casimiro y todos los pastores que cuidan de tu

56 pueblo, llévala a su perfección por la caridad.
Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia, admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen, Madre de

57 Dios, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas. Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.

58 Llenos de alegría por ser hijos de Dios, digamos confiadamente la oración que Jesús nos enseñó:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

59 Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

60 Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.

61 Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz os dejo, mi paz os doy"; no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad.

62 Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén. La paz del Señor esté siempre con vosotros. Y con tu espíritu. Podéis daros fraternalmente la paz.

63 Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros. danos la paz.

64 Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. El Cuerpo de Cristo. Amén.

65 “Hijo de David, ten compasión de mí”

66 ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Lleva a su términos en nosotros, Señor, lo que significan estos sacramentos, para que un día poseamos plenamente cuanto celebramos ahora en estos ritos sagrados. Por Jesucristo nuestro Señor.

67 El Señor esté con vosotros.
Y con tu espíritu. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros. Amén. Podéis ir en paz. Demos gracias a Dios.

68 “Hijo de David, ten compasión de mí”


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