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De Guetaria hacia San Salvador con la Niña II y Antonio Aguirre

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Presentación del tema: "De Guetaria hacia San Salvador con la Niña II y Antonio Aguirre"— Transcripción de la presentación:

1 De Guetaria hacia San Salvador con la Niña II y Antonio Aguirre

2 Zorionak

3 LA CARABELA "Niña II" EL 20 de agosto 1962, por la noche, salí de la Estación del Norte de Madrid con billete para San Sebastián. Veintiocho días más tarde, el 17 de septiembre, a las nueve de la noche, regresé a Madrid en el coche de LA ACTUALIDAD ESPAÑOLA, por la carretera de Andalucía. Cuando salí llevaba una consigna : «Tienes que salir de Guetaria en la carabela "Niña II".» Entre el 24 de agosto, viernes, y el 12 de septiembre, miércoles; entre Guetaria y La Rábida ; entre separarnos del muelle a golpe de remo y fondear el ancla con ruidos de zambullidas, estuve a bordo de la «Niña». Durante veinte días o diecinueve singladuras no supe lo que pasaba, una milla siquiera, más allá de su costado. Formé parte del barco y lo miré con el doble ojo de testigo y protagonista sin posibilidad de distinguir, con la precisión del corte de un bisturí, la aventura de los demás y la propia, digamos, aventura. Ocho hombres en una carabela suman dieciséis manos : pocas son como distraer constantemente una en la anotación de lo ajeno. Por eso quizá por eso no supe contar, completo y con orden, el viaje cuando mi mujer y mi madre, el mismo día de la llegada a Huelva, me pidieron un relato «No sé... Esto y lo otro... Una vez pasó que.... Dicen que lo más difícil es conocer lo nuestro. Aquella mañana, la «Niña» era algo nuestro, íntimo, dè la revista y mío... Ahora es otra cosa : «Tu reportaje ha terminado en Palos». Ahora ya se pueden barajar notas y recuerdos. El viaje le llamamos «periplo», con sabor de viejos andares y navegaciones, de Madrid a Madrid, pasando por kilómetros de tierra y millas de mar en el norte, oeste y sur se ha cerrado. Recorrámoslo ahora con un poco de prisa. Siempre hay prisa cuando se vuelve. Son las primeras impre­siones contadas alrededor de un café de urgencia. Luego vienela comida y se habla despacio. Tiempó hay de ello. Cuando vayan estas líneas a la calle, estará saliendo la «Niña» a su camino mayorazgo Palos-San Salvador. Para ese momento, ésta es una guía que ofrecemos a nuestros lectores. Cuando la «Niña» viva sus días de mar, nuestros lectores tendrán una visión directa y fiel de lo que es su vida. Pero es hora de sacar, a flote, la memoria y los papeles.

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7 Cristobal COLON

8 La "Niña II": Un díscolo, gracioso e histórico cascarón
«Esta es la "Niña". ¿Qué te parece?», me dijo Etayo en el muelle de Guetaria. Estaba la marea baja. Yo la miraba desde arriba. Me pareció divertida, estrecha e irreal. Pero me pareció, también, que «aquello» podía navegar. «Me ha parecido simpático a simple vista..., me parece bueno..., me parece pedante.... Eso lo decimos muchas veces sin saber si el otro es, de verdad, bueno, simpático o pedante. «Esto navega.» Y bien: ha navegado. Gallarda, valientemente. Tiene trece metros de longitud ya saben, eslora y no me pareció pequeña ; treinta y cuatro toneladas y no me pareció menuda. La veía desde arriba... Luego, cuando embarqué, y durante veinte días, no tuve oportunidad de tomarla toda entera con los ojos y con las velas desplegadas. Sólo un poco al bañarnos, en los días de calma, o cuando, entre Robert Marx, Michel Vialars y yo, buceábamos para arrancar de su panza las barbas verdes. Una panza gorda y gris, panza de ballena. Después, al poner el pie en el muelle de la Punta del Sebo, de Huelva, se me ocurrió mirar hacia atrás, para verla. Entonces, sí: «¡Diablos, qué pequeña es...». Pero graciosa. Picuda de proa, estrecha de popa, cuadrada y redonda a un tiempo. ¿Espacio para moverse? : poco. Vean : unos siete metros de cubierta entre el palo mayor y proa. El bote los ocupa casi por completo. Una cámara de cinco metros de largo por algo más de dos de ancho y un metro sesenta y cinco centímetros de alto. Allí se vive, se duerme, se come, se gobierna el timón, se estudia el rumbo y la derrota. Y una tolda o cubierta superior sobre la cámara, desde donde se maniobra o se toma el sol. Es como una terraza cuando el tiempo trae cara de bueno. El mejor puesto de vigía para «catar» faros y barcos durante la noche y para tomar la situación. Si las circunstancias lo permiten, se puede dormir arriba y, en días de calma, hay siempre alguien tumbado encima. El padre lee su breviario en la tolda y algunos escriben. Todo ello le da un aire, puestos a ver aires en las cosas, de biblioteca, balcón, celda o césped.

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18 Ahí sería nada : una carabela con la cruz en el trapo mayor...
La "Niña II" La «Niña» navega. Gobierna ha gobernado mal, es pesada y no arranca ligera. «¿Estabilidad?», preguntan todos. La tiene. Mucha. Durante la primera noche, a la altura del cabo Machichaco, dio dos bandazos mortales. Y se levantó. Durante el viento norte fresco del 8 de septiembre, guiñaba y se acostaba como una descosida: siguió adelante. Es cierto que anda anduvo más en zigzag que en línea recta; cierto también que necesitó, a veces, tres hombres para mantener la caña del timón; que caía de cara al viento con excesiva y molesta facilidad... que la maniobra de velas no pudo realizarse con la prisa que hubiésemos querido en muchas ocasiones. Bueno, todo es verdad. Tanto como es verdad que la «Niña» ganará cualquier apuesta de «flotación» dentro de la normalidad fuerte o fíoja de la mar. Creo haber escrito tres adjetivos y un sustantivo: díscolo, gracioso e histórico cascarón. Eso es. Está todo explicado, menos el «histórico». En este sentido, la precisión y rigor de Etayo son admirables: si reunimos todos los datos y verosimilitudes que existen sobre las carabelas de Colón, no hay duda de que la «Niña» es la síntesis de todos ellos. Desde los clavos hasta los motosas de madera, el barco es un puro celo de historia. Claro que, cuando se está dentro y pasan días y días de mar, uno olvida eso y se hace a la idea de que está en un buque en un chotas, como dicen Robert y Michel sin más, y hasta suena rara la palabra carabela. Lo que nos traía a la realidad eran los guiños de los barcos grandes y las caras de los pescadores portugueses al vernos pasar. Etayo se recreaba en esta frase: «Esos pensarán que ven visiones ... ». Ahí sería nada : una carabela con la cruz en el trapo mayor... TEXTO de JESUS HERMIDA

19 Cristobal COLON Jueves,11 de octubre de 1492

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21 ESTAS fueron las últimas notas que Jesús Hermida tomó sobre la marcha poco después de presenciar el desembarco «oficial» de los tripulantes de la «Niña II» el día 26. Son notas a vuela pluma, escritas según él mismo nos comunica sobre sus rodillas en el viaje en camión que efectuaron desde el lugar del desembarco hasta el centro de San Salvador. Notas: «Los tripulantes de la «Niña II» se acercan vestidos de época y con el pendón en ristra. No emoción. Beben, ansiosos, Coca-Cola. La gente que estaba esperando no sobrepasaba las sesenta personas. Suena un cencerro de un nativo. Es el homenaje de la llegada. Los turistas americanos tienen pinta de turistas bajo el sol español. Los cámaras de cine americanos visten pantalón corto. Podría ser muy bien la llegada de un correo o de una película. Aguirre lleva el pendón de Castilla. Ferrer, el de los Reyes Católicos. Suena a lo lejos una caracola. Todos ríen. Carlos Etayo y Robert Marx llevan espada, y José, el arcabuz. Ferrer salta el primero a tierra y se coloca entre los fotógrafos. José bebe en bota. Hay aplausos leves y risas. Se dicen tres «Viva España», que todos, unánimemente, contestan. Los tripulantes posan para los fotógrafos aficionados. Etayo está un poco avergonzado. Lo importante es que han atravesado el Atlántico. Es lo que importa y lo demás sobra, y no cuenta desembarco no espectacular. Marchan a la iglesia cada cual por su lado, sin orden. Llega Michel, corriendo. Van con sus «uniformes» mojados.. Vuelven a posar para los fotógrafos ante la iglesia católica de San Salvador. La bandera de Castilla ocupa un lugar preeminente en el Evangelio durante la Misa. Surge un improvisado maestro de ceremonia. La casulla roja del Padre Sagaseta reluce junto a su poblada barba. Noto gran emoción del Padre ante ésta su primera Misa después de setenta y cinco días. Se canta una Salve que inicia el Padre Nichols. El Padre Sagaseta es ayudado a Misa por dos nativos. Asisten a la ceremonia religiosa muchos negros. Ellos desembarcaron a las doce, y alas doce menos cuarto escuché un disparo de falconete. La bandera de los Reyes Católicos que porta Ferrer está colocada en el lado de la Epístola. El orden durante la Misa es : Aguirre, con el pendón en el Evangelio; Ferrer, con la bandera de los Reyes Católicos en la Epístola; y en la improvisadá presidencia : José Valencia, Carlos Etayo, el cónsul español, señor Nadal, Robert Marx, Bedoya, Darnaude y Michel. Según me dijeron, la última parte de la travesía estuvieron en contacto directo con los aviones U. S. A.»

22 aux étrangers sans son autorisation.
La Niña, littéralement « l'enfant », est une des caravelles de la première expédition de Christophe Colomb en Amérique, avec la Pinta et la caraque Santa Maria, découvrant la première route aller-retour entre le Nouveau Monde et l‘Europe. La nef surnommée aussi Sainte Claire, était la plus petite des trois, pouvant déplacer jusqu'à 20 hommes d'équipage et 50 tonneaux. Les caravelles étaient protégées par un secret d'État au Portugal car selon la volonté du roi Jean II, ces navires ne pouvaient être vendus ou prêtés aux étrangers sans son autorisation. Sous le commandement du capitaine Vicente Yàñez Pinzon, elle quitta le port de Palos de la Frontera la nuit du 3 août 1492. Christophe Colomb lui-même prend son commandement pour le voyage de retour en compagnie de la Pinta, mais une tempête les sépare de celle-ci avant d'arriver à Lisbonne le 4 mars 1493. Robert F. Marx est l'un des pionniers américains de plongée sous-marine et est mieux connu pour son travail sur les naufrages. Marx se spécialise dans la plongée en 1953 et en a pratiqué plus de et est l'auteur de plus de 800 rapports ou articles et de 59 livres sur l'histoire, l'archéologie, des naufrages et l'exploration des épaves. Il a été membre fondateur du Conseil sur l'archéologie subaquatique et de la Société de recherche sur la mer. En 1972, participé à la création du diplôme professionnel américain de docteur en histoire marine. Marx a été fait Chevalier de l‘Ordre d’Isabelle la Catholique par le gouvernement espagnol pour sa reconstitution de la Niña, caravelle de la première expédition de Christophe Colomb .


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