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¿VICTORIOSO O DERROTADO?

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Presentación del tema: "¿VICTORIOSO O DERROTADO?"— Transcripción de la presentación:

1 ¿VICTORIOSO O DERROTADO?
Por Raúl Ruiz Ávila

2 Cuando vimos el tema ¨La Obra del Espíritu Santo¨, les invité a que estudiaran los capítulos 7 y 8 de Romanos. ¿Cuántos lo hicieron? En el capítulo 7, Pablo nos describe al cristiano derrotado. Aquel que no es capaz de experimentar la victoria interior sobre el pecado. Veamos algunos versículos que describen esa derrota:

3 ¨Porque lo que hago, no lo entiendo sino lo que aborrezco, eso hago
¨Porque lo que hago, no lo entiendo sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.¨ vv

4 Veamos algunas palabras clave en este pasaje:
Hacer: Describe la acción que brota del intelecto y de la voluntad; sin embargo, Pablo describe el conflicto entre el intelecto y la voluntad cuando dice: ¨Porque lo que hago, no lo entiendo (intelecto); pues no hago lo que quiero¨ (voluntad), v. 15

5 El conflicto entre el querer y el hacer se nos ha presentado muchas veces en la vida. Conozco cristianos que no pueden dejar de hacer cosas que saben que les dañan y dañan a su familia. Yo viví ese tipo de dilema en mi vida cristiana cuando comenzaba mi andar con Cristo. A pesar de mi esfuerzo no podía entender qué pasaba y me sentía derrotado constantemente.

6 Más adelante, Pablo analiza intelectual-mente la situación y llega a una conclusión: ¨Y si lo que no quiero (voluntad), esto hago, (acción) apruebo (intelecto) que la ley es buena.¨ v. 16 Las leyes que Dios ha establecido son para nuestro beneficio, pero tenemos la tendencia a violar la ley, ¿Por qué?

7 Pablo continúa diciendo:
¨De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.¨ vv

8 Parece que hay una contradicción en Pablo, porque primero declara que no es él y luego dice que es culpa del pecado. ¿No es cierto que tenemos la tendencia de echar la culpa a otros? (practicamos lo que yo llamo El Síndrome de Adán, Génesis 3:12). Sin embargo, Pablo enfatiza que el pecado mora en nosotros, en nuestra carne. El plan original de Dios no era que el pecado nos posesionara; pero desde Adán y Eva hemos querido ser como Dios, haciendo a un lado a Dios, sus preceptos, sus leyes, sus propósitos, etc., e hicimos nuestro el pecado.

9 La derrota viene cuando nos comportamos como se comportó el pueblo escogido por Dios. 2ºReyes 17 lo describe: ¨Hasta hoy hacen como antes: ni temen a Jehová, ni guardan sus estatutos ni sus ordenanzas, ni hacen según la ley y los mandamientos que prescribió Jehová a los hijos de Jacob, al cual puso el nombre de Israel;…. Así temieron a Jehová aquellas gentes, y al mismo tiempo sirvieron a sus ídolos; y también sus hijos y sus nietos, según como hicieron sus padres, así hacen hasta hoy.¨ vv. 34a, 41

10 Es por eso que muchos cristianos viven en derrota
Es por eso que muchos cristianos viven en derrota. Pablo clamó: ¨Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? ¨ Romanos 7:21-24

11 Aunque intelectualmente sepamos el daño que nos hace el pecado, al dejar que el pecado nos posesione, lo cual produce enfermedades y conflictos, no podemos ganarle y vivimos una constante derrota en nuestras vidas. En 1ª a los Corintios 6:12 Dios nos hace ver, a través de Pablo, lo siguiente:

12 ¨Todas las cosas me son lícitas (libertad), mas no todas convienen (intelecto); todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna¨ (templanza, Gálatas 5:22-23). Yo solo no puedo vencer al pecado, necesito la templanza que es ¨Fruto del Espíritu Santo¨, su intervención directa me permite lograr la victoria.

13 Pablo hace la transición de derrota a victoria y declara:
¨Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.¨ Romanos 7:25 y de esa forma entramos al capítulo 8 que nos habla de como ser cristianos victoriosos.

14 Romanos 8:1-2 abre con esta declaración:
¨Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.¨

15 La clave es estar en Cristo, estar metido en su naturaleza (2ª Pedro 1:4); en su Palabra (Juan 16:33); en su conocimiento (Juan 17:3), etc. En otras palabras, tener una íntima relación con Dios y vivir en amor como nos lo dice Cristo en Juan 13:34-35 ¨Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.¨

16 Para ser un cristiano victorioso necesito buscar la intervención directa de Dios en mi vida. En otras palabras, reconocer mi impotencia y solicitar la intervención directa del Espíritu Santo. Voluntariamente voy a buscar el poder de Dios y pedirle su intervención en mi vida. Dios respeta la libertad que me dio para escoger entre la derrota y la victoria, entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. (Meditar en Deuteronomio 28)

17 Dios está dispuesto a atender nuestra necesidad, como dice Cristo en Lucas 11:9-13
¨Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?¨

18 Pablo continúa diciendo:
¨Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos (acción) conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque los que son de la carne piensan (intelecto) en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.¨ Romanos 8:3-5

19 ¨Porque el ocuparse (acción) de la carne es muerte, pero el ocuparse (acción) del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios (voluntad) de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.¨ vv. 6-8

20 ¨Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.¨ vv. 9-11

21 Leamos el versículo 11 en primera persona del singular:
Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en mi, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también mi cuerpo mortal por su Espíritu que mora en mi.¨ vv. 9-11

22 Conclusión: Para vivir victoriosos sobre el pecado y la muerte, necesitamos que coincida nuestro intelecto, nuestra voluntad y nuestra acción con el intelecto, la voluntad y la acción de Cristo. Como nos dice en Mateo 11:29-30 y Juan 13:15 ¨Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.¨ ¨Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis¨

23 Preguntas de Reflexión:
¿Vives una vida victoriosa? ¿Para qué utilizas tu libertad? ¿Buscas que tu intelecto, voluntad y acciones (estilo de vida) coincidan con el intelecto, voluntad y acción de Cristo? ¿Le pides a Dios te llene de su Espíritu Santo?

24 Al conocer la Obra del Espíritu Santo en mi vida puedo ver el proceso que me lleva a la victoria:
F A B C D E Gestación y nacimiento. Jeremías 1:5 (El E.S. siempre obra) Desarrollo físico, intelectual, espiritual, etc. Lucas 2:52 Encuentro con Cristo y llamamiento. Marcos 1:16-20 Discipulado. Marcos 6:32-44; 9:14-29 (triunfos y fracasos) Llenura del Espíritu Santo. Hechos 2:4 Apostolado con el poder del Espíritu Santo. Hechos (Vida Victoriosa) Romanos 8


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