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RETIRO ESPIRITUAL de cuaresma EN EL AÑO DE LA FE

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Presentación del tema: "RETIRO ESPIRITUAL de cuaresma EN EL AÑO DE LA FE"— Transcripción de la presentación:

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2 RETIRO ESPIRITUAL de cuaresma EN EL AÑO DE LA FE
Religiosas/os COR-PR 3 de marzo de 2013 Universidad del Sagrado Corazón

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4 está siempre abierta para nosotros
.«La puerta de la fe» (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está siempre abierta para nosotros

5 II …VIDA CONSAGRADA

6 En el Año de la fe ustedes,
que han recibido la llamada a seguir a Cristo más de cerca mediante la profesión de los consejos evangélicos, están invitados a profundizar todavía más la relación con Dios 6

7 Los consejos evangélicos, aceptados como auténtica regla de vida, refuerzan la fe, la esperanza y la caridad, que unen con Dios 7

8 Esta profunda cercanía al Señor, que debe ser el elemento prioritario y característico de su existencia, los llevará a una renovada adhesión a Él y tendrá un influjo positivo sobre su particular presencia y forma de apostolado dentro del Pueblo de Dios mediante la aportación de sus carismas, en la fidelidad al Magisterio, con la finalidad de ser testigos de la fe y de la gracia, testigos creíbles para la Iglesia y para el mundo de hoy.

9 CREO EN TI, SEÑOR

10 ¿En qué consiste exactamente esta realidad misteriosa y cercana a un tiempo?

11 de un acto voluntario de amor…
¿Se trata, ante todo, de un acto voluntario de amor… (como subraya la tradición agustiniano-franciscana)?

12 ¿qué es la fe? …un confiado entregarse a un «Tú» que es Dios, quien me da una certeza distinta, pero no menos sólida que la que me llega del cálculo exacto o de la ciencia…

13 … un acto con el que me confío libremente a un Dios que es Padre y me ama

14 … adhesión a un «Tú» que me dona esperanza y confianza.

15 con ella somos conscientes de que Dios mismo se ha mostrado a nosotros en Cristo; ha dado a ver su rostro y se ha hecho realmente cercano a cada uno de nosotros.

16 «Una realidad muy sencilla» -Hno.Roger de Taizé-

17 “Al abrir el Evangelio, cada uno puede decirse: estas palabras de Jesús son un poco como una carta muy antigua que me fuera escrita en una lengua desconocida; puesto que me está dirigida por alguien que me ama, intento comprender el sentido de ella, y enseguida pondré en práctica en mi vida lo poco que comprenderé de ella…

18 No son los amplios conocimientos lo que importa en un comienzo.
Éstos tendrán su gran valor. Pero es a través del corazón, en las profundidades de sí mismo, que el ser humano comienza a comprender el Misterio de la Fe. Los conocimientos llegarán más tarde. No se nos da todo de una vez . Una vida interior se elabora paso a paso. Hoy más que ayer, nos adentramos en la fe avanzando por etapas…”

19 “En lo más profundo de la condición humana descansa
la espera de una presencia, el silencioso deseo de una comunión…”

20 “Nunca lo olvidemos, ese simple deseo de Dios es ya el comienzo de la fe…”

21 … es quizá la experiencia más gozosa por el hecho de comprobar que la fe que fundamenta tu vida, lejos de “alienarte” te está humanizando en el más pleno sentido de la palabra

22 CREO EN TI, SEÑOR PERO AUMENTA MI FE

23 “… cuando hacemos de la fe nuestra preocupación última, tal preocupación otorga profundidad, dirección y unidad a todas las demás preocupaciones y, con ellas, a nuestro ser personal en su conjunto. Por eso, nos sentimos profundamente alegres y agradecidos por este don…”

24 “Me ha tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad” (Sal 16,6).

25 que se va realizando en la historia de cada uno de nosotros.
La fe es, en definitiva, una alianza, experiencia de encuentro, que se va realizando en la historia de cada uno de nosotros.

26 Tiene que ver con nuestras ideas, sentimientos, opciones, relaciones, búsquedas, dudas, etc. Se trata, pues, de una fe probada por factores socio-culturales que la estimulan y la amenazan y, sobre todo, por la misma dinámica interna del sujeto que la profesa

27 Por eso es, una y otra vez, una en una sola experiencia
fe aceptada, que junta en una sola experiencia la llamada gratuita de Dios en Cristo por el Espíritu (la fe como don) y nuestra libre respuesta personal (la fe como opción).

28 no en una realidad fija que
Esta comprensión dinámica la convierte, no en una realidad fija que puede ser descrita formalmente, sino en fe vivida, en itinerario vital.

29 Como toda relación personal, la fe es susceptible de crecimiento y de traición, pero sólo en la fidelidad alcanza su plenitud. Creer es, en definitiva, ser fiel.

30 María del Pino Rodríguez de Rivera, Mapi
De campeona deportiva … a monja misionera con los pobres Misionera del Santísimo Sacramento y María Inmaculada practicó en el colegio gimnasia deportiva, y saltos de trampolín en el Club Nautico Metropole. conserva la robustez física de la deportista que fue. Tiene 37 años y trabaja como misionera en un barrio marginal de Manila, capital de Filipinas.

31 La más anciana del mundo

32 Sor Teresita ingresó en el Convento Buenafuente del Sistal (Guadalajara, España) el 16 de abril de 1927, el mismo día en que nació el hoy Papa Benedicto XVI. Dios le ha regalado 103 años de vida, 84 de los cuales ha pasado en clausura y hoy da testimonio de la felicidad de la vida contemplativa.

33 Actriz de Cine

34 Madre Dolores Hart, de actríz de cine
Abadesa de un Monasterio Benedictino en EE.UU

35 Sólo con la fuerza del ESPÍRITU
Desde el Espíritu y sólo desde Él se entienden otros aspectos esenciales de esta compleja realidad que es la fe Sólo por su fuerza es posible la adhesión inquebrantable a Dios en Cristo 35

36 No se pueden separar ambos aspectos.
Esta adhesión a la verdad es algo más profundo que una actitud de sometimiento acrítico o de ingenuo fideísmo. La fe es entrega (y no mero asentimiento) a una realidad personal que envuelve también una creencia en la verdad. No se pueden separar ambos aspectos. 36

37 En definitiva, la entrega a una realidad personal en cuanto verdad personal real es la esencia de la fe. Libera al creyente del subjetivismo liberticida de la cultura contemporánea y lo va adentrando en el misterio de Dios revelado en Jesucristo. 37

38 La Iglesia, signo e instrumento
Desde estas premisas, interpretar la eclesialidad de la fe en perspectiva pneumatológica significa comprender que no hay fe verdadera en Jesucristo (y no simple admiración por su persona o su causa) fuera de la comunidad a la que Él ha donado su Espíritu. Pero también que esta comunidad no puede reivindicar para sí el carácter de absoluto que sólo corresponde a Dios y que, en consecuencia, debe ser consciente de su condición de signo e instrumento (cf. Lumen Gentium 1). 38

39 1. “El fruto del silencio es la oración
1. “El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servi­cio. El fruto del servicio es la paz” (Madre Teresa de Calcuta). 2. “No se vive sin la fe. La fe es el conocimiento del significado de la vida humana. La fe es la fuerza de la vida. Si el hombre vive es porque cree en algo” (León Tolstoi). 3. “Hay más fe en una honrada duda, creedme, que en la mitad de las creencias” (Alfred Tennyson). 4. “No debemos perder la fe en la humanidad que es como el océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas estén sucias” (Mahatma Gandhi). 5. “¿Racionalizar la fe? Quise hacerme dueño y no esclavo de ella, y así llegué a la esclavitud en vez de llegar a la libertad en Cristo” (Miguel de Unamuno). 6. “ Una fe que nosotros mismos podemos determinar, no es en absoluto una fe” (Benedicto XVI). 7. “ Yo no creo en nada. Para mí la fe es algo tan odioso como lo es el pecado para los creyentes. El que sabe, no puede creer. El que cree, no puede saber. Fe ciega es una tautología, pues la fe es siempre ciega” (Ernest Bornemann). 8. “ Fe es la virtud que nos hace sentir el calor del hogar mientras cortamos la leña” (Miguel de Cervantes). 9. “ No basta ser creyente, hay que ser creíble” (Pedro Casaldáliga). 10. “ Un ser humano que tiene fe ha de estar preparado, no sólo a ser un mártir, sino a ser un loco” (G. K. Chesterton).

40 […]

41 P. José Cristo Rey García Paredes cmf
“OS CONVIENE QUE YO ME VAYA” Juan 16,7 LA AUDACIA DEL PAPA FIEL P. José Cristo Rey García Paredes cmf

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43 En su última Cena Jesús sorprendió a sus discípulos con unas palabras que nadie se esperaba: “Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy no vendrá a vosotros el Paráclito” (Jn 16,7). Después de haberles lavado los pies a los discípulos, Pedro y los demás se vieron sorprendidos por esta noticia-bomba de Jesús: “Os conviene que yo me vaya”. El Misionero del Abbá ¡dimitía! Les comunicaba que cesaba en su acción para dar lugar únicamente a su pasión. Jesús inició una última fase: orar y padecer y morir tras las palabras:” Está cumplido” (Jn 19,30). Pedro y los demás podrían argüir: Maestro, si apenas has cumplido un trienio de misión profética y ¿ya te vas? Les resultaría muy difícil comprender ésto y otras cosas. ¿Sería por Judas? ¿Tal vez por la fragilidad de Pedro? ¿Porque cualquiera del grupo podía traicionarlo? “¡Os conviene!”, decía Jesús. Tal vez esa era la única forma de “reunir a los dispersos”. Ellos se entristecieron. Jesús, sin embargo, comenzó a hablarles del Espíritu, el Nuevo Enviado. Por eso, cuando llegó el momento, “inclinando la cabeza, entregó el Espíritu” (Jn 19,30). Algo semejante está ocurriendo con el Papa “místico”, Benedicto XVI.

44 El Papa del siglo XXI: ¡un místico!

45 … Quizás podamos decir que le ha sido concedido al papa Benedicto XVI vivir su pontificado como una auténtica gracia “mística ”. Ya desde el principio se sintió envuelto en ella. Decir “mística” no significa ni espiritualismo ni ingenuidad indolora. El “aura mística” que lo envolvía… ¿no se revela en los siguientes textos entrañables, entresacados de su homilía en la plaza de San Pedro, el 24 de abril de 2005 para iniciar su ministerio?

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47 Y ahora, en este momento, yo, débil siervo de Dios, he de asumir este cometido inaudito, que supera realmente toda capacidad humana. ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Cómo seré capaz de llevarlo a cabo? … No tengo que llevar yo solo lo que, en realidad, nunca podría soportar yo solo. La muchedumbre de los santos de Dios me protege, me sostiene y me conduce. Y me acompañan, queridos amigos, vuestra indulgencia, vuestro amor, vuestra fe y vuestra esperanza. En efecto, a la comunidad de los santos no pertenecen sólo las grandes figuras que nos han precedido y cuyos nombres conocemos. Todos nosotros somos la comunidad de los santos; nosotros, bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; nosotros, que vivimos del don de la carne y la sangre de Cristo, por medio del cual quiere transformarnos y hacernos semejantes a sí mismo. Sí, la Iglesia está viva… Y la Iglesia es joven. Ella lleva en sí misma el futuro del mundo y, por tanto, indica también a cada uno de nosotros la vía hacia el futuro. La Iglesia está viva y nosotros lo vemos: experimentamos la alegría que el Resucitado ha prometido a los suyos. La Iglesia está viva; está viva porque Cristo está vivo, porque él ha resucitado verdaderamente.

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49 Mi verdadero programa de gobierno es no hacer mi voluntad, no seguir mis propias ideas, sino de ponerme, junto con toda la Iglesia, a la escucha de la palabra y de la voluntad del Señor y dejarme conducir por Él, de tal modo que sea él mismo quien conduzca a la Iglesia en esta hora de nuestra historia.

50 Queridos amigos, en este momento sólo puedo decir: rogad por mí, para que aprenda a amar cada vez más al Señor. Rogad por mí, para que aprenda a querer cada vez más a su rebaño, a vosotros, a la Santa Iglesia, a cada uno de vosotros, tanto personal como comunitariamente. Rogad por mí, para que, por miedo, no huya ante los lobos. Roguemos unos por otros para que sea el Señor quien nos lleve y nosotros aprendamos a llevarnos unos a otros”.

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52 … casi ocho años después, Benedicto XVI, se identifica con el Buen Pastor cuando dijo: “Os conviene que yo me vaya”. Éstas han sido sus palabras en el Consistorio del 10 de Febrero 2013:

53 “Os he convocado a este Consistorio… también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino…En el mundo de hoy, sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu, vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado.

54 Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005… Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria”.

55 Nos ha sorprendido el papa Benedicto XVI con su dimisión
Nos ha sorprendido el papa Benedicto XVI con su dimisión. No estábamos acostumbrados a decisiones tan drásticas. A pesar de su debilidad, se ha mostrado muy audaz. Si lo hubiera consultado tal vez no pocos lo habrían disuadido. Él ha mostrado la audacia del Espíritu.

56 Su pontificado lo ha situado en un estado místico: ha sido un pastor que ha cargado sobre sí la vergüenza de los casos de pederastia, la corrupción de las finanzas, los vatileaks, las traiciones internas, las vergonzosas rivalidades eclesiásticas, el influjo de quienes -creyéndose sus amigos, pero sin participar en lo más nuclear de su espiritualidad- pretendían aparecer más poderosos para así imponer sus oscuros intereses… Dada su sensibilidad hacia la belleza, ¡cuánto horror no habrá sentido ante tanta fealdad! Y sin embargo, aparecía en tantas celebraciones tan sereno, tan sencillo y, al mismo tiempo, como un “extraño” que contemplaba el Misterio como si “Otro” fuera quien lo presidía.

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58 Parecía perdido en los grandes escenarios y trataba siempre de crear un “escenario interior”, de “abrir la puerta secreta” que lleva al Misterio. Su vida personal ha estado implicada en su ministerio: no hablaba de sí para enorgullecerse, ni para jactarse; sino para incluirse en la comunidad de fe. Tantas veces me recordaba al Pablo “emotivo” en sus cartas. Otras veces, al mismo Jesús de los discursos joanneos. Ha sido el Papa que a su inmensa inteligencia la ha permeado de emoción y sentimiento.

59 No disponía de una voz poderosa, pero sí penetrante.
En su ministerio, la inteligencia devino sabiduría emocional. Traducía la teología más sublime en catequesis cordial e inteligible. Ha sido un místico sin misticismos. Sabía mirar compasivamente a sus hermanos y hermanas sin -por eso- desviar su mirada del Dios misterioso. El Papa místico deja tras él una estela “mística” que nos irá envolviendo cada vez más: ¡es el Espíritu Santo que se derrama a través de su ministerio en nuestros corazones!

60 “Os conviene que yo me vaya” … pero, Abbá, “guárdalos del Maligno” (Jn 17,15)
“Ahora confiamos a la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, nuestro Señor Jesucristo!”.

61 ¡Qué palabras tan bellas! …
Estamos experimentado lo que es “una Iglesia sin Papa”. El mismo Papa ha dejado de serlo. Y en la liturgia no tendremos que mencionar su nombre. Nuestro Papa hasta el momento de la elección de un nuevo papa, es… ¡Jesucristo!, ¡el Sumo Pastor! ¡El Espíritu de Jesús y del Abbá! Estamos en un sábado santo eclesial. Y María está aquí con nosotros, convertida en Iglesia orante en todas las Iglesias locales, suplicando y ahuyentando demonios.

62 De seguro que aparecerá -con especial astucia- en estos días el Maligno. Jesús estaba muy convencido de su presencia y de la necesidad de orar al Abbá que ¡nos libre del Maligno! El Maligno se reviste de ángel de luz (¡es Lucifer!), es el padre de la mentira y del engaño. El Maligno estará llevando a no pocos a decir “os conviene que yo no me vaya”, sino “os conviene que yo me imponga“. El Maligno bloquea la conversión pastoral, está presente en todas las maquinaciones interesadas, se reviste de “espiritualismos ávidos de poder”, de “humildades trepadoras”. Por eso, Jesús rogó al Abbá al final de la última Cena: ¡Guárdalos del Maligno!

63 Hemos de orar mucho en estos días para que el Espíritu venza a las sombras, para que los lobos con piel de oveja sean detectados y vencidos. Hemos de orar mucho para que quienes “conviene que se vayan” ¡se vayan! y permitan la emergencia de una Iglesia nueva, Iglesia de nuevos evangelizadores, Iglesia con nuevas ideas, Iglesia de creyentes y no de dogmáticos fundamentalistas, Iglesia de los pobres y no de los aliados con los poderes fácticos.

64 Oracion por el Papa Benedicto XVI
Oh Dios, verdadero pastor de todos los fieles, mira con misericordia a tu siervo el papa Benedicto XVI, a quien estableciste como cabeza y pastor de tu Iglesia. Te agradecemos por tu gracia que obra en él, pues nos ha conducido por la palabra y el ejemplo: en su enseñanza, en su oración y en su gran amor. Concédele tu fortaleza en la debilidad, consuelo en la tristeza, y serenidad en medio de las tribulaciones De este mundo; y guía a tu Iglesia, edificada sobre la roca de Pedro, con el poder de tu Espíritu mientras continuamos en el camino que nos conduce a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

65 La Iglesia soñada del siglo XXI: el cristianismo místico
Es impresionante la Meditación que Benedicto XVI dirigió a los Padres del Sínodo el lunes, 8 de octubre del 2012 tras la Oración de Tercia. Allí decía:

66 “Nosotros no podemos hacer la Iglesia, podemos sólo dar a conocer lo que ha hecho Él. La Iglesia no empieza con el «hacer» nuestro, sino con el «hacer» y el «hablar» de Dios. Así, los Apóstoles… oraron y en oración esperaron, porque sabían que sólo Dios mismo puede crear su Iglesia, que Dios es el primer agente: si Dios no obra, nuestras cosas son sólo nuestras y son insuficientes; sólo Dios puede dar testimonio de que es Él quien habla y ha hablado.

67 Pentecostés es la condición del nacimiento de la Iglesia sólo porque Dios ha obrado antes, los Apóstoles pueden obrar con Él y con su presencia y hacer presente todo lo que Él hace…. Nosotros sólo podemos cooperar, pero el principio debe venir de Dios. … Sólo el preceder de Dios hace posible nuestro caminar, nuestro cooperar, que es siempre cooperar, no una pura decisión nuestra.

68 Por eso es importante saber siempre que la primera palabra, la iniciativa verdadera, la actividad verdadera viene de Dios y sólo si entramos en esta iniciativa divina, sólo si imploramos esta iniciativa divina, podremos también ser – con Él y en Él – evangelizadores. Dios es el principio siempre, y siempre sólo Él puede hacer Pentecostés, puede crear la Iglesia, puede mostrar la realidad de su estar con nosotros. Pero, por otro lado, este Dios, que es siempre el principio, también quiere nuestra participación, quiere que participemos con nuestra actividad, por lo que las actividades son teándricas, es decir, hechas por Dios, pero con nuestra participación e incluyendo nuestro ser, toda nuestra actividad

69 Por tanto, cuando hacemos nosotros la nueva evangelización es siempre cooperación con Dios, está en el conjunto con Dios, está fundada en la oración y en su presencia real…. A través de la «Confessio» y la «caritas» Dios nos hace partícipes, nos hace obrar con Él, en Él y para la humanidad, para su criatura: «confessio» y «caritas»…La «Confessio» lleva en sí el elemento martirológico, el elemento de dar testimonio ante las instancias enemigas de la fe, dar testimonio incluso en situaciones de pasión y de peligro de muerte.

70 A la confesión cristiana pertenece esencialmente la disponibilidad al sufrimiento: esto me parece muy importante…«Confessio» es la primera columna de la evangelización. La segunda es «caritas», es amor. Sólo así es realmente el reflejo de la verdad divina, que, como verdad, es inseparablemente también amor, es ardor, es llama, enciende a los demás…

71 El cristiano no debe ser tibio
El cristiano no debe ser tibio. El Apocalipsis nos dice que este es el mayor peligro del cristiano: que no diga no, sino un sí muy tibio. Esta tibieza desacredita al cristianismo. La fe tiene que ser en nosotros llama del amor, una llama que realmente encienda mi ser, que sea una gran pasión de mi ser, y así encienda al próximo. Este es el modo de la evangelización…

72 San Lucas nos cuenta que en Pentecostés, en esta fundación de la Iglesia de Dios, el Espíritu Santo era un fuego que ha transformado el mundo, pero un fuego en forma de lengua, es decir, un fuego que sin embargo también es razonable, que es espíritu, que es también comprensión; un fuego que está unido a la mente, a la «mens».

73 Y precisamente este fuego inteligente...
Sabemos que el fuego está en el inicio de la cultura humana, el fuego es luz, es calor, es fuerza de transformación. La cultura humana empieza en el momento en el que el hombre tiene el poder de crear el fuego: con el fuego puede destruir, pero con el fuego también puede transformar, renovar.

74 El fuego de Dios es un fuego que transforma, fuego de pasión – por supuesto – que también destruye mucho en nosotros, que lleva a Dios, pero es sobre todo un fuego que transforma, renueva y crea una novedad del hombre, que se vuelve luz en Dios.

75 Así, al final, sólo podemos pedir al Señor que la «confessio» esté fundada en nosotros profundamente y que se vuelva fuego que enciende a los demás; de esta forma el fuego de su presencia, la novedad de su estar con nosotros, se vuelve realmente visible y una fuerza del presente y del futuro”.

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77 “Encíclica sobre la fe”
… y su última “Encíclica sobre la fe” Su “testamento espiritual” última audiencia general Plaza de San Pedro Roma miércoles 27 de febrero de 2013

78 En medio del año de la fe nos queda su mejor “Encíclica sobre la fe”; la que ha “escrito” con su propia vida y que ayer, en sus palabras, nos quedó como verdadero “testamento espiritual”. Impresionan sus creyentes y confiadas palabras: “Siempre he sabido que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino suya y no la deja hundirse. Es Él quien la conduce, por supuesto, a través de los hombres que ha elegido. Esta es una certeza que nada puede ofuscar y es por ello que mi corazón está lleno de agradecimiento a Dios, porque no me ha hecho faltar a toda la Iglesia y también su consuelo, su luz y su amor”.

79 Fil.1, 3-11 Como el apóstol Pablo en el texto bíblico que hemos escuchado, también yo siento en mi corazón el deber sobre todo de agradecer a Dios, que guía y hace crecer a la Iglesia, que siembra su Palabra y así alimenta la fe en su Pueblo.

80 En este momento mi ánimo se extiende para abrazar a toda la Iglesia difundida en el mundo y doy gracias a Dios por las "noticias" que en estos años del ministerio petrino he podido recibir acerca de la fe en el Señor Jesucristo y de la caridad que está en el Cuerpo de la Iglesia y lo hace vivir en el amor y de la esperanza que nos abre y nos orienta hacia la vida en plenitud, hacia la patria del Cielo.

81 Siento que he de llevar a todos en la oración, en un presente que es el de Dios, donde recojo todo encuentro, todo viaje, toda visita pastoral. Todo y a todos los recojo en la oración para confiarlos al Señor porque tenemos pleno conocimiento de su voluntad, con toda sabiduría e inteligencia espiritual, y porque podemos comportarnos de manera digna de Él, de su amor, dando fruto en toda obra buena (cfr Col 1,9-10).

82 En este momento, hay en mí una gran confianza, porque sé, sabemos todos nosotros, que la Palabra de verdad del Evangelio es la fuerza de la Iglesia, es su vida. El Evangelio purifica y renueva, da fruto, donde esté la comunidad de los creyentes lo escucha y acoge la gracia de Dios en la verdad y vive en la caridad. Esta es mi confianza, esta es mi alegría.

83 Cuando el 19 de abril de hace casi ocho años, acepté asumir el ministerio petrino, tuve firme esta certeza que siempre me ha acompañado. En aquel momento, como ya he dicho varias veces, las palabras que resonaron en mi corazón fueron: "¿Señor, qué cosa me pides?" Es un peso grande el que me pones sobre la espalda, pero si Tú me lo pides, en tu palabra lanzaré las redes, seguro que Tú me guiarás.

84 Y el Señor verdaderamente me ha guiado, ha estado cercano a mí, he podido percibir cotidianamente su presencia. Ha sido un trato de camino de la Iglesia que ha tenido momentos de alegría y de luz, pero también momentos no fáciles; me he sentido como San Pedro con los Apóstoles en la barca sobre el lago de Galilea: el Señor nos ha dado muchos días de sol y de brisa ligera, días en los que la pesca ha sido abundante; y ha habido también momentos en los que las aguas estaban agitadas y el viento era contrario, como en toda la historia de la Iglesia, y el Señor parecía dormir.

85 Pero siempre he sabido que en aquella barca está el Señor y siempre he sabido que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino que es suya y no la deja hundirse; es Él quien la conduce ciertamente también a través de hombres que ha elegido, porque así lo ha querido. Esta ha sido y es una certeza que nada puede ofuscar. Y es por esto que hoy mi corazón está lleno de agradecimiento a Dios porque no ha dejado nunca que le falte a la Iglesia y también a mí su consuelo, su luz y su amor.

86 Estamos en el Año de la Fe, que he querido para reforzar nuestra fe en Dios en un contexto que parece ponerlo siempre más en segundo plano. Quisiera invitar a todos a renovar la firme confianza en el Señor, a confiarnos como niños en los brazos de Dios, certeros de que esos brazos nos sostienen siempre y son lo que permite caminar cada día también en la fatiga. Quisiera que cada uno se sintiese amado por aquel Dios que nos ha dado a su Hijo a nosotros y que nos ha mostrado su amor sin límites.

87 Quisiera que cada uno sintiese la alegría de ser cristiano
Quisiera que cada uno sintiese la alegría de ser cristiano. En una bella oración que se recita cotidianamente en la mañana se dice: "Te adoro Dios mío y te amo con todo el corazón. Te agradezco por haberme creado, hecho cristiano…" Sí, estamos contentos por el don de la fe, ¡es el bien más precioso, que nadie nos puede quitar! Agradecemos al Señor por esto cada día, con la oración y con una vida cristiana coherente. ¡Dios nos ama, pero espera que también que nosotros lo amemos!

88 Pero no es solamente Dios a quien quiero agradecer en este momento
Pero no es solamente Dios a quien quiero agradecer en este momento. Un Papa no está solo en la guía de la Barca de Pedro, si bien es su primera responsabilidad, y yo no me he sentido solo nunca en llegar la alegría y el peso del ministerio petrino; el Señor me ha dado tantas personas que, con generosidad y amor a Dios y a la Iglesia, me han ayudado y han estado cercanas a mí.

89 … A mis queridos hermanos cardenales:
… como también todos aquellos que, en diversos sectores, prestan su servicio a la Santa Sede: ¡Un recuerdo especial para la Iglesia de Roma, mi diócesis! …hermanos en el Episcopado y en el presbiterado, … las personas consagradas y todo el Pueblo de Dios: … en las visitas pastorales, en los encuentros, en las audiencias, en los viajes, siempre he percibido una gran atención y un profundo afecto; pero también he querido a todos y a cada uno, sin distinción, con aquella caridad pastoral que da el corazón de Pastor, sobre todo de Obispo de Roma, de Sucesor del Apóstol Pedro. Cada día he tenido a cada uno de vosotros en mi oración, con corazón de padre

90 Quisiera que mi saludo y mi agradecimiento alcanzase a todos: el corazón de un Papa se extiende al mundo entero. Y quisiera expresar mi gratitud al Cuerpo diplomático ante la Santa Sede, que hace presente a la gran familia de las naciones. Aquí también pienso en todos aquellos que trabajan para una buena comunicación y que agradezco por su importante servicio.

91 En este punto quisiera agradecer de corazón también a todas las numerosas personas en todo el mundo que en las últimas semanas me han enviado signos conmovedores de atención, de amistad en la oración. Sí, el Papa nunca está solo, y ahora lo experimento nuevamente de un modo tan grande que toca el corazón. El Papa pertenece a todos y a tantísimas personas que se sienten cercanos a él.

92 Es cierto que recibo cartas de los grandes del mundo: de los Jefes de Estado, de los jefes religiosos, de los representantes del mundo de la cultura, etcétera. Pero recibo también muchísimas cartas de personas sencillas que me escriben simplemente desde su corazón y me hacen sentir su afecto, que nace del estar juntos con Cristo Jesús, en la Iglesia. Estas personas no me escriben como se escribe por ejemplo a un príncipe o a un grande que no se conoce. Me escriben como hermanos y hermanas o como hijos e hijas, con el sentido de una relación familiar muy afectuosa.

93 Aquí se puede tocar con la mano qué cosa es la Iglesia: no es una organización ni una asociación de fines religiosos o humanitarios; sino un cuerpo vivo, una comunión de hermanos y hermanas en el Cuerpo de Jesucristo, que nos une a todos. Experimentar la Iglesia de este modo y poder casi tocar con las manos la fuerza de su verdad y de su amor es motivo de alegría, en un tiempo en el que tantos hablan de su declive.

94 En estos últimos meses, he sentido que mis fuerzas han disminuido y he pedido a Dios con insistencia en la oración que me ilumine con su luz para hacerme tomar la decisión más justa no por mi bien, sino por el bien de la Iglesia. He dado este paso en la plena conciencia de su gravedad e incluso de su novedad, pero con una profunda serenidad de ánimo. Amar a la Iglesia significa también tener el coraje de tomar decisiones difíciles, sufrientes, teniendo siempre primero el bien de la Iglesia y no el de uno mismo.

95 Aquí permítanme volver una vez más al 19 de abril de 2005
Aquí permítanme volver una vez más al 19 de abril de La gravedad de la decisión estuvo en el hecho que desde aquel momento estaba siempre y para siempre ocupado en el Señor. Siempre quien asume el ministerio petrino no tiene más privacidad alguna. Pertenece siempre y totalmente a todos, a toda la Iglesia.

96 A su vida se le retira, por así decirlo, la dimensión privada
A su vida se le retira, por así decirlo, la dimensión privada. He podido experimentar y lo experimento precisamente ahora, que uno recibe la vida justamente cuando la dona. Ya he dicho que muchas personas que aman al Señor aman también al Sucesor de San Pedro y le tienen afecto; que el Papa tiene verdaderamente hermanos y hermanas, hijos e hijas en todo el mundo, y que se siente seguro en el abrazo de su comunión; porque no se pertenece más a sí mismo, pertenece a todos y todos pertenecen a él.

97 El "siempre" es también un "para siempre": no se puede volver más a lo privado. Mi decisión de renunciar al ejercicio activo del ministerio no revoca esto. No vuelvo a la vida privada, a una vida de viajes, encuentros, recibimientos, conferencias, etcétera. No abandono la cruz, sino que quedo de modo nuevo ante el Señor crucificado.

98 Ya no llevo la potestad del oficio para el gobierno de la Iglesia, sino que en el servicio de la oración quedo, por así decirlo, en el recinto de San Pedro. San Benito, cuyo nombre llevo como Papa, será un gran ejemplo de esto. Él ha mostrado el camino para una vida que, activa o pasiva, pertenece totalmente a la obra de Dios.

99 Agradezco a todos y a cada uno también por el respeto y la comprensión con la que han acogido esta decisión tan importante. Seguiré acompañando el camino de la Iglesia con la oración y la reflexión, con aquella dedicación al Señor y a su Esposa que he buscado vivir hasta ahora cada día y que quiero vivir siempre.

100 Les pido recordarme ante Dios, y sobre todo rezar por los cardenales llamados a una tarea tan relevante, y por el nuevo Sucesor del Apóstol Pedro: que el Señor lo acompañe con la luz y la fuerza de su Espíritu. Invoquemos la intercesión maternal de la Virgen María, Madre de Dios y de la Iglesia, para que nos acompañe a cada uno de nosotros y a toda la comunidad eclesial; a ella nos acogemos con profunda confianza.

101 Oremos, pues para que nuestro “Abbá”no de un Buen Pastor
Oh Dios, Pastor eterno, que gobiernas a tu grey con protección constante; te rogamos que, por tu misericordia infinita, concedas a la Iglesia un pastor que te agrade por su santidad y sea útil a tu pueblo por su vigilante dedicación pastoral. Por nuestro Señor Jesucristo tu hijoque vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santoy es Dios, por los siglos de los siglos AMÉN.

102 ¡Queridos amigos! Dios guía a su Iglesia, la levanta siempre también y sobre todo en los momentos difíciles. No perdamos nunca esta visión de fe, que es la única y verdadera visión del camino de la Iglesia y del mundo. Que en nuestro corazón, en el corazón de cada uno de vosotros, esté siempre la alegre certeza de que el Señor está a nuestro lado, no nos abandona, es cercano y nos rodea con su amor. ¡Gracias!

103

104

105 Ya


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