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¡OH SEÑOR, ENVIA TU ESPÍRITU!

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Presentación del tema: "¡OH SEÑOR, ENVIA TU ESPÍRITU!"— Transcripción de la presentación:

1

2 ¡OH SEÑOR, ENVIA TU ESPÍRITU!
LECTIO DIVINA CONTEMPLACION ACCION 5 ORACION 4 MEDITACION 3 LECTURA 2 ¡OH SEÑOR, ENVIA TU ESPÍRITU! PREPARACION 1 PENTECOSTÉS - CICLO B

3 Ambientación Nos reunimos para celebrar la Eucaristía en el Domingo de Pentecostés, el misterio del Espíritu Santo presente en la Iglesia y en nosotros. Durante todos estos domingos pasados hemos estado recordando y celebrando el gran triunfo de Cristo por su Resurrección. Ahora comenzamos a celebrar la misión de la Iglesia, estimulada y fortalecida por la acción del Espíritu Santo. La fiesta de Pentecostés es como la plenitud y la madurez de la Pascua.

4 El Cirio Pascual, símbolo de la presencia de Jesús entre nosotros por su resurrección, queda apagado hoy para dar paso a la acción de la Iglesia por la fuerza del Espíritu. Si el Espíritu resucitó a Jesús, ahora despierta y llena de vida a la Comunidad cristiana y la empuja a desarrollar su misión con valor y fuerza apostólica. La Comunidad cristiana, que ha estado callada, silenciosa, se lanza a proclamar la resurrección de Jesús y su mensaje salvador a voz en grito en todas direcciones por la fuerza del Espíritu.

5 ¿No tenemos todos la misma fe
¿No tenemos todos la misma fe? ¿No hemos recibido todos el mismo Espíritu? ¿No hemos aceptado una misma misión? Entonces, ¿qué «espíritu» nos anima? En este Domingo de Pentecostés -día del Espíritu Santo- vamos a reflexionar todos los que aquí nos reunimos como creyentes en la Palabra de Dios que nos congrega.

6 PREPARACION 1. INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

7 ¡PIDAMOS LA ASISTENCIA DEL ESPIRITU SANTO!
NOS DISPONEMOS A ACERCARNOS Y ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS... BUSQUEMOS QUE EL ESPÍRITU SANTO NOS ABRA LOS OIDOS Y EL CORAZON PARA DEJARLO ENTRAR EN NUESTRA VIDA... QUE EL NOS DE OIDOS DE DISCIPULOS, ATENTOS Y DISPUESTOS PARA EL ENCUENTRO QUE EL QUIERE PROPICIAR... ¡PIDAMOS LA ASISTENCIA DEL ESPIRITU SANTO!

8 manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre;
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetras las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

9 Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos.
Mira el vació del hombre si tu le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

10 Reparte tus sietes dones según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su merito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.

11 LECTURA 2. ¿QUÉ DICE el texto?

12 LEAMOS QUE DICE MIREMOS EL TEXTO PARA VER LA PALABRA...
PONGAMOS ATENCION PARA ESCUCHAR Y RECIBIR... HAGAMOS SILENCIO Y ABRAMOS LAS PUERTAS DEL CORAZON A LA PALABRA QUE LLEGA...

13 «Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar»
PRIMERA LECTURA: Hch. 2, 1-11 «Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar» Hoy celebramos el misterio del Espíritu Santo presente en la Iglesia y en nosotros. En primer lugar leemos el relato bíblico de la venida del Espíritu, después de la Ascensión del Señor al cielo. El relato es verdaderamente histórico -María y los Apóstoles-, que se habían reunido, son llenos del Espíritu Santo, y a través de ellos toda la Iglesia.

14 El relato usa también símbolos
El relato usa también símbolos. El Espíritu viene como fuego, significando que Él quiere purificar y transformar en amor los corazones de los discípulos de Cristo. El contenido de esta lectura relata un hecho trascendental: el nacimiento de la Iglesia al serle comunicado ostensiblemente el Espíritu de Dios que la convierte en Comunidad viva y operante.    La descripción que Lucas hace del acontecimiento, precisamente en la ambientación de la festividad judía que se celebra, la de Pentecostés (la Alianza del Sinaí), está revestida de unos símbolos tomados del Antiguo Testamento, típicos de las teofanías: ruido, viento recio, fuego...

15 La contraposición es clara: hoy queda sellada una nueva alianza y una nueva ley; la antigua queda derogada y reducida a promesa que ahora queda cumplida. En el Sinaí se manifestó Dios; en esta nueva alianza el Padre se manifiesta por su Espíritu, por el poder mediante el cual Dios actúa en el mundo, por la energía divina que impulsó a los profetas de todos los tiempos y muy especialmente al Profeta Jesús, de cuya plenitud fue prueba inequívoca su Resurrección.

16 El hecho central del que lo anterior es marco y lo posterior consecuencia queda expresada en las palabra de Lucas: «Se llenaron todos de Espíritu Santo» (v. 4). El misterio de Cristo queda culminado con la efusión del Espíritu varias veces prometido y anunciado. Este Espíritu es el unificador de la Iglesia, el motor y la savia de la Comunidad naciente, el guía del nuevo Pueblo y de cada cristiano.

17 La dispersión que los diferentes idiomas producían entre gentes de «todas las naciones de la tierra» queda superada por la presencia del Espíritu que otorga «el don de lenguas» (la «glosolalia») que les permite a todos escuchar en su propia lengua «las maravillas de Dios» (v. 11).

18 SALMO RESPONSORIAL: Sal. 104(103)
«envía tu Espíritu, y repuebla la paz de la tierra» Inspirado en un modelo egipcio de himno al sol (del tiempo de Akenatón), el salmo 104(103) canta la grandeza de Dios en la naturaleza: en lo grandioso y en lo sencillo. «Es un himno a Dios por la creación, no de la creación» (A. Schökel).

19 Aquí las criaturas no son invitadas a bendecir, a alabar al Señor como en el salmo precedente (cfr. Sal. 103(102). Las criaturas están llenas de Dios y lo revelan. En la primera página de la Biblia, Dios es un creador trascendente. Desde fuera da órdenes, impone nombres, crea especies, les impone un impulso generador, y se retira a descansar. En este salmo Dios queda dentro del universo y se sigue ocupando de sus criaturas. Si Dios se durmiera, despertaría sin cosas.

20 En este salmo todo está en movimiento:
- Dios crea el mundo como un arquitecto. - Como un padre de familia, extiende la lona que cubre la tienda de campaña. - Como un jefe de un ejército, increpa a las aguas y éstas se retiran. - Como un sabio agricultor, abre acequias para que las aguas rieguen los campos y den de beber a los animales. - Como un padre de familia, distribuye sus bienes y sus dádivas.

21 La intención del autor es clara: que todo el mundo quede abierto a Dios y que el hombre pase de la admiración a la adoración. «El Salmo 104(103) es un teatro donde todos los personajes se mueven en relación con Dios» (G. Doré).

22 ¡Qué maravillosas son tus obras, Señor!
«¡Dios mío, qué grande eres!» (v. 1b) Este salmo, Señor, me invita a salir de mi casa y meterme en esa Naturaleza tan hermosa que tú has creado. Quiero empaparme de su luz. Quiero zambullirme en el mar, jugar con las olas, tumbarme en la playa y dejarme rozar la piel por una brisa suave y refrescante. ¡Así son tus caricias Señor! Y también quiero internarme en la espesura del bosque y escuchar el viento acunando las hojas de los árboles. Quiero beber el agua fresca y cantarina de los riachuelos y quedarme extasiado oyendo el concierto armonioso de miles de pájaros. Y todavía quiero levantar mi mirada hacia las montañas. En su cima pone su casa la cigüeña; las cabras se empinan por los riscos y los erizos se albergan en sus madrigueras. ¡Qué maravillosas son tus obras, Señor!

23 SEGUNDA LECTURA: 1Cor. 12, 3b-7.12-13:
«Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo» S. Pablo vuelve sobre la misma idea: el Espíritu Santo que une a los miembros de la Iglesia en un cuerpo. Pero por cuanto el Espíritu es en alto grado Espíritu de renovación y creatividad, el Cuerpo de la Iglesia no es uniforme, sino que sus miembros están llenos de diferentes vocaciones, gracias y cualidades.

24 Esto es también don del Espíritu, que hace converger todas estas gracias para el bien común.
En este texto S. Pablo explica algunos de los efectos del Espíritu Santo en la Iglesia: Primero, el Espíritu es lazo de unidad: somos un Cuerpo en Cristo, aunque somos diferentes y tenemos funciones diferentes en este Cuerpo, que es la Iglesia. Segundo, el Espíritu concede a cada miembro de la Iglesia un don o cualidad particular para el servicio del resto y para el bien común.

25 Dios, tan diferente de nosotros, tan inaccesible a nuestra inteligencia, es un misterio.
Pero a través de Cristo somos capaces de conocer sobre Dios, de alcanzarlo y de ser sus amigos. Esta lectura de S. Pablo a los Romanos nos recuerda que Cristo nos dio acceso a Dios. Desde su manifestación en Pentecostés, el Espíritu no cesa de actuar en la Iglesia. Su actividad y sus manifestaciones son multiformes. De Él proceden todo don y toda acción buena.

26 No pretendemos controlar ni manipular al Espíritu, puesto que «sopla donde quiere» con absoluta libertad. Sus carismas son diversos y diversamente repartidos. Sin embargo, esta diversidad se unifica en el único Espíritu que los destruye y hacia la única finalidad por la que se otorgan: la común utilidad y la edificación de la Iglesia como el solo Cuerpo de Cristo. Si todo, pues, procede del mismo Espíritu y está dirigido al bien común de todos, no caben entre los cristianos antagonismos ni emulaciones.

27 Nadie puede presumir que posee en plenitud ni en monopolio al Espíritu de Dios.
Si Dios «obra todo en todos» a través de su Espíritu, los cristianos nos complementamos mutuamente unos a otros realizando entre todos la Iglesia, Cuerpo de Cristo, puesto que todos los creyentes «hemos bebido de un solo Espíritu» (v. 13).

28 PROCLAMACION DEL EVANGELIO DE JESUCRISTO
EVANGELIO: Jn. 20, (cfr. Mt. 28,16-20; Mc. 16,14-20) «Como el Padre me envió así los envío Yo» PROCLAMACION DEL EVANGELIO DE JESUCRISTO SEGUN SAN JUAN R/. Gloria a tí, señor.

29 19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos con las puertas bien cerradas, por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se colocó en medio y les dice: – La paz esté con ustedes. 20 Después de decir esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron al ver al Señor.

30 21 Jesús repitió: – La paz esté con ustedes. Como el Padre me envió, así yo los envío a ustedes. 22 Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: – Reciban el Espíritu Santo. 23 A quienes les perdonen los pecados les quedarán perdonados; a quienes se los retengan les quedarán retenidos. Palabra del Señor. R/. Gloria a Ti, Señor Jesús.

31 Re-leamos la Palabra para interiorizarla
«Como el Padre me envió, así Yo los envío a ustedes» (v. 21) En este Evangelio nos relata Juan en la aparición de Jesús resucitado a sus discípulos, la solemne transferencia de la misión recibida del Padre en favor de los apóstoles. Y para que esta misión tenga una garantía de autoridad y poder, también de forma solemne, les otorga la facultad divina de perdonar o retener los pecados (por ejercerla Jesús fue acusado de blasfemo por los fariseos).

32 «sopló sobre ellos» (V. 22a):
En este ceremonial sacramental Jesús realiza un gesto simbólico: soplar sobre ellos. Es un gesto significativo de inspiración vital (cfr. Gn. 2, 7 y Sb. 15, 11) y nueva creación. Ese hálito que Cristo comunica es su Espíritu: «Reciban el Espíritu Santo» (v. 22b), portador de las facultades que les otorga.

33 Esta escena de envío y misión tendrá su complemento y comprensión en Pentecostés, cuando por la fuerza del Espíritu los apóstoles entenderán el alcance de la encomienda de Cristo, penetrarán profundamente en su misterio y descubrirán claramente el sentido de su propia vocación de enviados.

34 MEDITACION 3. ¿QUÉ NOS DICE el texto?

35 «Como el Padre me envió, así los envío Yo»
MEDITEMOS «Como el Padre me envió, así los envío Yo» LA PALABRA RELEAMOS EL TEXTO PARA VER QUÉ NOS DICE LA PALABRA... ¿QUÉ RESONANCIA TIENE ESTA PALABRA EN NUESTRO CORAZON?...

36 Unidad en la diversidad
El relato de los Hechos de los Apóstoles sobre la venida del Espíritu Santo nos da muchas indicaciones para entender mejor el papel del Espíritu en la Iglesia y en la sociedad. Para comenzar, el Espíritu Santo es el que realiza la unidad y la fraternidad en el género humano. Esto esta simbolizado en el texto por los varios pueblos y lenguas que entendían la única lengua hablada por los Apóstoles.

37 El Evangelio nos refiere al Espíritu Santo ofrecido por Jesús a los Apóstoles, como prenda del acontecimiento pentecostal. ¿Cómo podríamos entender mejor al Espíritu Santo y su papel? El Espíritu Santo, por supuesto, es Dios, la tercera persona de la Trinidad, enviado al mundo por el Padre y el Hijo. Desde nuestro punto de vista, iluminados por la enseñanza de Jesús, percibimos al Espíritu Santo como Amor: el lazo de amor en la Trinidad (la Trinidad es puro amor), y el amor de Dios actuando en la humanidad.

38 El Espíritu Santo es el Amor hecho Persona, algo muy difícil de entender para nosotros. Por este hecho, la tercera Persona Divina, el Espíritu, es fuente de amor en la creación. Todo amor viene de Dios; todo amor es generado por el Espíritu Santo. El Espíritu es enviado al mundo para que el amor sea factible. Si el Espíritu se retirara del mundo, el amor desaparecería. Si podemos amar con todas las formas de amor es porque el Espíritu está con nosotros.

39 El Espíritu fue enviado «por etapas» a través de la historia, hasta alcanzar su plenitud en Pentecostés. Y aunque el Espíritu habita y actúa en cada ser humano, en todas las sociedades, culturas y religiones, después de Pentecostés tiene una presencia mas especial y santificante en la Iglesia y sus miembros. Y aunque todo el mundo está bajo la gracia del Espíritu, no todo el mundo la recibe en la misma medida, y no todo el mundo es igualmente fiel al Espíritu de amor.

40 La paz y del perdón El Evangelio nos recuerda que la paz y el perdón -aun el perdón de los pecados por la Iglesia- son dones y efectos del Espíritu Santo. Son también una dimensión de la unidad y fraternidad en la Iglesia y en la sociedad. La paz proviene de una fraternidad sólida y bien establecida. La fraternidad proviene de la práctica de la justicia y la misericordia, que va más allá de la justicia. Cuando esta práctica es suficientemente estable, se arraigan la fraternidad y la verdadera paz.

41 El Espíritu une y reconcilia
Acentuemos, como lo hace este Evangelio, la importancia de la misericordia para edificar la fraternidad y la paz. La misericordia tiene que ver con el perdón y la reconciliación, muy aptamente expresado en el sacramento de la reconciliación -mencionado en el Evangelio- y en todo gesto y actitud humana que lleva a la reconciliación. El Espíritu une y reconcilia El perdón y la reconciliación son particularmente urgentes en nuestros días. Muy obviamente en nuestra sociedad, pero igualmente en familias y unos con los otros.

42 La pura justicia no es suficiente, pues la justicia responde el dar a cada uno lo suyo, pero no llega al perdón. Y en la sociedad ha habido tanta injusticia, violencia y odio, que sin reconciliación y perdón la paz y la fraternidad no pueden ser restauradas. Ese es también el caso en muchas familias y relaciones personales. Estas son exigencias cristianas difíciles y a veces duras. Y cuando miramos la realidad humana, nos desanimamos.

43 Una vez más, Pentecostés como la Fiesta del Espíritu creador de fraternidad y paz debería levantarnos el ánimo, y recordarnos que el perdón y la fraternidad son un don de Dios, antes que nada, y este don nos ha sido dado por el Espíritu Santo derramado en nuestros corazones.    Pentecostés es la plenitud de la Pascua, el comienzo de la ininterrumpida presencia del Espíritu en la Iglesia. El Espíritu sin la Iglesia seria una fuerza sin medio de acción, la Iglesia sin el Espíritu seria un cuerpo sin alma.

44 La Iglesia animada por el Espíritu de Dios será el «instrumento» sacramental de salvación para el mundo: esto quiere decir que hace presente y visible la acción de Dios en la historia. Dones para el bien común Esta presencia del Espíritu en la Iglesia exige de los creyentes, de cada uno de nosotros, una conversión y una transformación que facilite en los cristianos y en la Comunidad el incesante quehacer santificador del Espíritu.

45 Todo lo que en la Iglesia disgregue, separe y desuna, es un pecado contra el Espíritu; todo lo que mate la caridad entre los hermanos, lo que fomente la enemistad entre los hombres, es ahogar el Espíritu y condenar a ineficacia a la Iglesia. Sólo quien deja en sí mismo y en la Comunidad eclesial amplios espacios de libertad para que el Espíritu actúe sin trabas, quien pone sus dones al servicio de la común utilidad y quien es capaz de agradecer a Dios los carismas de sus hermanos, aunque sean diferentes a los que él ha recibido, solo éste es el que ha comprendido el misterio de Pentecostés.

46 Pidamos a Jesús que nos ayude a comprender la acción del Espíritu que nos ha enviado y evitar contristarlo desconociéndolo en los dones y carismas de los demás cristianos.

47 PENTECOSTES es: - Confirmación de los Apóstoles en la FE - Nacimiento de la Iglesia - Comienzo de la Misión F Confirmación de los Apóstoles en la FE: antes eran simpatizantes, cercanos, dispuestos a seguirlo, pero no eran verdaderamente «creyentes». Por eso el hecho de la muerte acabó con su entusiasmo y los dispersó, los encerró en el miedo (Jn. 20,19). Ahora, el Espíritu los hace «creyentes» y «testigos».

48 F Nacimiento de la Iglesia: antes eran «grupo» pero no verdadera «comunidad», y se dispersaron a partir del hecho de la muerte de Jesús: unos se quedaron en Jerusalén, pero encerrados (Jn. 20,19) y otros decidieron huir de Jerusalén (Lc.24, 13ss.). Ahora, el Espíritu los reúne, los congrega, por encima de las múltiples diferencias de raza, cultura, idioma, costumbres, y los convierte en «Comunidad» (Hch. 2, ).

49 F Comienzo de la Misión: antes estaban «encerrados», con miedo
F Comienzo de la Misión: antes estaban «encerrados», con miedo.... Ahora el Espíritu los saca del encerramiento y los envía al mundo a proclamar el Evangelio (Jn. 20, 21-22).

50 ORACION 4. ¿QUÉ LE DECIMOS NOSOTROS a DIOS?

51 OREMOS CON LA PALABRA HEMOS ESCUCHADO AL SEÑOR...
AHORA LE HABLAMOS, A PARTIR DE SU PALABRA, - LO QUE ELLA HA SUSCITADO EN NUESTRO CORAZÓN... CON LA PALABRA

52 Padre todopoderoso y eterno,
hoy queremos bendecirte por algo especial: por el don del Espíritu Santo que mediante tu Hijo concedes al mundo. Lo hiciste al principio, cuando incubabas el universo en el calor del Espíritu, para que naciera un mundo de luz y de vida, que pudiera albergar al ser humano. Te damos gracias, porque mediante tu Espíritu lo sigues creando, conservando y embelleciendo.

53 Te bendecimos por haber puesto tu Espíritu en el hombre y en la mujer,
y por el don continuo que de Él has hecho en la historia: Espíritu de fuerza en los jueces y gobernantes, Espíritu rector en sus reyes fieles, Espíritu de sabiduría en todos aquéllos que mostraban tu Ley y tu camino. Te alabamos por la acción de tu Espíritu en los profetas, que lo anunciaron como don interior y universal, para cuando Tú lo derramaras sobre toda carne, purificándola y dignificándola.

54 Te bendecimos y damos gracias, sobre todo, por Jesucristo,
lo mejor de nuestro mundo, el Ungido, lleno de tu Espíritu desde el seno de María. Por tu Espíritu lo condujiste al desierto, con su fuerza implantaba el Reino, evangelizando a los pobres,  ayudando y fortaleciendo a todos, sirviendo y amando, hasta que Él mismo exhaló el Espíritu en la cruz, como el don más precioso concedido al mundo.

55 Has querido que el Espíritu, que llenaba a tu Hijo,
se transmitiera a toda la humanidad y creación. El lo comunicó a sus apóstoles el día de Pascua y lo envió a su comunidad reunida para hacerla testigo suyo en todos los lugares y tiempos. Conmemoramos, Padre, el misterio de tu Hijo, su muerte, su glorificación y el envío de Pentecostés.

56 Y, puesto que renovamos ante Ti este misterio,
haz de nosotros personas llenas de Espíritu. Concédenos que, como tantos santos, con los que ahora nos sentimos unidos, seamos por el Espíritu, testigos de Cristo en todo momento. Que el Espíritu nos dé fuerza para luchar por la verdad, la justicia y el amor, luz para comprender a todos, ayuda para servir, profundidad para amar, paciencia para esperar. Que tu Espíritu de amor realice la unidad de tu Iglesia.

57 haznos sensibles a la acción del Espíritu
Y, finalmente, Padre, haznos sensibles a la acción del Espíritu en el mundo y en la historia. Ayúdanos a descubrir esa acción en la ciencia, en la cultura, en el trabajo y en la técnica, en todo aquello en que el hombre y la mujer y el Espíritu preparan conjuntamente el parto de los nuevos cielos y la nueva tierra. A Ti, Dios Padre, te sea dado todo honor y toda gloria,  con tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

58 CONTEMPLACIÓN ACCIÓN 5. ¿QUÉ NOS PIDE HACER el texto?

59 CONTEMPLEMOS LA PALABRA
- LA IGLESIA SE CONMOCIONA ANTE EL MISTERIO DE DIOS - LA PALABRA LEIDA Y MEDITADA NOS CUESTIONA, EXAMINA Y OBLIGA... - LA PALABRA NOS RECONFORTA Y NOS LLENA DE ESPERANZA

60 La Iglesia hoy, en la festividad de Pentecostés, reflexiona en comunidad a la luz de la Palabra de Dios, sobre su propia alma y principio vital: el Espíritu Santo. Esta verdad fundamental de nuestra fe no siempre es bien entendida entre los cristianos. Con frecuencia lo reducimos a interioridades piadosas de ámbito contemplativo; pero Pentecostés es primaria y fundamentalmente un acontecimiento eclesial comunitario. Esta acción del Espíritu Santo en nosotros con frecuencia la entorpecemos con nuestros pecados personales y sociales.

61 Si hoy no nos entendemos ni incluso los que hablamos el mismo idioma y hasta decimos profesar una misma fe en Cristo, ¿no será que estamos ahogando al Espíritu, resistiendo a su influjo vivificante y unidor, y que, al no dejarnos invadir por El, estamos creando en nuestro tiempo una Babel de locos? Relación con la Eucaristía El relato de Pentecostés es lo que ocurre en la celebración. Reunidos en torno de Jesús los hijos de adopción damos gracias; unidos en el amor de su Espíritu, hacemos una comunidad con los dones que El nos da.

62 Por la acción del Espíritu, que el Padre derrama sobre los dones de pan y vino que ofrecemos, se hace realidad el admirable intercambio eucarístico y la transformación admirable e inexplicable de esos pobres dones humanos en el Cuerpo y la Sangre del señor: «Te pedimos, Padre, que santifiques, por la efusión de tu Espíritu, estos dones, de manera que se conviertan para nosotros en el Cuerpo y la sangre de Jesucristo, Señor nuestro».

63 ACTUEMOS LA PALABRA «DICHOSOS LOS QUE ESCUCHAN Y LA PRACTICAN»
LA PALABRA NO NOS PUEDE DEJAR INDIFERENTES... «DICHOSOS LOS QUE ESCUCHAN Y LA PRACTICAN»

64 «María, la Virgen, la Madre, nos enseña qué es amor y donde tiene su origen, su fuerza siempre nueva». (DCE, nº 42)

65 El Señor ha estado grande, a Jesús resucitó,
con María, sus hermanos, entendieron qué pasó. Como el viento que da vida el Espíritu sopló, y aquella fe incierta en firmeza se cambió. GLORIA AL SEÑOR, ES NUESTRA ESPERANZA Y CON MARÍA SE HACE VIDA SU PALABRA. GLORIA AL SEÑOR, PORQUE EN EL SILENCIO, GUARDÓ LA FE SENCILLA Y GRANDE CON AMOR.

66 para pensar durante la semana
Algunas preguntas para pensar durante la semana 1. Identifica en tu sociedad, tu familia y amistades, la obra del Espíritu. 2. La Biblia afirma que el mundo es una mezcla de la obra del Espíritu y del pecado. Piensa en algunos ejemplos. 3. ¿No encontramos en esta catequesis de Pablo solución para disipar entre nosotros las divergencias que nos están dividiendo en este momento de la vida de la Iglesia?

67 4. ¿Vivimos de acuerdo al Espíritu del Señor, según los frutos y dones que El nos comunica?
5. ¿Cómo actuamos en medio de una Iglesia una y diversa? 6. Identifica en tu sociedad, tu familia y amistades, la obra del Espíritu Santo.

68 DIOCESIS DE PASTO C A B P P. Carlos Pabón Cárdenas, eudista OMISIÓN DE
NIMACIÓN A OMISIÓN C ÍBLICA B DE LA ASTORAL P P. Carlos Pabón Cárdenas, eudista


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